Hoy, mientras estábamos haciendo nuestra habitual sesión de entrenamiento matutino, descubrí que la Heroína de la Oscuridad, Alrich Tin Agba, era quien nos había estado observando escondido en la azotea del Palacio Granate, y me preguntó educadamente si podía participar.
Como comenté, su figura era muy delgada, y se asemejaba a un misterioso fantasma. Estaba seguro de que ella querría comenzar a observarnos a una distancia más cercana en el futuro de todos modos, así que no la detendría.
Por ahora, empecé a considerar cómo llegué a la atención de alguien de entre las posi- ciones más altas del Reino. Podría ser capaz de burlarla, pero la eficacia de tal intento tenía algunas variables extremas, por lo que ni siquiera trataría de intentarlo por ahora.
Al final, permití a regañadientes que Alrich se uniese a la sesión de entrenamiento. En última instancia, para nuestra misión actual, Principesa pensó que sería muy interesan- te que lo hiciera. Aunque, naturalmente, había una razón mucho más grande escondida detrás de esas acciones, la cual no quise sonsacarle. Con eso en mente, le permití parti- cipar, aunque no pasó nada en particular.
Me referiré a Alrich como la Heroína Oscura, porque su nombre es bastante extenso y molesto. El resto de la sesión, ella simplemente trabajó duro en su formación. Me dio una impresión favorable.
Por la tarde, decidí pasar mi tiempo en el Palacio Ámbar, ya que auguré que habría pos- tulantes intentando acudir a mí si salía.
Debido a la cantidad de carne que Pelirroja comió durante la caza de ayer, parece que ella ganó un poco de fuerza. Por eso, quería probarse a sí misma mediante algún tipo de combate. Decidí permitir que lo hiciera con Auro y Argento.
Aun sorprendido por el crecimiento de Pelirroja, tampoco esperaba que el dúo entre Auro y Argento hubiera mejorado tanto. Con mi sangre y la de las hermanas que fluía en ellos, parecía que compartieran algo similar a la conexión entre gemelos. Ellos eran capaces de moverse al unísono perfectamente sin ningún tipo de señales.
Al estar tan feliz por el crecimiento de mis hijos, pasé la tarde jugando a varios juegos con ellos tranquilamente. Principesa prefirió observarnos sin participar; estaba intriga- da por la escena.
Fue muy divertido ver la Facción Nobiliaria, que preparaban con constante determina- ción y potencial de guerra mientras agotaban todos sus recursos.
También hubo nobles que malversaron ilegalmente los impuestos recaudados en sus respectivos territorios, con el fin de adquirir metales preciosos y objetos mágicos. Sus acciones eran triviales, pero eficaces en aras de aumentar sus bolsillos.
Si dos o tres personas se encargaran de todos ellos, la situación podría terminar cam- biando drásticamente y darnos una ventaja considerable. De hecho, tendríamos que ser capaces de hacer frente a una amenaza desconocida.
Por la noche, decidí tener una cita con Kanami-chan, estuvimos bajo el cielo de la no- che por primera vez en mucho tiempo. Fue un poco difícil ver las estrellas debido a las luces mágicas en las calles de la capital real, aunque eran bastante agradables. Me sentí satisfecho igualmente.
Ah, por cierto, solo quedan dos días para el festival. Tengo ganas de ver los resultados, sean cuales sean. Creo que disfrutaré como un crío.