Hoy me fui lejos de la capital real, observándola desde bastante altura parecía una pe- queña mancha. Se veía muy surrealista con el sol de la mañana iluminándola desde esta distancia.
De todos modos, aprovechando la nueva habilidad que obtuve ayer a pesar de que no debería haber sido posible, terminé consumiendo una gran cantidad de carne de guiver- no. Aunque ya había comido varios trozos con Samurai y Gladiador en el Coliseo, toda- vía había de sobra. Fácilmente habría para alimentar a más de una docena de personas durante un día.
Sin embargo, no obtuve más habilidades aparte de esa, incluso después de acabármelo todo. Por eso, me puse de mal humor y decidí llevarlos a todos a las Montañas Jadar para conseguir un poco más de carne fresca.
Tomé la decisión ayer por la tarde, y durante las siguientes horas el transporte es- quelético nos estuvo sacudiendo mientras viajamos a altas velocidades. Lidiamos con los peligros en la carretera gracias al carro esquelético en sí, y a varios de mis clones. Finalmente paramos en una colina dentro de la zona de peligro de las Montañas Jadar. Al fijarme bien, los picos incluso tenían nieve acumulada encima.
Poco después de nuestra llegada, comenzamos la búsqueda de guivernos de Jadar y otros monstruos que habitaban la zona. Pues bien, a pesar de que las Montañas Jadar son famosas por ser la cuna de los guivernos, hay un buen número de otros monstruos que viven aquí también.
Uno de ellos es el cocatriz. Su cuerpo es tan grande como el de un humano con una gran cola de serpiente cubierta de escamas. Tiene ojos mágicos y un pico que lleva el atributo petrificación. También tiene garras con peligroso veneno que te inmovilizan con tan solo rasguño. Se dice que su carne es deliciosa si la cortas y la preparas al punto.
Parece que es uno de los platos que se sirven en las fiestas de la familia real, el cocatriz frito es uno de los alimentos preferidos de Principesa. Sin embargo, debido a que el co- catriz es en realidad un monstruo de clase genuinamente poderosa, no es una carne que aparece a menudo en el mercado.
El segundo ejemplo son las naga. Se trata de una especie de mujer demoníaca con la mi- tad inferior de su cuerpo como el de una serpiente. Muchas de ellas son bellas mujeres que poseen una naturaleza similar a la dríada y los súcubos. Se dedican a seducir a los hombres de otras especies e intentan exprimir su energía vital hasta haberlos secado por completo y marchitarlos.
Los tontos atraídos por su belleza son estrangulados hasta la muerte. Ellas se los tra- gan enteros una vez que completan el trabajo sucio y extinguen su vitalidad. Debido a que son una forma de semi-humanas, tienen la capacidad de tener un razonamiento
superior. Aunque pertenecen a la misma familia de las serpientes como las víboras noc- turnas, ellas en particular son de naturaleza bastante problemática. Sin embargo, es un hecho que sus nidos a menudo contienen ciertos materiales que se pagan a muy buen precio. Tanto es así, que muchos comerciantes imprudentes han llegado a hacer opera- ciones desfavorables por el simple hecho de abrir uno de ellos.
El tercer ejemplar que nos encontramos fueron los abejosos. Los abejosos son unos in- sectos de clase bestia mágica. Son como un oso, pero tienen seis patas como una abeja, dos conjuntos de cuatro alas, espinas venenosas y un exoesqueleto parcial. Posee una fuerte armadura, un poderoso aguijón con un veneno aún más fuerte, así como la capa- cidad de volar que lo hace igual de rápido y ágil como una abeja.
A decir verdad, definitivamente es un oponente bastante alarmante. Sin embargo, a pe- sar de que posee una serie de características que hace que sea similar a una abeja, tiene una población relativamente baja en comparación con sus homólogas. Podría decir que esto me alivia, pero parece que sus colmenas en realidad pueden albergar un número bastante grande de ellas en un momento dado, por lo que no estaría tan aliviado si dié- semos con una...
Aparte de los mencionados, todavía habitan un número significativo de otros monstruos en el área. Las Montañas Jadar son un tesoro de ingredientes y monstruos que no he comido todavía. Todos los cuales son de alto nivel y conceden mucha experiencia.
Decidí ir por libre y moverme independiente del grupo principal, dejando el mando del resto del grupo a Kanami-chan. Dado que Principesa y el Caballerito en realidad nos obligaron a llevarles con nosotros, aclaré expresamente que Kanami-chan garantizaría su seguridad.
