PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
El "escudo búnker" ha sido desplegado con total éxito, y he traído a mis manos la ametralladora PK, nuestra cobertura está situada sobre una elevación, incluso si son cerca de cien, debería poder cargarme a más de la mitad. Si consigo eliminar a una gran cantidad, el resto perderá la moral de lucha y se retirará, dudo que prefieran arriesgar la vida más de la cuenta al ver que sus posibilidades de sobrevivir decaigan bastante. Solo necesito apretar del gatillo y…
—¡…!
Un gélido frio me detiene, sentía una especie de escalofrió, pero no era la sensación del miedo mismo encarnando mi carne, es más como un instinto, casi como de… ¿advertencia?. Mi brazo izquierdo de metal, lo moví involuntariamente hacia atrás, agitándolo de forma brusca como si golpeara al mismo aire en la cara, y para mi sorpresa, escucho el ruido de algo impactar en la misma extremidad artificial.
—¿¡Que!? -Exclame enseguida.
Un virote de ballesta, pero su tamaño era más pequeño a comparación de las de calibre normal, mi brazo recibió el impacto de una, pero al ser de metal, este al impactar termino rebotando y rechazando el proyectil. Miro la dirección de donde provino tal virote, solo para descubrir que el tirador era uno de los hombres de los hombres de Adil, a la vista tenía una ballesta pequeña adherida a su brazo izquierdo.
—¡Infeliz…! -Le apunte con le ametralladora.
Todos voltearon para observar al sospechoso hombre de Adil, no tardaron en observar la ballesta y luego el virote disparado por él, el cual mi brazo metálico rechazo, de hecho, el ruido del impacto fue lo suficiente fuerte como para que todos se dieran cuenta. Ese maldito, me ataco por la espalda, con un virote tan pequeño, me pregunto si podría haberme matado o dejado en una condición fatal, a no ser… ¿habrá puesto algún veneno en su proyectil para compensar la falta de fuerza de impacto?.
—¿¡Que… que has hecho!? -Su compañero le pregunto —¿��Por que has atacado a nuestro guerrero!?.
El agresor hombre de Adil, tan solo podía temblar del miedo, retrocedía lentamente sin dar siquiera una sola explicación, se dio vuelta entonces para echarse a correr. Tan solo para ser detenido, por el disparo de la Beretta 92 de la Lupian, la bala asesta en su pierna izquierda, haciendo que el hombre cayese violentamente en el suelo, afligiéndose entre el dolor y la herida, la sangre salía de esta, no era una hemorragia seria que pusiese su vida en peligro en el acto, pero si una lesión que le impediría levantarse y huir.
—No hay otra explicación, ¡es un maldito traidor! -Concluyo la loba con una fría mirada acompañado de unos gruñidos —Otro disparo y lo…
—¡Espera!... -Crok le detuvo —Sera mejor capturarlo e interrogarlo después.
El consejo del Trotamundos americano no era malo, desde que nos atacaron esos tres aventureros del principio y ahora nos enfrentamos a docenas de ellos a la vez, me ha llegado una fuerte duda. ¿Cómo sabían que estaba aquí?, ellos vienen por mi cabeza, Riha y Crok están fuera de esto, para que aparezcan aquí no es coincidencia, no nos siguieron cuando vinimos a este lugar. Una probabilidad es que se haya filtrado esta información.
—"Tiene sentido… el Red Damos nos notificó de los movimientos de los soldados, erigirían aquí un puesto militar, por lo que planeábamos asaltar este lugar luego de que fuera construida a media, para acabar con toda resistencia y tomar sus recursos, antes de que fuera completada su construcción" -Pensé entonces —"La información del asalto fue propuesta hace dos días, Adil y sus guerreros de más rango fueron los principales responsables de planificarlo, también fui invitado para dar mi punto y es cuando aconseje utilizar mi rifle M89SR".
—Rozuel, ¿tú que piensas? -Riha pidió mi veredicto.
—Captúrenlo, tengo suficientes razones para creer, que este lio con los aventureros, es cosa suya -Aclare —Pero necesito corroborarlo con sus propias palabras, por las buenas o malas.
