PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
La carreta se detuvo en el centro de la aldea Argoh tras un día entero de viaje, en plena noche los refugiados bajan en orden somnolientos del transporte, entre ellos Basan Nios y yo.
— ¿Te parece si dejamos la charla para mañana al amanecer? –Me pregunto el mercader.
—Claro –Conteste acompañado de un bostezo.
—Excelente, te esperare en el gremio de mercaderes entonces.
Me sentía cansado aun viniendo en todo el camino durmiendo y no me venía mal dormir esta vez en la comodidad de una cama, sentía que fue hace mucho que tuve el placer de hacerlo, me hospede en la misma posada de siempre y tras comer lo que ordene, fui directo a mi habitación alquilada a dormir.
—Buenas noches Allum… zzz… zzz…
—"Buenas noches, amo".
Dormí de lo más profundo, pues desperté cerca de las 10 de la mañana, como Basan me dijo, me dirigí al edificio donde yacía el gremio de mercaderes, la entrar mire al sujeto de la barra de bebidas (Blar) quien señalando con el dedo me indica la mesa donde se encontraba sentado Basan Nios.
—Viniste, por un momento pensaba que te tardarías más –Dijo el mercader para luego beber su alcohólica bebida.
—¿No es demasiado temprano para beber aun?.
—Bah, se necesitan de muchas más copas para entorpecer a este viejo, además pedí la bebida menos fuerte mientras te esperaba, ¿listo para charlar?.
Como era costumbres, las reglas de este gremio dictan que todo negocio se discuta en el piso de arriba (segundo piso), fuimos el centro de atención de todos los mercaderes curiosos, que mal que ese gordo bastardo de Gramour no estuviera aquí para verlo, una reacción infantil suya hubiera sido de lo más hilarante de ver.
Una vez en el segundo piso, escogimos una de las habitaciones, tomamos asiento alrededor de la única mesa del lugar y las negociaciones se abrieron, por supuesto antes de comenzar, Basan me pidió que me contara lo sucedido en la mina, si bien pudimos haber charlado de esto en la carreta, pero ninguno de los dos parecía sentirse cómodo teniendo gente escuchando a nuestro alrededor, se pensó mejor que debía ser una charla privada.
Le describí en detalle todo lo ocurrido, el origen de esas plantas, el loco científico responsable de todo y por supuesto la parte de la mina, la había encontrado totalmente derrumbada y los cuerpos de los fallecidos desaparecidos, se dedujo que aquella explosión que Nios vio, fue producto de los magos que contracto defendiéndose de los zombis, tal parece que ellos fueron los primeros en avistarlo y ser las víctimas, al haber estado cerca de la guarida del genio demente que los creo.
—Derrumbada… maldición, tanto el personal como la mina, están todo perdido, que desastre… -Dijo preocupado con una mano cubriéndole medio rostro con sudor.
— ¿Por qué tanto interés en el metalito?, dijiste que era un importante negocio, ¿de quién? –Pregunte de curioso.
—Los herreros más destacados del reino de Fraya comenzaron a realizar compras a montón de metalito, uno de ellos me contacto para hacer negocios, me ofreció una gran suma si hallaba una buena cantidad para entregarle, tanto que me pago una parte por adelantado, pues como mercader tenía una buena reputación de confianza –Explico Basan Nios —Pero ahora todo está perdido, el dinero que invertí para hallar esa mina y el personal contratado más la movilización hacia Arkay, fue bastante, por no mencionar que si no tengo el metalito para aquel herrero de Fraya en el tiempo estimado que acordamos… deberé pagarle el triple del adelanto que me dio, esa fue la condición establecida cuando hicimos el trato, por no mencionar que mi reputación también está en juego, una bancarrota era segura si fracaso.
— ¿¡El triple!?... ¿no fue demasiado arriesgado?, ¿por qué accediste a un negocio así?.
