PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
La escopeta TAVOR AS12 estaba vacía de munición, un moribundo Muhaqdad deposito todas sus fuerzas restantes en un último ataque, con mis piernas sujetadas por la tenaz fuerza de una arena sobrenatural, mi movilidad estaba estancada. Yusuf se acercaba a mí con el filo de una punzante lanza hecho de una medida desproporcional, apuntando a mi cabeza, fortaleciendo su arremetida con fortalecimiento mágico.
—"No hay manera de que sobreviva a eso" –Pensé entonces entre nervios e incertidumbre.
La distancia entre su punzante arma y mi cabeza era cada vez más reducido.
—"15 centímetros"…
No había formar de que pudiera recargar a tiempo.
—"12 centímetros"…
Tampoco tenía tiempo para crear un escudo con "Materialización", por no mencionar que con tal lanza apuntándome y la fuerza de su embestida, fácilmente la atravesaría.
—"7 Centímetros"…
La posibilidad de "Materializar" un arma pequeña como una pistola, también estaba fuera de discusión por el tiempo.
—"2 centímetros"…
Todo acabo aquí…
¡BANG¡
El ruido de un disparo de pistola, pero no cargo con ninguna en mis manos, todo lo percibo como si se moviera a cámara lenta, al mirar fijamente a la frente de Yusuf, un agujero se produce en esta. Todo su cuerpo comienza a retroceder hacia atrás lentamente, la velocidad del propio tiempo comienza a acelerarse hasta retornar a su ritmo original, o quizás aquello que note era solo una mera alucinación.
Pero el disparo, eso no lo fue, aquello que impacto en la frente del Muhaqdad, detuvo su ataque, lo forzó a retrocedió a solo 2 centímetros de alcanzarme y lo abatió en el acto. El elemental humanoide de arena de Yusuf comienza a temblar incontrolablemente como si padeciera convulsiones, aquel cordón de aspecto espiritual de su vientre que le unía a Yusuf desde su espalda, había desaparecido. Emite un rugido antinatural, su energía mágica le abandonaba y eventualmente desapareció como polvo siendo llevado en el viento.
—"Diría que eso fue extraño, pero desde que llegue a este mundo, ¿qué cosa seria lo normal?" –Me pregunte con hilarante detalle.
Pero ahora mis dudas estaban centrados en el tirador de aquel disparo, no tarde en darme cuenta de donde procedía, voltee a la dirección del cual deduje de donde vino aquel tiro, encontrándome con alguien que cargaba a una débil Riha en sus espaldas. Quien llevaba a mi compañera, era un joven alto, de tez blanca, cabellera negra y vestía únicamente un pantalón, en sus manos portaba la pistola Beretta 92 9mm.
—"¿Por qué lleva una de mis armas ese extraño hombre?, un momento, ya lo he visto antes…"
Era aquel chico de la celda, el que tenía la boca cubierta por un trapo y reaccionaba extraño al verme a mí, como si con sus ojos señalara el arma que llevaba en aquel entonces cuando me le encontré (que era el AK-47). Pero noto también algo que llamo mi atención, la manera en que sostenía la pistola e incluso la postura de sus piernas, una estaba un poco más delante de la otra, con ambas extremidades inferiores semi-flexionadas. Uno de sus brazos se extiende y el codo del brazo restante se dobla como para ser el soporte.
—"Aquello es una postura para empuñar y disparar una pistola de la manera más eficiente, la forma en que está posicionado, no hay error…" –Analice en mis pensamientos.
—¡Roz!, ¡Roz!, ¿¡estás bien!?.
Las palabras de Riha me sacan de mi subconsciente, aquel joven que le carga, camina hacia donde me encontraba deteniéndose al estar a la suficiente distancia para interactuar conmigo, la loba le pide que le bajase, a lo que él con diligencia lo hace de manera cuidadosa. Riha apenas era capaz de mantenerse de pie, no tarde en percatarme que quizás esto era obra de los cristales de mana que le di ("sobredosificación mágica"), por lo que opto por sentarse en el suelo.
—Me alegra saber que te encuentras bien Roz… -Dijo la Lupian agitando su cola animal que delataba sus sentimientos —Me agrada la armadura que llevas puesta, el detalle de los cuernos es increíble.
—Si, como sea, con solo mirarte me doy cuenta de que abusaste de los cristales de mana, te advertí que algo así iba a sucederte –Le deje en claro —Ahora quisiera que me respondas, ¿por qué él tiene una de mis armas en sus manos?.