Mire al hombre de Adil restante, y le pedí que se hiciera cargo del traidor, este accedió de inmediato, y entonces nos volvimos a centrarnos en el tema que más nos concernía.
—¡Se están preparando para un asalto frontal! -Crok advirtió.
Con su ataque masivo a distancia fallido, los aventureros pasaron a la ofensiva cuerpo a cuerpo, como era de esperarse, la mayor parte de ellos estaban versados en dicho dominio de combate (Cuerpo a cuerpo). Pocos se quedaron en la retaguardia a brindar apoyo con continuos ataques a distancia, ya fueran flechas o proyectiles elementales.
—¡Rozuel!, ¿¡no sería buen momento de usarlo!? -Crok señalo la PK.
Me he dado cuenta de un grave error hasta ahora, no sé si fue suerte o coincidencia, si no hubiera tenido este brazo de metal, el virote de aquel infeliz me habría dado, de estar envenado, habría estado en serios problemas. Desde el momento en que esos aventureros nos atacaron, debí equipármelo desde el principio.
—¡Intense Iron – Modo Knight! -Exclame.
Todo mi cuerpo se envuelve en una armadura negra, cuyo casco tenía la forma de la cabeza de un dragón, con cuernos semejantes a los de uno, las iniciales "ML" estaban grabadas en la frente.
—¿¡Una armadura mágica!? -Crok espeto con notoria sorpresa —Aunque no puedo sentir magia emanar de ella… ¿podría ser un tipo de exotraje?.
—¿Exo… que?... -La Lupian estaba confundida con los términos empleados por Crok.
La idea de la armadura que utilizo era imitar un traje exoesqueleto, pero es erróneo creer que es como una, los "trajes exo" utilizan un sistema mecanizado de motores para generar movimientos y proveer las cualidades sobrehumanas. El mío funciona en su totalidad por mana, no solo me brinda la capacidad de superar las limitaciones físicas humanas, sino también de protegerme de potenciales proyectiles.
—"Si me hubiera equipado con Intense Iron desde un principio…"
—¡Rozuel, ya casi están aquí! -Crok volvió a advertir.
Me situé sobre la ventana abierta del "escudo bunker", observé a las docenas de aventureros marchar hacia aquí, con sus armas cuerpo a cuerpo en alto, las había de todo tipo, desde contundente, punzantes y cortantes, desde ligeras y pesadas. Avanzaban con el exclamar de un grito de batalla, potenciado todo el cuerpo con fortalecimiento mágico (y alguno con objetos mágicos aparte), estaban a 30 metros de alcanzarnos.
—¡Ya casi!... -Coloque el arma en una cómoda posición.
20 metros…
—Los tengo en la mira…
10 metros…
—Están justo donde los quería -Aprete del gatillo del arma.
¡TARATTTRATRAAA…!
Ametralladora PK, una ametralladora de propósitos general (cumple funciones de una ametralladora portátil ligera o media), calibre 7,62 × 54 mm y de fabricación rusa (1961), porta un bípode que cumple la utilidad de sostener y estabilizar el arma para un mejor manejo como disparos más precisos. La PK suele ser empleada como una eficiente arma antiaérea ligera, expulsa los cartuchos disparados por una ventana de expulsión situada en el lado izquierdo del arma, al contrario de la habitual situada en el lado derecho de la mayoría de ametralladoras utilizadas en el lado occidental. Su alcance efectivo es de 1000 metros, y tiene una candencia de disparos de 650 balas por minuto, el cargador en este modelo que utilizo, dispone de 200 de munición.
Lo siguiente que veía a continuación, era una tormenta de arena, viento y sangre, docenas de balas inundaron a los ignorantes aventureros de la peligrosidad del arma que yacía en mis manos. Sin importar que algunos portasen armaduras pesadas reforzados con magia, escudos del tamaño de un cuerpo humano o fortalecieran su propia resistencia a cualidades sobrehumanas, el resultado fue de igual y fatídico para todos.