Aunque ellos probablemente estarían a salvo incluso en el caso de un ataque de guiver- nos de Jadar, ya que teníamos a Gladiador y Samurai con nosotros desde hacía unos días. Ellos eran equiparables a un guiverno de Jadar de clase jefe, así que no debería ser un problema a no ser que de repente aparecieran muchos guivernos a la vez.
En caso de alerta extrema, solo tendrían que mandarme un mensaje a través de los pen- dientes para que acudiera a sacarlos del apuro.
Después de decidirlo, salí a cazar por mi cuenta. No tenía mucho tiempo disponible, de hecho, por lo que activé [Radar Multifunciones Preciso] y [Sensor Espacial] de forma simultánea para un efecto aún mayor. Con esto, fui capaz de percibir una zona bastante grande a mi alrededor, facilitando mi búsqueda.
Había varios individuos cerca, desestimé a los más pequeños con el fin de buscar los monstruos mencionados anteriormente. Me aseguré de borrar mi presencia mientras corría a través de las montañas en busca de mi presa. Al final, solo tardé unos minutos en encontrar el objetivo que más deseaba.
Lo primero que descubrí fue una colmena de abejosos. Por el aspecto de la misma, parecía una especie de fortaleza ya que estaba construida en las mismas rocas de un acantilado. No sé muy bien cómo se las arreglaron para hacerlo, pero la colmena caliza medía unos 100 metros. Desde el exterior se veía como un gran hemisferio, y daba una sensación desagradable.
Los abejosos que volaban alrededor de las inmediaciones parecían tener un papel asig- nado para cada uno. Había abejosos de trabajo que capturaban monstruos para alimen- to. Otros se ocupaban de cuidar a los jóvenes dentro de la colmena. Patrullando alre- dedor de la colmena había abejosos soldado con un exoesqueleto especialmente grande y bastante robusto que cubría todo su cuerpo para protegerles contra los invasores. En las profundidades de la colmena, había un único abejoso reposando permanentemente. Sin embargo, en su conjunto, la población definitivamente parecía ser baja para una colmena tan grande.
Entre todos, solo habría alrededor de 80 como máximo. Y eso contando a los niños abejosos. La fuerza total de combate debía de ser tan solo de 50 o 60, a lo sumo. Me sor- prendió que solo cupieran 80 en un foso de alrededor de 100 metros de tamaño, aunque probablemente se debía al tamaño necesario para sus cuerpos enormes.
En todo caso, ser capaz de descubrir una colmena de abejosos de buenas a primeras era una buena señal. La miel de abejoso es un ingrediente alta calidad extremadamente raro en el mercado. Sus jóvenes crías también se alimentaban de ella, eran como larvas de abeja.
Aunque los abejosos mataran monstruos y se llevaran los cuerpos a la colmena para comer, la mayoría de ellos tenían semillas de cierta flor mágica implantadas dentro de ellos. Sus cuerpos actuaban como viveros para que las bellas flores pudieran florecer. Y estas flores almacenan la miel que generan.
De hecho, sentí una ligera admiración por ellos, ya que tenían que pasar por un proceso tan extenso para cultivar su propia comida.
Bueno, rehaciendo mi plan de acción inicial, en el que quería que fueran los vigilantes de nuestra base, cambié de idea y decidí convertir la Reina Abejosa y los más jóvenes en familiares.
El procedimiento fue fácil. Tan solo quemé un poco de mi veneno paralizador, convir- tiéndolo en humo paralizador, luego manipulé el flujo del aire y lo llené del veneno. Después de un rato, confirmé que dentro de la colmena ya no se movía nadie. Entré en sus profundidades y los convertí en familiares.
Como resultado de esta aventura, me hice con la Reina Abejosa, que tenía casi el doble del tamaño de un abejoso normal, cinco jóvenes del tamaño de un goblin, diez trabaja- dores que construirían su nueva colmena y seis guerreros que la defenderían.
Tras reunir a los que quería, maté y me comí a los otros ya que me parecieron hermosos y frescos. Su carne en sí era buena, pero lo mejor era que sus hábitos hacían que el sabor a miel todavía estuviera impregnado en su cuerpo. Eso me encantó.
Habilidad [Apicultor] aprendida
Habilidad [Aguijón] aprendida
Presiento que haber aprendido la habilidad de apicultor será algo bueno. Además, dado que fui capaz de quedarme con bastante cantidad de la preciada miel rojiza, considero que todo fue sobre ruedas.
Cuando probé un bocado de ella, grité sin querer por la sensación que me despertó su sabor. Es más, sentí una repentina ráfaga de poder rebosando por mi cuerpo.