Cuando toque el tema en torno a aquel enigmático joven, este le regresa la Beretta 92 a la Lupian y se dirige a mí, parándose firme, pero sin mostrar señal alguna de hostilidad en sus expresiones o movimientos.
—Siento haber tomado una de las armas de tu compañera, no es su culpa, asumo toda responsabilidad de ello –Dijo el muchacho con un tono y actitud bastante educado.
—Uno de esos kamodos logro darme en la espalda con un proyectil mágico, logre evitar una herida fatal, pero la pistola se me escapo de la mano y luego… -La Lupian conto el resto con más detalles.
De modo que fue rodeada por numerosos Kamodos, estaba cerca de ser asesinada o quedar en un estado fatal, hasta que de pronto el prisionero de aquella celda se apareció, logro repeler el ataque de los magos semihumanos y le ayudo en el resto de lo que duro la contienda.
—Su nombre es Crokr… Crokra… Crokre… bueno, solo Crok, solo Crok –Riha me lo presenta, revelando su nombre.
—Un placer –El tal Crok me estrecha la mano.
Pero los saludos son dejados a un lado, cuando oigo un ruido sospechoso provenir de una dirección, guardo la escopeta Tavor AS12 en la espalda, acoplándola magnéticamente y tomo la AK-47, apuntando a la dirección proveniente de aquel sonido. El causante de tal estado de alerta, era Adil, el líder rebelde, quien algo desorientado, se acerca a nosotros.
— ¿Adil?, ¿de dónde diablos saliste? –Le pregunte.
—Del lugar al fuimos a parar cuando fuimos teletransportado por ese Kamodo –Me contesto.
El sitio por el cual terminamos llegando al patio, en donde al principio nos tenían rodeado con una guarnición entera, junto al mandamás de este lugar y sus segundos al mando. Ahora entiendo a que se refería Muhaqdad, cuando dijo que había dejado a Adil en un lugar seguro, de esa modo su técnica nunca podría haberle alcanzado, pues esa sala estaba fuera del rango de dicho ataque, ya que no estaba encerrado en la jaula de arena.
— ¿Puedes entender lo que dice?, ¿hablas el idioma de los nativos de esta reino? –Crok pregunto con cierto interés.
—No, es por el anillo mágico que utiliza, le permite entender y hablar el idioma de esta gente –La loba humanoide contesto por mí.
Riha ha abierto la boca de más, aunque dicha información tenga una importancia menor, preferiría no revelar más detalles necesario a este tal "Crok", hasta estar más seguro de quien es, o sobre sus intenciones (en especial las posibles que oculte).
— ¿Qué sucedió con Yusuf?, la arena ha desaparecido… -Planteo el líder de los rebeldes con confusión e incertidumbre.
—Si buscas a Yusuf, está por allí –Le señale con el dedo.
Adil volteo para encontrarse con el cuerpo sin vida del Muhaqdad, su mirada se tornó de inmensa estupefacción, con sus manos froto sus ojos, como si con incredulidad se resistiera a creer lo que su visión misma y directa le mostraba.
— ¿Esta...?
— ¿Muerto?, ¿difunto?, ¿caducado?, la respuesta es un "si" –Le conteste aclarando aquella duda que le era difícil de digerir.
Se acercó más a su cadáver, mirándole detenidamente su rostro, tocando su cara con su palma derecha, como si comprobase que fuera el auténtico Muhaqdad y no una imitación hecha de arena.
—Por años… hemos tratado de acabar con él, tantos hombres asesinados bajo su espada, sepultados por su arena… -Declaro Adil con cierta angustia emocional —Lo conocían como el "Muhaqdad" que pudo acabar con un ejército de 200 hombres, él solo en una noche.
Si el combate donde libro con ese ejercito de 200, fue en un desierto o en una zona donde la arena rebosaba a su alrededor, no me extraña que haya tenido la victoria, además de que esta el tema de los guerreros con los que lucho, ¿eran magos la mayoría o no-magos?.
—Ha muerto… finalmente, ¡el maldito se murió! –Exclamo el líder rebelde, dándole un puñetazo en el rostro al cadáver del Muhaqdad —Siento que hayas visto eso, quería desahogarme… a muchos de los que mato, eran viejos compañeros de armas que conocí en mi época de juventud.
— ¿Cuántos años se supone que tienes? –Le pregunte.
—Pues tengo 45 años.
—Creí que eras alguien de treinta.
—Oye, eso es un insulto, pero supongo que es un elogio en tus tierras, ¿no?.