—Como mercader, el instinto de los negocios me dio la confianza para hacerlo, se sabe que las fuentes de metalito de Fraya estaban sobre agotadas, pero en el reino de Luthe aún se cree que quedan bastantes vetas sin descubrir y para eso necesitaban de alguien de este reino para hacer ese trabajo, solo se requería los contactos necesaria para encontrarla y… "El Búho" era la opción más ideal, las ganancias que obtendría si lo lograba serian inmensas, desconozco la razón por que estos herreros de Fraya precisen con tanta urgencia tanto metalito, pero un mercader debe centrarse solo en el detalle de los negocios.
—Teniendo los recursos a tu favor, solo quedaba ir a Arkay, y luego… sucedió aquel desastre.
El mercader se sumió en depresión, suspiraba al verse su suerte sometida a la desgracia.
—Invertí bastante en este trato, aun me queda dinero para contratar a otro personal para las actividades de minería, pero… no tengo una fuente a la cual explotar, no puedo volver a usar a "El Búho" por lo caro que es, excedería demasiado el presupuesto que me queda, estoy contra la pared, llegado a este punto, siento decirte chico que tampoco voy a poder cumplir el favor que necesitas, en verdad lo siento…
Sentía que cada anhelo de regocijo dentro de mí se despedazaba sin compasión, como si recibiera una serie de martillazo en la sien a la esperanza que tanto creí, pensé finalmente haber hallado la respuesta a mis problemas, pero incluso la misma solución a ellos, tenía los suyos, problemas peores que los míos.
— ¿Eh?... momento…
El problema de Basan Nios trata sobre metalito, si hallara una fuente entonces sus problemas se resolvería y podría cumplir el favor que preciso, si lo ayudo, él me ayuda, ¡ahí estaba la respuesta!.
— ¡Por supuesto!... –Dije levantándome de la silla.
— ¿Qué sucede?, ¿por qué pareces tan animado? –Pregunto confuso el decaído emocionalmente mercader.
—Necesitas una fuente de metalito, ¿no?, sin importar si es más pequeña que la de Arkay.
—Sí, pero el problema es que no sé dónde encontrar una y con los recursos financieros actuales que dispongo me es imposible encontrar una siquiera.
—Oh, pero resulta que yo conozco una veta sin explotarse aún, bueno sin tomarme a mí en cuenta.
—¿Qué?, ¿¡lo dices en serio!?.
De en los numerosos bolsillos del cinturón, retiro un pequeño fragmento de metalito que guardaba, esta porción la tenía como un recuerdo de nostalgia dado que de este pedazo sobrante realice mi primera creación, pero ahora podía mostrársela como evidencia de mis palabras a Basan Nios, quien miro y no tardó en darse cuenta de la veracidad del mineral preguntando la procedencia de su veta.
—Se halla en el pueblo de donde vivo, Windaz.
Ya sabía de donde venía, los habitantes de mi sitio de origen, pero Basan era un mercader serio y profesional con los negocios, no se deja de llevar por los rumores y creencias ruin sobre lo que se dice de las brujas.
Tanto fue su determinación, que confió en mi palabra, decidido a preparar una carreta con rumbo a Windaz, pero antes de partir le pedí que me diera algo de tiempo, pues tenía en mente visitar a alguien en especial antes de marcharme para siempre de la aldea de Argoh.
Mi visita me llevo a un puesto de manzanas, en el que vendían entre manzanas rojas, verdes y amarillas, su dueña una hermosa mujer adulta de ojos castaños, cabello corto marrón y sin olvidar su estado avanzado de embarazo, ha pasado bastante tiempo pues ahora notaba más la diferencia que la última vez, el nombre de esta mujer era Leticia.
—Hola joven, ¿gusta de algunas manzanas? –Me ofrece generoso sus frutas en venta.
—Yo… de hecho vengo a hablar con usted, se trata de su marido –Le comunique sin más preámbulo.
La mujer suelta una mirada perdida como si anticipara malas noticias. Me invita a su casa, era pequeña pero acogedora, ambos tomamos asiento, empecé a explicar con toda sinceridad hasta el último detalle los sucesos de cómo me encontré con su marido y el trágico destino que padeció.