Los proyectiles penetraron cada una de sus defensas, los que estaban en el frente fueron los primeros en probar el fuego ruso de la PK, sus protecciones son atravesada, sus cuerpos perforados, se podía oír el tejido siendo destrozada por las balas y observar el diluvio rojo resultante. Armas soltadas por brazos destruidos, piernas pulverizadas por tal brutal fuerza hasta el punto de observarse una porción del hueso ensangrentado (y dañado), docenas y hasta cientos de trozos de carne volando por los alrededores.
Apenas se habían disparado 60 de las 200 balas, y la mitad ya se encontraba derrumbada, el resto empezó a reaccionar, observando con confusión y terror, como sus compañeros de armas caían con tal brutalidad. Desconocían por obvias razones en su totalmente, el artefacto con el que aquello masacraban a sus aliados, pero sus instintos de supervivencia naturales no tardaron en darle una alarma roja en su cabeza y proclamar en sus cabezas una orden inmediata, "¡HUYE!".
Sus rostros delataban el pavor, aquel espíritu combativo de su interior que rebosaba al tope del principio, ahora se estaba haciendo añicos en pedazos innumerables, para cuando llegue a 90 balas disparadas, todos cesaron sus movimientos y emprendieron la vuelta, estaban llevando a cabo la retirada. ¿Me detuve?, absolutamente NO, ellos me atacaron primeros, ellos amenazaron mi integridad física y con ello aceptaron los riesgos que correrían si las cosas no fueran acorde a sus planes.
No voy a tener piedad, no pienso tener piedad, ni misericordia y no puedo darme el lujo de tomar prisioneros, pese a que son aventureros como yo, tomaron la iniciativa de declararme conflicto por intereses económicos como un mercenario cualquiera haría. Dicho esto, no puedo permitirme ser blando ante tal gesto de hostilidad, tomare su declaración con seriedad y llevare a cabo las medidas que la situación misma ha ameritado, acabar con la mayoría de ellos.
—¡NO… BASTA… DUELE...!
—¡AYUDA… POR… FA…!
—¡NO QUIERO MORIR!...
—¡TENGO QUE SOBREVIVIR… MIS HERMANOS… MI MADRE!...
—¡NO PUEDO MORIR AQUÍ… MIS HIJOS… MI MUJER… DEVO VOLVER CON ELLOS!...
El anillo traducía a la perfección los ruegos, lamentos y lloriqueos de las docenas de aventureros, algunos continuando con su huida, otros yacían moribundos o heridos de gravedad en el suelo (con la mayoría faltándole un miembro o parte del cuerpo pulverizado). Pese al miedo, la desesperación y las lágrimas que cundió en todo el grupo, no me detuve, no me contuve, seguí disparando del PK, para mi solo eran meras excusas, tomaron su decisión y ahora, yo respondo con la mía.
Cuando las 200 balas han sido disparadas con éxito, todo aquel escuadrón de docenas de aventureros que se nos habían lanzado con una confrontación directa y amenazaban nuestras vidas, ahora yacían tumbados en el suelo. Esto supero mis expectativas, esperaba alcanzar a un estimado de solo la mitad, pero en enhorabuena, conseguir asestar en TODOS ellos.
La mayoría había muerto, otros seguían vivo solo para rogar en vano por ayuda, algunos estaban peor condiciones, les quedaban minutos o quizás segundos de vida, los que estaban más lejos del rango del arma, para su mala fortuna, tendrían una hora, pues, aunque la bala no les arranco algún miembro o considerable proporción de tejido del cuerpo, recibieron la perforación de tal munición en áreas delicadas como pulmones, hígado o hasta la propia medula espinal. Entre el fuerte dolor que padecen, la hemorragia interna y la incapacidad de ser atendidos inmediatamente para evitar daños permanentes o mortales, era como tener ambos pies en la tumba.
Con la munición agotada, me cubrí en las paredes del "escudo bunker", inmediatamente Crok se sitúa al lado de la ventana, con la espalda pegada a la pared, posicionándose con notoria experiencia de combate y sale de la cobertura brindando fuego contra los enemigos restantes. Los aventureros restantes que quedaban, eran aquellos que yacían a una proximidad de 160 metros, eran quienes estaban apoyando con ataques a distancia tanto normal como mágico.