Según la cultura de este reino (y quizás de las naciones que le rodeen), referirse a la edad de un guerrero con menos años de lo que tiene, se lo considera una ofensa, porque sería como insultar sus años de experiencia en dicho oficio o su maestría como tal. A mayores años de vida en un combatiente, es sinónimo de respeto en estas tierras.
—El Muhaqdad podrá haber muerto, pero aún tenemos un enorme problema –Lleve el tema de importancia en torno a la situación de esta operación.
Aun con la muerte de Yusuf, aún quedaba el asunto de su ejército estimado de 3000 hombres rodeando la fortaleza, me tome unos momentos para con Intense Iron, dar unos cuantos saltos sobrehumanos, escalar las paredes y subirme a lo alto de una posición elevada. Estaba boquiabierto, fuera de estos muros se encontraban centenares de soldados, aquellos que empleaban maquinaria de asedio, apoyo de escuadrones magos con báculos y otros objetos mágicos, en la vanguardia (la más numerosa) tenían a infanterías (cuerpo a cuerpo) divididos en escuadrones de guerreros ligeros (que llevaban protecciones mínimas/moderadas) y las unidades pesadas (blindados) y sin olvidar a los tiradores (arqueros y ballesteros) cuyo número casi llegaban a los siete centenares. No solo había humanos, semihumanos como Anubian, Kamodos, Enanos y algunos Beremita, formaban parte de dicha fuerza militar.
—"Ese es un numero jodidamente problemático".
Retorne con los demás para contarle sobre el inmenso número de hostiles que nos rodeaban, como era de esperarse, el propio líder rebelde se sentía emocionalmente inquieto. Esos soldados no se quedaran allí parados todo el día, en cualquier momento sospecharan que algo le paso a su Muhaqdad y vendrán todos a indagar al mismo tiempo, allí será nuestro fin cuando ocurra.
—Una cuestión, si su líder ha muerto, ¿no se rendirían? –Pregunte.
—El Muhaqdad Yusuf los entreno arduamente, para que lucharan incluso si él cayera en batalla –Dejo en claro Adil —Superándonos en número, no hay forma alguna de que decidan rendirse, nos asesinaran para vengar la muerte de su líder.
—"Mocoso, aún queda suficiente energía mágica para utilizar tu "Materialización", ¿o piensas morir patéticamente aquí?" –La voz de Myldark resonó en mi mente.
Nos tenían rodeado, nos superaban por miles, utilizar los GAU-19 sería tedioso y difícil que llegara a eliminar a todo ese ejército dado a la forma en que están posicionados, pues me costó la mitad de dicha energía mágica para acabar con la guarnición de la fortaleza bajo el mando del capataz Enano, el cual lo conformaban un numero aproximada menor a mil y tomando en cuenta que los tenía a todos justo en frente de mí, eso facilitaba las cosas.
Pero las fuerzas de Yusuf estaban dispersas por los alrededores de la fortaleza de Hasr, tendría que invocar un GAU-19 en cada punto estratégico para eliminar a buena cantidad de ellos, y no hay seguridad de que logre siquiera acabar con la mitad antes de que se acabe todo el suministro mágico. A menos que…
—Se me ocurre una solución a este dilema, aunque tengo un cierto inconveniente… -Exprese ante los demás.
— ¿Qué clase de inconveniente? –Pregunto Adil.
—Si pudiera ver al ejército enemigo desde la posición en donde estoy parado, podría entonces llevar a cabo mi "plan" para acabar con ellos desde aquí mismo.
Desconozco si materializar un arma que posea una pantalla con imagen satelital para captar los alrededores fuese posible para resolver este obstáculo (o si pudiese funcionar tomando en cuenta que no hay satélites artificiales en Avalia), por no mencionar que dicho armamento debe costar una increíble cantidad de mana para invocar algo así. La visión es el principal problema, podría situarme en lo alto de una posición elevada, pero solo podría ver desde una dirección en específico, y mi plan es atacarlos a todos de manera consecutiva acertando en la mayor cantidad de blancos posibles, una pésima visión es propenso a fallar y que el enemigo consiga reaccionar para evitarlo.
—Creo que puedo ayudar con eso –El tal Crok hablo —¿Dijiste que lo que necesitas es poder ver al enemigo desde aquí mismo?.