Los bandidos, Lars y la sangre derramada en este conflicto personal, percibía que le costaba trabajo creer tales cosas relatados por un niño de 8 años, pero mirándome a la cara sintió o tuvo esa institución de que cada palabra de mi boca, era por desgracia autentica.
—Cegado por la rabia, la ira y el odio, solo pensé en matarlos a todos, no sentí compasión ni remordimiento, me deje llevar por mis más bajos instintos de brutalidad, y al final… le arrebate su vida pese a que menciono sobre su esposa y su hijo a nacer, la razón del porque se convirtió en un bandido, y aun así… no le creí una sola palabra, lo tenía en frente de mí, desarmado, herido e indefenso y pese a ello, yo… acabe con su vida sin titubear.
Baje la mirada, sentía vergüenza de mí mismo como para verla al rostro y pedirle disculpa.
—No podía marcharme de Argoh, no me sentiría bien conmigo mismo si no hacia esto, está en su derecho a odiarme, no la culpo, sentí que debía contarle la verdad y finalmente… pude hacerlo.
—No te guardo rencor, pues sería egoísta de mi parte hacerlo -Dijo la embaraza mujer acompañado de su gentil sonrisa.
— ¿Eh?... ¿por qué?.
—Es cierto que me duele haber perdido a mi marido, pese a haber tomado un mal camino por razones noble, lo sigo amando, así como amare más que a mi propia vida a nuestro niño –Se frota su vientre preñado con la mano izquierda —Es por eso, que agradezco tu sinceridad y sin importar lo ocurrido, no te odiare o guardare rencor.
Mate a su pareja, al padre de su futuro niño de una manera ruin y sangrienta, y pese a ello, con su bondadosa mirada, me concede la paz en mi consciencia, nunca olvidare su amabilidad y antes de irme, aun había otra cosa que tenía en mente para tan gentil persona.
—Por favor acepte esto –Le dije entregándole una bolsa con 15.000 Bals la misma que obtuve de recompensa con el encargo en la mina de Granarg.
— ¡Pero es mucho dinero! –Dijo ella abrumada por la cantidad.
—Sé que no puedo devolverle a su marido, así que le ruego que acepte esto, deseo que usted y su hijo tengan una buena vida, siento no poder ofrecerle más.
— ¡No diga eso por favor!, me ha dicho la verdad sobre mi esposo y me ha regalado tan generosa cantidad de Bals, usted es una buena persona.
—No, solo soy una persona y un niño, pero agradezco el gesto, debo irme, gracias por escucharme y le deseo a usted y a su hijo la mayor de las bendiciones y suerte.
Me despedí de la señorita Leticia, me sentí aliviado conmigo mismo, por haber sacado este tema finalmente a la luz, ahora que ya no tenía asuntos en Argoh, regrese con Basan Nios quien ya había preparado todo para el viaje.
Tardamos como unos dos días, nos hospedamos una noche en Sato (pequeño pueblo cercano a Windaz) y al amanecer seguimos el rumbo llegando a nuestro destino.
Había vuelto, después de varias semanas, regrese a mi hogar, las brujas encargadas de la vigilancia notaron nuestra presencia a distancia y nos detuvieron antes de que lográramos adentrarnos al pueblo, apenas me vieron a mí, una de ellas fue de inmediato a comunicarse con la Eldar, Sara Dorbo.
La Eldar no tardo en recibirnos y consigo vino madre acompañada de Laiza, una lagrimosa reunión era inevitable, incluso Riza junto a otras brujas de nuestra edad vinieron para recibirnos y el numero aumento también con gran parte de Windaz, en simples palabras, fue una cálida bienvenida.
Por supuesto la presencia de mi pegajoso compañero no pasó desapercibido, sin embargo no paso bastante para terminar cayéndole bien a todas las brujas presentes, incluso Laiza sentía un gran afecto por Allum hasta el punto de tenerlo en brazos como si de un gato mascota se tratara.