Luego de ver como sus demás aliados fueron derrotadas, o mejor dicho masacrados unilateralmente, quedaron profundamente pasmados de la sorpresa, deleitando expresiones más de temor que de asombro, tanto del miedo sus brazos con los que utilizaban sus respetivas armas, los tenían paralizados y eran incapaces de continuar atacando. Cuando Crok abrió fuego contra ellos, observo como los suyos pronto empezaron a ser los eliminados de inmediato, Riha también se le unió para aumentar la potencia ya descomunal de subyugación contra los aventureros.
Querían huir, pero incluso sus piernas que les temblaba, les fallaban parar intentarlo, la mayor parte se dieron cuenta que la huida era totalmente inútil, a no ser que fueran capaces de desplazarse inmediatamente lejos en un segundo, pues aquellas "armas desconocidas" de notorio poder, los alcanzaría después de todo. Desconocían lo que era, solo ya tenían una pista de que su funcionamiento consistía en que disparaba unas especies de "proyectiles" que no pueden ser percibidos a simple vista (y no emiten magia), y son más rápidos como letales que una flecha o virote, tanto normales como mágico, llegando incluso a intuir instintivamente, que quizás también posean un alcance mayor.
Los que aún no habían recibido una bala, soltaron sus armas y levantaron sus manos, proclamaron su rendición. La Lupian y el hombre amazona, cesaron sus disparos.
—¡POR FAVOR NO ME MATE!, ¡ME RINDO!.
—¡HARE LO QUE ME PIDAN!, ¡NO ME MATEN, SE LOS SUPLICO!.
—¡HE ARROJADO MIS ARMAS!, ¡RUEGO SU PIEDAD!, ¡QUIERO VOLVER A VER A MI FAMILIA!
Ya habían soltado sus armas, pero sus ruegos e insistencia por seguir viviendo, aun no callaban, y entre tantas bocas suplicando a la vez, casi se hacia inentendible, aunque claro, eso a Crok le daba igual, porque de todas formas no les entendía nada.
—¿Qué demonios están diciendo? -Se pregunto el hombre amazona —Tiraron sus armas y levantaron las manos, entiendo que se están rindiendo, pero las palabras que salen de su boca… ni una les comprendo.
—Están suplicando como niñas chiquitas, que no los maten -Resumí sus declaraciones en tal oración.
—Oh… bueno, ganamos entonces, ¿no? -Comento un contento Crok.
—¿Qué haremos con ellos? -Pregunto la Lupian.
Originalmente quería acabar con todos y terminarlo rápido, pero viendo que a voluntad tiraron sus armas y ya no tenían la más mínima intención de fomentar algún grado de hostilidad, me daba la duda de si proseguir o no. Más si tomo en cuenta que son aventureros, quizás si fueran meros bandidos, ya serian comida para las arenas del desierto (y sus carroñeros). Entonces, se me ocurrió un plan, quizás podría sacarle cierto provecho a mi favor de todos ellos.
—¡USTEDES! -Me dirigí hacia los aventureros por la ventana del "escudo bunker" —¡Acérquense aquí!, ¡lentamente, y nada de movimientos sospechosos o abriremos fuego y los eliminaremos en el acto!.
Moví mi cabeza a modo de gesto para Crok y Riha, quienes asienten y salen de las coberturas, situando uno en el lado izquierdo y otro en el derecho, con sus armas en alto y apuntando a los aventureros. Haciendo caso a mis ordenes emitidas, se acercan lentamente, manteniendo sus manos en alto, con una distancia prudente entre ellos y todos visibles a simple vista, en total quedaron solo 9 de ellos.
Los nueves restantes se situaron a solo escasos metros de mi posición (frente de la ventana del "escudo bunker"), se detuvieron y formaron una fila para seguir perfectamente a la vista de nosotros. Al observarme todos ellos más de cerca y la armadura negra que portaba con el aspecto de casco de dragón con los cuernos incluidos (y las iniciales ML en la frente), se notaban el nerviosismo en todos los presentes, pues tal apariencia denotaría intimidación a primera vista. Mantuve mi arma apuntándole, ya reabastecida con 200 balas más, que, para mi desgracia, era mi ultimo lote del tipo de munición que disponía para esta arma.
