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Chapter 143 - Día 132

Hoy, continuamos avanzando en los carros por la carretera. Llegamos a la ciudad-forta- leza en torno a las 10am. Tal como lo hicimos, no tuvimos ningún problema destacable para entrar en Trient.

Ya que tuve la oportunidad de hacerlo, concerté una visita con el subgerente ludópata de la empresa agrícola. En nuestro encuentro, me preguntó acerca de los precios de merca- do de compraventa de materiales procedentes de monstruos.

Partimos de la ciudad en menos de una hora puesto que nuestra intención era llegar a nuestro destino sin desviarnos demasiado.

Después de eso, viajamos por la carretera a un ritmo bastante lento durante un rato, ya que íbamos bien de tiempo. Nos detuvimos en el área donde residían coccorones para hacernos con algo de almuerzo.

La carne cruda de un coccorón era similar a la de un pollo grande. Al cocinarla se me hacía la boca agua, su carne era tierna y deliciosa. A medida que iba tomando bocados de ella, solo anhelaba un poco de arroz para acompañarla. La barbacoa fue simplemente increíble, aunque lamentablemente no teníamos nada de sal para añadirle.

Entonces, Pelirroja me informó de que, al parecer, cada día a las 2am, los coccorones ponían tres huevos. Si lográramos controlar a un coccorón efectivamente, sería sin duda un buen animal doméstico. Puesto que había espacio suficiente en nuestros carros, deci- dí convertir en familiares a los cuatro más grandes y regordetes y llevarlos con nosotros.

Deseaba que llegase mañana por la mañana. ¿Haría tortillas o huevos fritos?

Entonces, sin saber cómo, nos involucramos con algunos hombres armados mientras comíamos nuestro almuerzo tranquilos. Dos de los que se acercaron eran más bien obe- sos. Sus armaduras no parecían estar hechas para el combate ya que no tenían un solo rasguño y brillaban demasiado. Otro parecía anormalmente delgado y llevaba un hábito de monje hecho de hilo plateado y una varita con una gema incrustada. Y otro más joven parecía estar equipado como un caballero, ya que era de constitución bastante robusta y tenía aspecto de estar bien preparado para la lucha, su armadura estaba decorada en exceso.

El grupo dirigido por estas cuatro personas consistía en 34 personas más. Aparte de los cuatro líderes, que probablemente eran de la nobleza, el resto de ellos parecía tener equipos de combate verdaderos. Parecían haber sido utilizados durante muchos años, comparados con los de los cuatro que estaban prácticamente nuevos. Sin embargo, había algunos campesinos entre ellos. Y un anciano con una larga barba sujetando una lanza también. Varios hombres de mediana edad llevaban armaduras voluminosas y empuña- ban grandes espadas. Su habilidad parecía ser considerable ya que pude oler la sangre aferrada a sus cuerpos. Estaba seguro de que habían matado al menos a una docena de personas, por la cantidad de sangre que llevaban encima.

A pesar de que algunas de las personas estimulaban mi apetito y tenían pinta de mere- cer la pena, reprimí mi deseo en silencio y decidí observar la situación por un tiempo. Se me ocurrió que algunos eran personas a quienes podría infectar con mis parásitos y manipular a mi merced, saciando así mi siempre creciente sed de información.

Tras unos minutos entendí que la razón por la que escogieron luchar con nosotros fue que dos de mis seis hermosas mujeres, concretamente Kanami-chan y Ramura-san, pa- recían haber estimulado los sentidos de los cuatro nobles. Uno de ellos, que dijo ser el hijo de un importante noble, quería utilizar su membresía en la escuela de caballeros

«Lanza Antegra» para hacerse con ellas. Dado que salir a cazar monstruos era una ocurrencia común, aparentemente había quienes empleaban soldados privados con fre- cuencia para distintos fines. En resumen, lo que nos dijeron fue:

Queremos vuestras mujeres.

Y no solo se referían a ellas dos, en su demanda también entraban Pelirroja y Ventis- ca-san. Aunque el propósito de los cuatro nobles parecía ser solo Kanami-chan y Ra- mura-san, lo más probable es que quisieran dar al resto de las chicas otro «uso» como subordinadas.

La deprimente verdad era que se trataba de la actitud más típica e inhumana de la no- bleza. Si bien era cierto que los nobles de este mundo habían recibido un alto nivel de educación, ¿entonces por qué terminaban siempre haciendo lo mismo con su poder y autoridad?

Mientras se me escapaba un suspiro de disgusto, los hombres nos rodearon, lo que nos

dificultó la huida.

No había ni un solo indicio de vacilación en sus movimientos, sin embargo, tampoco percibí ninguna intención de lucha en ellos. Era obvio que estaban acostumbrados a llevar a cabo esos movimientos específicos. Hasta ahora solo habían estado tomando posiciones para rodearnos.

Sacaron sus armas, y comenzaron a dibujar expresivas y vulgares sonrisas, que mostra- ron sus evidentes corazones sádicos. Para mí, acababan de hundirse tan abajo como la depravación de la codicia y la lujuria humanas podían llegar.

Por su aspecto, probablemente invirtieron la mayor parte de su dinero en comprar nue- vos objetos mágicos para más o menos todo el grupo. Teniendo esto en cuenta, así como el hecho de que nos habían rodeado, a un grupo normal de semi-humanos le habría sido ciertamente complicado luchar contra aquellos humanos. Ellos no solo nos superaban en número, sino que también contaban con posiciones y localizaciones ventajosas.

En primer lugar, tanto los nobles de este mundo como yo pertenecíamos al sistema de [Linaje], el cual yo había adquirido y comprendido gracias a mis habilidades. Esto fácil- mente me hacía más fuerte que una persona promedio. Este sistema dictaba que si un campesino y un noble tenían la misma profesión desarrollada al mismo nivel, el noble sería por naturaleza mejor.