Se hace una diminuta herida en uno de sus dedos, con una gota de sangre el cual imbuye en mana, realiza el método de invocación de un Espírano, llamando a una águila de plumaje blanco en la parte de la cabeza y el resto de su cuerpo poseía plumas de color marrón. A primera vista parece un águila común y corriente, con la excepción de un cristal incoloro que estaba incrustado en su frente.
—Este es mi fiel compañero, Predator –El mago nos presentó a su Espírano —Tiene la capacidad de transmitir lo que ve su cristal a mis ojos, y yo puedo compartir esa "visión" con una persona a la vez.
En resumidas cuenta, todo lo que el Espírano de Crok vea en ese cristal en su frente, él lo vera, y puede compartir esa misma visión con otra persona, tan solo necesitaba hacer contacto con dicho individuo.
— ¿Cuándo comenzamos? –Pregunto Crok mientras su fiel compañero Espírano esperaba en su brazo.
Le pedí que esperase un momento, para luego tomar algunas armas metálicas de los enemigos masacrados por los GAU-19, con una sola bastaba, pero tome unos tres sables para ahorrar unas cuantas energías mágicas en el proceso. Utilice por consiguiente mi poder ESP con "Materialización", como era de esperar los recursos metálicos que tome no eran suficiente, por lo que se "replico" la masa de la cantidad utilizada para compensar la necesaria ante el arma que estaba creando con mi habilidad.
—Está listo…
Traje a este mundo con mi poder, un mortero M224 de fabricación Estadounidense (1978), esta arma fue muy popular en conflictos como Vietnam y aquellos que se situaron en medio oriente, a través de mí "Materialización" cree a continuación, la munición en específico que utilizaría. Entonces mire a Crok quien se mostraba absorto como asombrado ante la aparición del mortero, al volver en sí, me pregunta si ya era hora de desplegar en los cielos a su compañero Espírano, a lo que respondo "si" asentando con la cabeza.
Predator toma vuelo y alcanza una altura estimada, Crok se sitúa a mi lado y toca mi hombro derecho, aunque la armadura era con la que hacia contacto físico, no suponía un problema, pues aun podía enlazarme con la visión de su Espírano. Entonces desde mi consciencia, era capaz de ver lo que aquella águila en el cielo nocturno era capaz de observar.
—"Increíble…" –Pensé en mi mente.
Era una visión en blanco y negro, pese a que era de noche, podía ver con claridad a los soldados que rodeaban la fortaleza, era como si mirase a través de un equipo de visión nocturna, o podría quizás compararlo mejor como ver por medio de un VANT (Vehículo Aéreo No Tripulado). Predator volaba en círculos, no parecía llamar la atención de los soldados, o ellos quizás no le prestaban absoluta importancia, lo que garantizo una segura visión cenital en torno al enemigo.
Nunca en mi vida he manipulado un mortero, de hecho, es la primera vez que toco uno autentico en mi vida (al menos en esta), siempre me he limitado a ver como son a través de internet (cuando aun vivía en mi mundo natal), entonces, ¿para qué materializar un arma que no sabía cómo utilizar correctamente?. La respuesta vino a mi cuando toque el arma, en mi mente, llevo la imagen de un libro o más bien una enciclopedia que ponía "Armanum" en la portada, esta se abre mostrando varias páginas en blanco, hasta detenerse en una en particular que también no tenía nada escrito.
—"Esto, ya lo había visto antes…"
En la página vacía pronto se plasman letras y la imagen del mortero M224, mostraba al detalle cómo utilizar dicho armamento, pero ni siquiera me dio tiempo para leer a todo el contenido. Pronto mi cuerpo se movía por cuenta propia, manipulando el mortero con una eficacia que claramente no era propia de mí, calibrando la trayectoria y acto seguido tomando un proyectil, el cual se inserta en el tubo para acto seguido, ser disparado.
Desde la visión de Predator, observo como el proyectil impacta de lleno sobre un gran número del ejército enemigo, dispersando un denso humo tras su impacto, mi cuerpo no se detiene y continua manipulando el mortero a una velocidad inhumana, vuelve a calibrar rápidamente la trayectoria, utilizando un segundo proyectil. El proceso se repite, desde la perspectiva del Espírano de Crok, observo como la reacción del ejercito enemigo palidece antes de que más proyectiles terminen impactando sobre ellos. En total se utilizaron 7 proyectiles.