—¿¡Quien habla por ustedes!? -Pregunte por su líder.
—Creo… que él… -Uno de los aventureros señalo.
Su dedo apuntaba a la pila de cadáveres de los aventureros que se habían lanzado a un asalto directo, siendo uno de los tantos cuerpos tan despedazado y primerizos en recibir la mortal lluvia de la ametralladora PK.
—Creo que fue el primero en morir, o quizás el segundo -Comento Crok.
Viendo que su presunto "líder" ya estaba muerto, les pedí entonces que escogieron a un portavoz de los restantes que quedaban, ofreciéndose enseguida por voluntad propia a hablar por todos, un arquero Anubian de delgada complexión.
—Me sorprende ver a un Anubian como arquero, por lo general, tienen mejores dotes físicos que los humanos, haciéndolos más idóneo como guerreros o combatientes cuerpo a cuerpo -Argumente a modo de opinión.
—Y-yo… no soy bueno con las espadas o lanzas o hachas, señor… destaco mejor con un arco… es así desde que era un niño… -Fueron las declaraciones del Anubian.
De los 9 aventureros restantes, 7 eran humanos, 1 un Kamodo y el ultimo el Anubian con el que hablaba.
—¿Cómo te llamas muchacho? -Le pregunte.
—Me llamo Malkha, señor…
Por su aspecto y voz, calculaba que mínimo, era un Anubian que rondaba en sus 20 o quizás 19 años, un joven en toda regla, de actitud precavida, pues al ser el único semihumano de su tipo aun vivo, denotaba cautela en su vida como aventurero.
—De acuerdo, Malkha, ¿entiendes porque están aquí? -Le pregunte.
—Porque, nos los pidió, señor…
—Correcto, ¿sabes porque?.
—¿Para decidir… que hará con nosotros?.
Pese a estar nervioso, no titubeo para decirlo directamente, este Anubian tiene agallas.
—S-siento ser atrevido al preguntarle, señor… ¿va a matarnos? -Fue otra directa del Anubian.
Como dije al principio, matarlos a todos era la idea del principio, pero tenían mejores planes para usar a estos aventureros a mi favor.
—No, no voy a matarlos, ya que también soy un aventurero -Les aclare.
—Usted es… ¿un renegado?, señor -Con delicadeza y respeto, el Anubian pregunto.
—No, soy un ghrayb, vengo del continente de Gresswold, termine por accidente mientras hacia un encargo, aquí en Sharya -Relate —Trato de volver a mi hogar, pero en las circunstancias en la que me vi envuelto, tuve que involucrarme con un conflicto de este reino, que nada tiene que ver conmigo, y que lamentablemente, es mi única y más confiable vía de retorno a mi continente.
Les explique la única razón por la que podía entenderles y hablar con ellos, es por un anillo mágico de considerable poder, dado a que su habilidad especial era servir de traductor, pero solo funcionaba con el idioma de los locales de esta nación.
—Si los dejo vivir, no es por piedad de un aventurero a otro, quiero que den un mensaje alto y claro, ¡quiero que le digan a todo el gremio de aventureros de este reino que…!
Mi declaración es interrumpida, siento una considerable presencia mágica hostil a mis espaldas, voltee solo para que la protección metálica de mi hombro y pierna izquierda sean atravesados por lo que parecía ser unas punzantes lanzas. O, mirando detenidamente mejor, dos largas cadenas cuya puntas era las de una lanza, habían conseguido tomarme por sorpresa, y traspasar las defensas de mi armadura, pero por fortuna, las puntas no consiguieron llegar a profundidad.
A pesar de que ambos consiguieron atravesar la armadura del Intense Iron, las punzantes lanzas solo consiguieron apuñalar hasta la epidermis, en el ultimo segundo, de alguna forme, conseguí concentrarme lo suficiente para distribuir mágicamente un aumento de reforzamiento mínimo de último momento a la dureza a la parte frontal de la armadura (si hago eso a todo momento, la concentración para mantenerla me impediría usar las armas de fuego correctamente).