Solo por eso, observando la colocación en el espacio de los cuatro nobles, pude deducir que el muchacho delgado poseía sin duda alguna [Profesión – Asistente].

De los cuatro líderes, por su apariencia, el joven vestido con la armadura era proba- blemente [Profesión – Caballero]. A pesar de que su equipo era demasiado llamativo y excesivo, parecía ser lo suficientemente fuerte como para luchar.

Y en cuanto a los dos restantes, su figura barriguda podría ser perfectamente la de un soldado común, aunque al estar equipadas con objetos mágicos caros, era más probable que fueran oficiales al mando.

Hmm... Ahora pues, ¿qué debo hacer? ¿Debo atacar? ¿Debo dejar que mi grupo acabe con ellos o debo hacerlo yo solo? Decisiones, decisiones...

Mientras lo sopesaba, ellos se impacientaron visiblemente y uno levantó la mano para indicar a sus hombres que nos atacasen. Uno de los obesos hizo un gesto a un subordi- nado con la barbilla, a pesar de las quejas del otro.

Este se puso en frente de Kanami-chan, que era quien estaba más cerca de él, y extendió su mano hacia ella. Cuando tocó su hombro con el dedo... de repente su cabeza salió volando por los aires.

Por un instante, la sangre fresca brotó de su cuello, antes de que la gravedad se hiciese cargo de él y su cuerpo se desplomase.

Puesto que yo estaba justo al lado de ella, tanto su cuerpo como el mío quedaron empa- pados completamente por la lluvia de sangre... El almuerzo rematado con una pequeña muestra de sangre humana tenía un curioso sabor...

Bueno, cada uno tiene sus gustos, pero la sangre del subordinado era un poco desagra- dable. Su empalagoso sabor indicaba que su estilo de vida debía de ser muy poco salu- dable en varios aspectos. ¿Qué clase de tipo provoca incomodidad a los demás incluso después de morir?

Ah... Por cierto, después de que la primera víctima apareciese, Kanami-chan comenzó a perder el control y a actuar de forma violenta. Teniendo en cuenta su estado violento usual, quería detenerla de algún modo, pero... Podría decirse que su actitud superó un nivel normal de rabia...

La furia excesiva de Kanami-chan causó que actuase de forma despiadada y se moviese a altas velocidades, mientras que hacía pivotar su claymore. Los cuerpos humanos que se encontraron con su espada fueron destrozados como si hubieran estado hechos de papel. Desgarraba con facilidad la tierna carne humana y la dispersaba contínuamente con sus estocadas destructivas.

Al ver toda esa carne cortada y un mar interminable de sangre, creó picos de hielo de la nada para congelarlo y formar una montaña de cadáveres. Entonces, atravesando toda esa terrible masacre, un soldado veterano consiguió contraatacar.

Aun así, al ser un [Vampiro Noble (Variante)], ella poseía los tan poderosos [Ojos de Bruja], que se activaban automáticamente cuando se quitaba las gafas, causando ante ella la subyugación del hombre casi al instante.

Cuando estaba enfadada, el poder de los ojos de Kanami-chan era tremendo, eran pocos los que pudieron resistirlo. De hecho, solo hubo dos. Pero ella los dominó igualmente, al reducirlos con sus prisioneros cautivos.

Pero eso fue esencialmente intimidación. No fue una pelea... La batalla real estaba al nivel de una masacre.

Sin embargo, ya que aniquilarlos habría supuesto perder valiosas materias primas, abra- cé a Kanami-chan desde atrás, haciendo que volviera a la realidad. Ella no se habría detenido fácilmente si no hubiera hecho algo de este calibre para avergonzarla, pero conociendo su personalidad, realmente no tiene remedio.

Después de eso, además de las cuatro personas con sus extremidades parcial o completa- mente arrancadas de cuajo, así como las manos y los pies, que se habían desmayado de la agonía, examiné al resto de sobrevivientes juntándolos bruscamente en un solo lugar.

Mientras les curaba con mi [Elixir de Sangre], también les implanté mis clones parasi- tarios.

Lo típico era que los nobles fueran más deliciosos que la gente común, según aprendí yo mismo de muchas experiencias. Y ahora, cuatro de ellos se encontraban delante de mis ojos. Eran un poco jóvenes, pero podía sacar algo de ellos de todos modos. No obstante, me abstuve de comerlos por el momento.

Permití que regresaran a sus casas como espías, ya que eran mis esclavos y recopilarían información valiosa. La razón por la que no me los comí fue que llegué a la conclusión de que dejarles con vida tendría varios beneficios.

Fuera como fuese, cuantas más fuentes de información, mejor. Acerca de la organización

«Lanza Antegra», me informarían sobre el lugar de salida de los nobles corruptos para poder matarlos, sería bastante fácil hacerlo. Además, pensando en los activos que las familias de estas cuatro personas poseen, habría sido un desperdicio comerlos ahora sin más.

Una vez dicho esto, los cuatro se convirtieron en mis esclavos con mis clones parasita- rios. Me volví hacia ellos y sonreí, haciendo que se pusieran pálidos. Por otra parte, al transmitírselo, se volvieron blancos como una hoja y se desmayaron.

¿Por qué..? Me pregunto si fue una mala idea comerme los cadáveres de sus compañeros en frente de ellos...

Después de colocar los clones parasitarios en las espaldas de todos los supervivientes, nos fuimos y continuamos avanzando a lo largo de nuestra ruta. Me preocupaba seguir por allí. En algún momento volveríamos a encontrarnos con otros.

Pero cuando eso sucediese, podría decidir si comerlos o mantenerlos como mis esclavos.