Una vez tuviéramos establecida la zona de apicultura en nuestra base, produciría esa miel para tenerla siempre sobre la mesa del comedor.
Su sabor era un poco fuerte, pero eliminaba la fatiga y proporcionaba una energía re- pentina fabulosa. También pensé que podría venderla a los elfos.
Después de recoger todos los materiales de la gran colmena de abejosos, la destruí cor- tándola a pedazos. Mi inventario tiene tanto espacio de almacenamiento que pude guar- darla entera. Pensé que igual podría aprovecharla para algo; las paredes exteriores eran bastante resistentes.
Cuando di por terminada mi cacería, un grupo de conejor vorpales me atacó. Parecían ser la evolución de los conejos dentados, con un afilado cuerno curvo en su frente. Su cola era como un látigo.
Y bien, resultaron ser una especie bastante problemática, ya que se acercaban a mí sigi- losamente y me atacaban con sus látigos y sus cuernos afilados. Eran tan molestos que los maté sin pensarlo. Pese a que no gané nada, disfruté comiéndolos todos puestos en una brocheta. Su cuerno tenía un crujido agradable, similar a una torta de arroz.
A continuación, di con un golem de piedra. Era una piedra que vi apropiada para sen- tarme a comer los conejos, que resultó ser un golem que tenía más de la mitad de su cuerpo enterrado.
Fundamentalmente, los golems son criaturas creadas por humanos con profesiones es- pecíficas, tan solo con un poco de magia y un ritual. Pero también existen en lugares remotos como las Montañas Jadar, donde la tierra está llena de magia y vida.
Un golem puede formarse doquiera que se junten los materiales y las condiciones ade- cuadas, tanto en el caso de los creados por humanos como en el de los naturales. Y siempre tienen las características de la tierra donde han nacido. Si se generan al lado de un volcán, son golems de lava. Si lo hacen junto a un glaciar, son golems de hielo. En un desierto, son golems de arena. Y así con todos.
Los rasgos comunes en todos los golems son su longevidad y su capacidad de recompo- nerse con materiales de su entorno, como tierra y piedras. Son monstruos muy popula- res que a veces merodean por mazmorras artificiales creadas por humanos. Obviamente también los hay en las mazmorras de la «Era de los Dioses», creadas por los dioses del pasado, cada una con su respectivo poder y con las criaturas derivadas de este.
Allí, los golems son mucho más fuertes que los de las otras mazmorras hechas por humanos. Y no es solo por el «refuerzo monstruoso» que tienen las mazmorras, sino porque sus cuerpos se adecúan al nivel de poder del entorno.
Como sea, el golem de piedra medía casi cinco metros de alto, lo que le hacía equipa- rable a un trol promedio. Los trols son más ágiles que los golems, pero los golems no sienten dolor, y tanto su poder defensivo como el ofensivo son muy superiores. Al fin y al cabo, están hechos de piedra.
El ataque principal de los golems de piedra era una gran oscilación, que sería dolorosa
incluso para mí si consiguiera darme, aunque no lo suficientemente como para ser fatal,.
Ya que era un obstáculo para mi comida, le golpeé con saña y rápidamente se rompió en pedazos. Seguidamente, recogí su núcleo mágico, que formaba el centro de su cuerpo. De forma similar a un limo, su núcleo mágico es la parte vital de los golems. Al romper o eliminar el núcleo, el golem se destruye.
Si hubiera querido, creo que podría reutilizar el núcleo mágico, pero solo me lo tiré a la boca en esta ocasión. Lo saboreé en mi boca como un dulce después de terminar los pinchos, y luego recorrí el lugar en busca de más presas.
De esta manera, pasé el resto del día rastreando y reuniendo una cantidad considerable de materiales de otros monstruos. En cuanto a mi objetivo, los guivernos de Jadar, logré conquistar alrededor de diez de ellos. Por desgracia, no gané nuevas habilidades.
Pero no pasa nada, ya que pude hacerme con suficiente material para investigar por qué fui capaz de aprender una habilidad de la carne del otro guiverno de Jadar, a pesar de que ya habían pasado varios días desde su muerte.
Por el momento, solo tendré que esperar unos cuatro días antes de comprobar esta teo- ría. Ah, por cierto, Principesa también pareció estarse divirtiendo un montón y estaba encantada cuando volvimos a casa.
Cabe señalar que ya envié los familiares abejosos a la base, guiados por uno de los carros esqueléticos. Llegué a la conclusión de que no sería capaz de entrar en la capital real con ellos.