Eran las tres de la mañana, y la ciudad todavía estaba envuelta de oscuridad. Decidí que era más adecuado volver a mi forma de ogro y no en la de humano. Conmigo vinieron Dhammi-chan e Ilusionista-kun. Delante de nosotros estaba Caballerito, a quien ayudé ayer. Se ve que cuando lo llevé al hostal, un individuo misterioso contactó con él.
Estuvo una hora fuera, pero me pidió que me quedara y le ayudara con un asunto im- portante. Puesto que había despertado mi curiosidad, no vi ninguna razón de no hacerlo, como mínimo valorarlo. Fue entonces cuando el muchacho hizo su petición. Mercenario o no, lo que necesitaba era un brazo de alquiler, y después de que aceptase su único tér- mino, reveló que estaba en una misión para rescatar a Principesa, a quien servía.
Principesa había venido de incógnito a Trient, y había desaparecido durante su estancia en la ciudad. Al parecer, su secuestro había sido orquestado por una organización dirigi- da por un líder de secuestros. Habían pedido un rescate por ella, y el intercambio fue lo que presencié ayer. La razón por la que el chico se había ido a toda prisa fue que debía entregar el rescate que llevaba encima.
El motivo por el que discutían era que los matones habían afirmado que querían más oro del que habían solicitado anteriormente por Principesa2. Bueno, pero parece que al final todo salió bien, puesto que puse los parásitos dentro de los matones. Si no hay ningún imprevisto, debería ser capaz de ir directamente a su base de operaciones.
Ah, sí. Y sobre el hecho de llamar al chico Caballerito, bueno, me corrigió rápidamente diciendo que su nombre era Nomeshi. Ignoré su grosería, porque si le daba un bofetón, probablemente moriría.
Cuando rastreé su localización, descubrí que su escondite al parecer era la mansión de un antiguo noble que había perdido su prestigio. Se ve que el asunto tendría más rela- ción con esto que con ser un simple secuestro real, por cómico que suene.
Pese a que un equipo de escoltas reales acompañaba al Caballerito, no me gustaba la idea de que vinieran con nosotros; el sigilo es de gran importancia, debería ir solo un pequeño escuadrón de élite a salvar a Principesa. Sin embargo, el jefe de la misión era Caballerito, así que hice lo que él me dijo, a regañadientes, porque así lo estipulaba nuestro contrato.
Pelirroja todavía dormía con el resto de las chicas. Los otros dos señores estaban hacien- do guardia, así que no tenía de qué preocuparme. Tampoco vi necesario despertarlas por esto. Con tres personas había suficiente. Obviamente, excluí la presencia de Caballerito ya que su valor en batalla era casi nulo comparado con el nuestro.
Tan pronto como llegamos al escondite de la organización, creé diez esqueletos negros
2 Juego de palabras entre Príncipe y Princesa. En la traducción inglesa la llaman Tomboy Princess, que sería Princesa Marimacho.
asesinos y los envié a que mataran a cualquier testigo que pudiera dar la voz de alarma. Pasados unos minutos, ya había diez cadáveres humanos.
Cuando ya no había más riesgo de ser detectados desde fuera, entré personalmente en el escondite enemigo. El resultado, para ser sincero, fue que destruimos la organización entera antes del amanecer. El líder de los bandidos se había desmayado tras haber estado bebiendo demasiado, fue fácil matarlo, y los otros también murieron sin dificultades. No perdoné la vida a ninguno. Después de todo, tenía que ceñirme al contrato. Y no tuve queja de los resultados.
Rescatamos a Principesa con seguridad. Al contrario de mis expectativas por su so- brenombre, era bastante delgada y de aspecto frágil, una chica que parecía que iba a romperse con solo tocarla. Por su cara debía de tener unos 12 años. Su pelo era como de platino, y era bastante bonita, pese a su edad. Con el tiempo, seguro que se convertiría en la joya del Reino.
Le habían puesto manillas de acero y la habían amordazado. Por suerte para ella, pasó la mayor parte de su experiencia en un estado de somnolencia a causa de la montaña de drogas que le inyectaron. La única parte de ella perjudicada fueron sus ropas, que quedaron harapientas y rotas después del secuestro.
Tras la vuelta a casa sana y salva de Principesa, solicité que me dieran permiso para coger lo que quisiera del acopio de la organización. Iba a hacerlo de todos modos, pero pensé que debía preguntarlo primero. Me dieron el consentimiento y me quedé con va- rios objetos, aunque la mayoría eran inútiles. Caballerito descubrió varios documentos en el despacho del líder. Leyéndolos, vimos que el secuestro de Principesa había sido planeado. En esos documentos había los detalles de sus viajes, la ubicación de sus apo- sentos, e incluso detalles acerca de sus guardas. Esto se está volviendo verdaderamente interesante.
Aparte de eso, el chico me prohibió que comiera a los hombres e insistió en incinerarlos. Menudo engorro.
Pero lo principal era que el secuestro de Principesa había sido planeado y que Caballe- rito tuvo que cooperar con un completo extraño para rescatarla. Los descubrimientos estaban siendo informados al equipo de escoltas. Uhh, esto está perdiendo atractivo por momentos, pero lo toleraré por ahora.
Al parecer ocultarán lo del secuestro de Principesa. En vez de decir que se impusieron castigos severos y se investigaron a los responsables, dirán que fue una niñería de Prin- cipesa.
Al saberlo, decidí hacer algo que casi no quería hacer. Le dije a Ilusionista que hipnoti- zara a Caballerito y Principesa. Me interesaba conocer al Rey cuando Caballerito fuese a informarle, y esta era la forma más fácil de hacerlo, así como para obtener privilegios especiales. Aun así, será demasiado directo, y me inquieta.
Al final, Caballerito se ha vuelto tan leal a mí como lo era a Principesa, mientras que ella
ha acabado considerándome un amigo.
También hice que Ilusionista les nublara la mente temporalmente mientras yo me co- mía algunos miembros de la organización.
Habilidad [Red de Hilo Arácnido] desbloqueada Habilidad [Bomba de Humo Venenoso] desbloqueada Habilidad [Pinchar] desbloqueada
Habilidad [Secuestrar] desbloqueada
Bueno, bueno, parece que he podido sacar más partido a esta situación. Antes de que amaneciera en el cielo matinal, salimos del escondite enemigo.
Un torrente de llamas brotó de la mansión, destruyendo toda evidencia, incluída cual- quier prueba que pudiera sacarse de las cenizas.
Después de eso dormí hasta el mediodía. Entonces Caballerito me trajo una recompensa especial por mis servicios; me dio una carta de la Cambra de Comercio que me citaba a una reunión con el Subdirector.
Mañana. Cuando planeaba salir de la ciudad.
Puesto que los niños de la siguiente generación iban a nacer pronto, mi vuelta era nece- saria pero solo iba a ser temporal.
Ah, respecto al resto del día, Herrera-san me llevó de compras...