Mi conexión con la vista de Predator se desconecta y el M224 se vuelve un charco de líquido metálico inservible, la razón es que cumplió con su cometido, los demás observaron que a lo alto de los muros de la fortaleza un denso humo blanco ascender, pero esta mantenía distancia de nuestra posición, dicho humo se encontraba dispersa alrededor de la prisión fortificada, es correcto, es donde estaba concentrado la fuerza enemiga. Llantos se oyen desde fuera de esas paredes, cientos y cientos de alaridos de dolor, un musical de angustia y sufrimiento, eso significaba que el bombardeo fue exitoso.
Pronto el Intense Iron en mi cuerpo es retirado contra mi voluntad, esta regresa a su forma de collar negro, la enorme reserva de energía mágica que utilice con el mortero, termino agotando tal cantidad de mana que amenazaba mi integridad física. Ya no podía hacer uso de "materialización" como lo hice hasta hace unos momentos, pero a este punto ya no me importaba, el oír de los chillidos de tormento de los soldados enemigos, me decía que había asegurado mi vida… de momento.
—Tantos gritos… en nombre del creador absoluto, ¿qué es esa cosa? –Pregunto un perplejo Adil al ver el humo blanco.
—Fosforo blanco… -Pronuncie en voz alta.
Las cargas utilizadas en los morteros, dispersan un agente químico en la forma de una extensa pantalla de humo, al impactarse se quema con el oxígeno, y se continua quemando alcanzando temperaturas elevadas de más de 800ºC. La exposición a este químico produce dolorosas quemaduras de segundo y tercer grado, el cuerpo puede absorber grandes cantidades y filtrarse a varios órganos interno (séase por ejemplo el hígado, riñón o inclusive el corazón), lo que conlleva a un daño irreversible y la falla permanente de dicho órgano.
—Asombroso –Expreso la Lupian asombro ante la nueva arma — ¿Deberíamos comprobar que todos hayan muerto?.
—No es una buena idea que digamos –Opino Crok en torno a la sugerencia de Riha.
Si fuéramos ahora, nos expondremos ante el fosforo blanco, debemos esperar unos momentos para permitir que se consuma lo suficiente para no ser peligroso para nosotros.
__________________________________________________________________
Al cabo de unos 15 minutos estimados, abrimos la gran puerta, la única entrada como salida a la fortaleza de Hasr, cada uno llevaba un farol de mano iluminado por una piedra mágica de luz, Riha ya podía ponerse de pie y caminar por su cuenta, pero con algo de dificultad. Llevaba apuntando al frente con el AK-47 en mis manos (había guardado la escopeta Tavor AS12), Riha hacia uso de la Beretta 92 con sus sentidos atentos a su alrededor, en cuanto a Crok y Adil, los dos se valían de una cuchilla para defenderse.
—I-increíble… ¿este es el poder de aquella arma que Roz utilizo? –La loba fue la primera en quedar notoriamente anonada.
—No debe quedar uno solo ileso –Expuso Crok su impresión ante lo que observaba.
—Un horror… que solo podría verse en el reino de la agonía –Manifestó Adil con intenso temor.
Aun ante la oscuridad, la luz combinada de todos los faroles alumbraba el paisaje de muerte y martirio que se exhibía ante nuestros ojos, los gritos estaban en todas partes, un sofocante calor residual del químico aún estaba impregnado en el ambiente, a pesar de que las noches en el desierto los fríos llegan a tener temperaturas de -10ºC. Y entonces éramos testigos del tormento y agonía de estos soldados.
Cientos de cuerpos dispersados por las arenas con signos de quemadura que habían destrozado casi toda la piel y hasta en algunos casos, exponer huesos como carne a la vista, quienes no murieron en el acto, son quienes padecieron la peor suerte. Observamos como un Anubian se arrastraba por el suelo, había perdido ambas piernas, le faltaba un brazo y casi todo su cuerpo tenía quemaduras de segundo grado, se desplazaba utilizando su único miembro superior, el cual estaba carbonizado a medias con solo dos dedos restantes.
Mientras avanzamos entre carbonizados cadáveres, nos encontrábamos a más moribundos en un estado igual o peor que el Anubian, desde un hombre que perdió todas sus extremidades llorando boca abajo con su espina dorsal casi observable, un demonio Beremita que yacía sentado sobre una pila de cadáveres, con las piernas carbonizadas y con sus ojos totalmente quemados, el cual con sus últimas fuerzas, rebana su cuello con una daga. Y hubo uno en especial, era un Enano que me sujeto del pie, su rostro estaba desfigurado hasta el punto de parecer un monstruo no-muerto, le faltaba un brazo y la carne como huesos de sus piernas, estaban mayormente expuesto.