Mi agresor pronto se revelo ante mi vista, se encontraba escondido en lo alto de una palmera del oasis, un hombre de túnica (con turbante) de un estimado de 30 de edad, de barba y con el llamativo rasgo de poseer un ojo izquierdo totalmente en blanco.
—¡Es ese infeliz codicioso del principio! -Exclame.
El hombre que apareció al principio antes que le siguieran la docena de aventureros, era él, pensé que había muerto, dado a que resaltaba como el "líder" del grupo. Pero inesperadamente, el desgraciado sigue con vida, desde lo alto de la palmera, de las palmas de sus manos, había materializado largas cadenas cuya punta era una letal lanza de metal, cuyo alcance llegaba a 30 metros. Aquello era su habilidad mágica, pues su ataque que se intento por mi retaguardia, delato sus acciones al ultimo momento antes de que lograse alcanzarme por mi espalda (donde es menos resistente físicamente que la parte delantera).
—¡ROZ! -Riha pronuncia mi nombre con notoria preocupación.
—¡No intervengan! -Les ordenes a los dos —¡Mantengan su posición, yo me encargo de él!.
Los aventureros que se habían rendido, aun no intentaron nada, y mientras ellos dos le siguieran teniendo en la mira, no lo intentaran, aun si uno de los suyos sigue dando resistencia, no harán nada mientras aún no haya caído yo. De repente, las cadenas se mueven por voluntad propia como serpientes y se estiran para enredarse sobre mi cuerpo e inmovilizarme, uno en torno a mis brazos y el otro sobre mis piernas.
—¡NO, no te lo voy a hacer fácil, árabe mierdoso! -Exclame furioso.
Lleve la fuerza a mis miembros superiores, Intense Iron hizo que la armadura en torno a los brazos creciera de tamaño, denotando unas especies de venas grises innaturales sobre la superficie del metal. La fuerza en torno a mis brazos aumenta con creces, y logro quitarme las cadenas, recuperando la total movilidad de estos. El aventurero de barba parece impresionarse, mientras de mi parte, reacciono de inmediato y le apunto con la ametralladora PK.
Disparo al acto, y las primeras balas logran dar sobre el hostil en lo alto de la palmera, las cadenas que había materializado desaparecen al instante, y el objetivo tras el impacto de los proyectiles, cae directo hacia el suelo sin manera de amortiguar el daño por el brusco aterrizaje, aunque la palmera del cual cayo, tenia una altura estimada de 10 metros. Pero las lesiones por la caída era la menor de sus preocupaciones, me acerque a él, apuntándole en todo momento, observo que las balas que dieron en el aventurero hostil, habían impactado directo en el pecho, no en la zona del corazón, pero las heridas como tal era grave, pues perdía mucha sangre.
—¡Se acabo!, si te hubieras rendido como el resto, no estarían haciendo gárgaras con tu propia sangre ahora -Le dije.
El aventurero pronto pronuncio unas palabras en voz baja que me era imposible de comprender, pronto aquel ojo blanco izquierdo suyo emite un sospechoso brillo y se separa de su cuerpo. Flotando mágicamente en el aire, y convirtiéndose en unos segundos, en un cráneo humano volador rodeado de fuego.
—Esa no me la esperaba… -Pensé en voz alta.
El cráneo volador envuelto en fuego abre su boca, disparando una llamarada de su dichoso elemento en torno a mí, reacciono a tiempo y retrocedo evitando las llamas. Aquella llamarada con la que me ataco tenía un alcance efectivo de 12 metros, pero no descartaba la posibilidad de que pudieran atacar en la forma de proyectiles a distancia (bolas de fuego).
Levante en alto mi alma, y me prepare para disparar, hasta que… los disparos de otra arma suenan en su lugar, impactando en el cráneo volador y destrozándolo en el acto, un grito de tono de bestia demoniaca surge en el ultimo momento de su destrucción. El responsable de la aniquilación del cráneo objetivo invocado, fue Crok, quien lo tenia en la mira de su M16.
