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Chapter 144 - Día 133

Después de los acontecimientos de ayer, nos abrimos paso rápidamente a través del Bosque Shirisuka antes de llegar a Villa Mason. Finalmente llegamos a Mason a las tres de la tarde.

A pesar de que podríamos haber continuado fácilmente sin ir de compras, las mujeres, dirigidas por Kanami-chan y Pelirroja... me convencieron para quedarnos a pasar la noche.

En mi defensa diré que... me... sobornaron despiadadamente...

En cualquier caso, las aguas termales de aquí tenían supuestamente un efecto rejuve- necedor para la piel y muchas mujeres del grupo se alegraron excepcionalmente de quedarnos.

Como era de esperar, todavía teníamos un montón de tiempo ya que habíamos llegado mucho antes de lo previsto, por lo que no sería un problema.

También hubo un considerable apoyo de los miembros masculinos del grupo para que- darnos a pasar la noche. Por la mañana, los descubrí colgando de los árboles con cuer- das, el motivo por el que querían quedarse era tan evidente que no fue necesario ir con ello más lejos.

Personalmente, no me importaba quedarme, ya que los efectos de las aguas termales de Villa Mason eran muy diferentes de los de nuestra base. Me dejaron completamente renovado y vigorizado. Por no hablar de los manantiales de agua caliente en sí mismos, la postura de los trabajadores, su actitud y otros aspectos del servicio al cliente era una información muy útil que honestamente podríamos utilizar como referencia para nues- tros propios manantiales en un futuro.

Seguro que podríamos poner en uso inmediatamente algo de esto en nuestras aguas terma- les... Tal vez debo ordenar que lo hagan más tarde... Es bueno barajar nuevas ideas de vez en cuando.

Con esto, ¿debería decirles a los duendes que también hagan ropa de estilo japonés des- pués...? La imagen de Kanami-chan y el resto de las chicas en kimonos... Tendré que con- siderar esta idea más a fondo...

Pues bien, como de costumbre, me desperté muy temprano en la mañana, aunque esta vez fue con el propósito de hervir lentamente los huevos que los coccorones pusieron en las aguas termales, los cuales nos comimos todos juntos.

Después del desayuno, hicimos un entrenamiento ligero, y luego nos bañamos una vez más en las aguas termales para quitarnos el sudor y la fatiga. Disfrutando de explorarlas mientras me movía alrededor, encontré la gran cascada, otro de los lugares de interés de la localidad.

Me relajé un rato debajo de ella. No había cambiado desde la última vez. El punto donde el agua fría se reunía con la caliente producía una suave niebla, haciendo que la tempe- ratura de los alrededores bajase rápidamente, lo que era bastante agradable para enfriar el cuerpo una vez sobrecalentado.

Por otra parte, en lo profundo de las aguas, sentí la presencia de una criatura increíble- mente fuerte, alguna especie de dragón que probablemente era considerado la deidad guardiana de esta región, por lo que me contaron cuando visitamos por primera vez el pueblo.

Cuando llegamos aquí la otra vez, yo era un gran ogro, por lo que no tenía ni la más mínima posibilidad de ganar. Sin embargo, teniendo en cuenta el hecho de que ahora era un Señor Apóstol, las probabilidades de salir victorioso eran probablemente mucho mayores.

Aunque realmente me gusta Villa Mason. Las aguas termales son geniales y la disposi- ción de los residentes a darnos la bienvenida es agradable. Si luchase contra el dragón, seguro que destruiría Villa Mason a consecuencia de la batalla. Incluso si me las arre- glaba para derrotarlo, la zona circundante cambiaría drásticamente a raíz de la batalla.

Aunque mi naturaleza me decía que realmente quería ver al dragón...

Sin embargo, suprimí este deseo. Probablemente era mejor que no me encontrara con él, ya que tendría la tentación de hacer algo de lo que me arrepentiría.

También era buena idea esperar por otra buena oportunidad de ver uno; seguro que era fácil encontrar uno en una mazmorra, y probablemente tendría que retar a uno en algún momento.

Pensando en ello, di la espalda a la cascada y comencé a dirigirme de nuevo a Villa Ma- son. Al hacerlo, sentí que una poderosa presencia me miraba desde atrás, aunque hice caso omiso y seguí mi camino hacia el pueblo.

Abandonamos Villa Masón en torno a las once de la mañana. Después de cruzar las montañas clúster donde nacieron Auro y Argento, llegamos a la ciudad-laberinto de Purgatory, entrada ya la noche. Decidimos quedarnos en Purgatory para preparar nues- tra llegada de la mañana siguiente a Osvel, la capital real.