—Ayu… da… por… favor… dolor… quita… melo… - Fueron las palabras del moribundo guerrero.
Le apunte con el AK-47 y le abatí de un disparo en la cabeza, rematarlo a este punto no sería un acto sádico, sino todo lo contrario, pero no estaba dispuesto a gastar una bala por cada moribundo individuo a mi alrededor, solo hice una excepción en este caso. Los que aun respiraban, pero el daño en sus cuerpos era tan grande, que dejaba al descubierto algún órgano o la buena parte de su carnosa estructura como ósea, a lo sumo le quedaban unos minutos más de vida. Los que perdieron extremidades o presentaban en gran parte quemaduras de segundo grande, quizás le quedaban 40 a 50 minutos de agonía.
—Casi todos repiten la misma palabra, "Taqwakee" –Comento la Lupian.
— ¿Alguien sabe qué significa esa palabra? –Pregunto Crok.
Era cierto, todos los alaridos o los gritos que manifestaban la intensa angustia que padecían aquellos que tuvieron el infortunio de haber sobrevivido, replicaban esa palabra, o al menos en consciencia de ellos dos. En mis oídos, gracias al anillo mágico traductor, en lugar de escuchar "Taqwakee", yo oía "Piedad", aquello era el significado de aquella palabra, aquello fue lo que me dijo aquel guardia de Amira cuando le mate.
—"Tal paisaje de destrucción" –La voz de Myldark resuena en mi cabeza —"Mocoso, aquella granada que usaste con ese debilucho autoproclamado como Muhaqdad, ¿acaso…?"
—"Te diste cuenta, si, también era fosforo blanco, pero uno específicamente hecho para lidiar con tipos problemáticos como él" –Le conteste de mi parte.
La escopeta Tavor AS12 no era la única arma diseñada para lidiar contra los insurgentes Esper con habilidades centradas en la manipulación de la arena, pues en dichas armas que empuñaban los soldados tenían acoplado un lanzagranadas. Las granadas utilizadas tenían el grabado de "GP4", era un acrónimo para "Grenade P4", pues el "P4" era la formula química del fosforo blanco.
Entre los insurgentes esper, había quienes tenían la capacidad de transformarse en arena, como Yusuf lo hacía, lo que hacía que los perdigones del Tavor AS12 fueran inútiles en ellos, pues dichos proyectiles solo le ignorarían (pasarían a través de ellos). Es allí cuando la granada "GP4" entraba en acción, cuando era disparaba y estallaba en el radio donde dichos usuarios ESP se encontraban en dicha forma, estos al regresar a su estado original, sucumbían ante su efecto.
El fosforo blanco diseñado en esta granada, tenía la capacidad de adherirse o filtrarse fuertemente en las partículas de la arena, es decir, en el momento en que fueron imbuidos con el químico en su forma de arena, habían sido intoxicados, pero su efecto no comenzaría hasta sino que retornarse a su forma humana. Al hacerlo, el químico que se adhirió en ellos cuanto eran partículas de arena, ahora comenzaría a filtrarse por todo su sistema de carne y hueso, quemándole internamente sus órganos vitales, causándoles daños irreparables al corazón, hígado, pulmones, etc.
Ese fue el caso de Yusuf, tenía la teoría de que cuando él se convertía en arena, todo su cuerpo se dispersaba por todo ese terreno arenoso invocado por aquel jarrón grande de arcilla, al dispersar cada porción de sí mismo en partículas de dicho elemento por todo ese terreno, era capaz de desplazarse rápidamente y aparecer casi al instante otra dirección en cuestión de segundos. Cuando utilice aquella granada de mano "GP4", puse a prueba dicha teoría y al final resulto ser cierto, cuando Yusuf adopto su forma de arena al momento en que el contenido químico de la granada se dispersó, hizo contacto directo con este químico en dicha forma.
Cuando regreso a su estado humano, su cuerpo ya estaba impregnado por el fosforo blanco a consecuencia de haber hecho contacto con esta en su forma de arena, el resultado fue la dolorosa muerte que experimento. Sus pulmones y corazón fueron los primeros en ser alcanzado, pero el resto de sus sistemas vitales también se verían afectados eventualmente.
—"¿Y ahora qué?" –Me pregunte a continuación en mis pensamientos.
Con la guarnición de la fortaleza Hasr y sus respetivos mandamases aniquilados, el Muhaqdad eliminado y toda su fuerza militar derrotada, a este punto, esta operación ya podría catalogarse como…
—Misión cumplida.
Continuara…