—Siento no mantener mi posición -Se disculpa él —Es que era un blanco bastante fácil, como un dron de combate, solo que en versión sobrenatural.
No podía regañarlo, si soy honesto, consumir unas miseras balas de M16 a comparación de varias de una PK para destruir a ese solo incordio flotante en llamas, me salió más económico. Por no mencionar que fue una acción conveniente, aquel cráneo tenía en evidencia toda su atención fijada en mí, ignorando del todo a mis aliados, puede que tuviera la chance de esquivar algunos disparos de la ametralladora PK, le daría al final, pero Crok me arrojo el trabajo, y el evitar desperdiciar más munición de la necesaria.
—Acabo… con… él… -Oí a uno de los aventureros rendidos hablar.
—¿Quién?, ¿quién es ese imbécil de barbas? -Me acerqué a ellos y les exigí una respuesta.
—Señor… ese aventurero es conocido como… Dulnara Alnacu, del clan "Nezaria" -Explico el Anubian llamado Malkha.
—¿Clan que…?.
—Escuche sobre ellos…
El hombre de Adil, el único que no me traiciono, y vigilaba al traidor manteniéndolo en el suelo, hablo para dar más detalles sobre este clan "Nezaria".
—El clan "Nezaria" es conocido en todo el reino de Quíatar, es un linaje de guerreros con siglos de generaciones como aventureros, los mejores de su oficio en todo el reino -Detallo el hombre de Adil.
De modo que el que me ataco, pertenece a una familia belicosa que en sinónimos significa más problemas para mí, de todos los aventureros que me atacaron hoy, fue el que más se acerco y logro herirme (herida leve). Me acerque al hombre de barbas revelado como "Dulnara Alnacu", enseguida la marca de aventurero se revelo en su brazo izquierdo, el numero "6" resaltaba de este, aquel numero dejaba en claro, que tenia años de experiencia con este oficio. Con el manifestar de la marca del aventurero, se confirma su muerte producto por la fatalidad de sus heridas.
—Ahora, volveré a lo que estaba antes de que fuera interrumpido, el mensaje que tengo para que le den al gremio de aventureros -Regrese con los aventureros que se habían rendidos —El mensajes es… ¡¡¡NO-VUELVAN-A-JODERME!!!, ¿¡he sido malditamente especifico y claro!?.
—Si… señor… -Me responde únicamente el Anubian Malkha.
—¡Quiero oírlo de todos!, ¿¡HE SIDO MALDITAMENTE ESPECÍFICO Y CLARO!? -Pronuncie a todo volumen.
—¡SI, SEÑOR! -Exclamaron todos los aventureros rendidos a todo pulmón.
A pesar de mi adolescentica apariencia (de 13 años), el portar una intimidante armadura negra con cabeza de dragón, masacrar a buena parte de los suyos y abatir a un aventurero de renombre en frente suyo. Influyeron lo suficiente para "convencer" a los enemigos restantes, de que luchar contra mi y mis amigos, era inútil, ellos se retirarían, volverían al gremio de aventurero más cercano y divulgarían el mensaje que les di, fuerte y claro.
Aunque si buen, esto tiene su lado negativo, al dejar a un enemigo vivo tras presenciar mis capacidades de combate, les daba a potenciales enemigos, información en torno a mis habilidades. Pero a la vez, fomentaría considerable terror en las masas de aventureros del reino de Quíatar, luego de que escucharan sobre esta matanza, estoy seguro, de que la inmensa mayoría de ellos, se los pensaría cinco veces antes de querer ir por mi cabeza. De esta manera, me libraría de buena parte de ellos, aunque no se si podre decir lo mismo de este clan "Nezaria", pero funcionara en un gran numero y con eso, de momento tendré que conformarme.
—"Ahora debo darle prioridad a un asunto de ultimo momento" -Dirigí esas palabras en mis pensamientos, mientras miraba fríamente al agresor que me había atacado a traición con una ballesta oculta.
Continuara…