Tras un buen rato de saludos, emociones y lágrimas, me centre en la razón por la que estábamos aquí, presente a Basan Nios con la Eldar y llevamos nuestra conversación al despacho de ella, junto por supuesto a la inolvidable Naya, mano derecha de Sara y mi mentora en el arte de la espada.
Le explique a la Eldar el delicado asunto del mercader y sobre cómo podríamos solucionarlo y de hacerlo, Windaz tendría garantizado su comercio con el exterior. Explique sobre la veta que se hallaba al este del bosque que rodea al pueblo, pero además de la explicación, les mostré el camino dirigiéndonos allí
Encontramos la cueva subterránea y nos adentramos a ella, era difícil no sentir nostálgica al volver a recorrer este camino, siguiendo el sendero iluminado por los hongo musgos brillantes, llegamos a dar con la veta, Basan Nios sintió una fuerte emoción de júbilo, tanto que ni su profesionalismo le evito llorar de la emoción y luego reír con orgullo al tocar y sentir el preciado mineral que necesitaba.
— ¿Con esto bastara? –Le pregunte.
— ¿Bromeas?, ¡bastara y de sobra! –Dijo el ahora animado comerciante.
—"Mmm… metalito…" –Decía mi compañero sobre mi hombro saboreando mentalmente el mineral.
—Ni se te ocurra Allum, necesitamos ese metalito para Basan Nios, más tarde te daré un festín de metal para ti.
—"Esta bien, amo".
Con la veta hallada, Nios solo necesitaba al personal experto en minería para explotarla, yo le sugerí a un grupo en concreto que conocí en uno de mis trabajos como aventurero, hablaba por supuesto de Abral Griss, el mercader había oído de ellos pero desconocía en si lo bueno que eran, hasta que le describí la eficacidad con la que retiraron una pequeña veta de Arkania, ya que tratar con ese mineral era algo más delicado que con metalito dado a sus fuertes propiedades mágicas que no debían arruinarse en el proceso.
Pasados los días, Basan Nios se quedó en Windaz hasta la llegada de la compañía de Abral Griss al pueblo tras contactarlo mediante un mensajero, volviendo a reencontrarme con el hombre del largo flequillo que le rozaba su ojo y su inusual flor de pétalos gris en su vestimenta, la cual sabía ahora lo que era realmente, por no olvidar tampoco a su asistente el elfo rubio de corta cabellera y rostro femenino.
—Sabía que mi certeza de que eras alguien interesante era correcto, aunque jamás se me paso por la cabeza lo de ser un "sangre de bruja" -Dijo el mismísimo Abral estrechándome su mano.
—Un placer volver a verte también –Conteste estrechando la mía.
—Un sabio mercader nos contracto por sugerencia de un "niño aventurero", je, te doy las gracias por confiar en mi compañía.
—Bueno, te la debía, después de tu "amable gesto", además creo que tú trabajarías mejor que cualquier otro grupo minero en un ambiente como Windaz.
—No lo dudo, es la primera vez que realizo una extracción de metalito en un pueblo de brujas, honestamente lo encuentro interesante.
— ¡Señor Abral!, traigo esplendidas noticias de nuestro explorador –Dijo su asistente elfo rebosante de emoción.
Abral mando a un explorador suyo a recorrer los alrededores del bosque porque tenía un curioso presentimiento y fue eso lo que le permitió el hallazgo de otras tres vetas de metalito en la zona, estas yacían bien ocultas en cuevas aún más difíciles de percibir a simple vista, como la anterior, el interior de estas estaban iluminados por numerosos musgos hongos luminosos y se hallaban cerca de una bella fuente natural (como en el caso de la primera que albergaba una pequeña cascada).
Eso multiplicaría las ganancias de Basan Nios y por supuesto que la compañía de Abral no se iba a quedar sin su compensación, la extracción comenzó de inmediato y con ello los días pasaran, Windaz obtendría su comercio y yo satisfecho regreso con mis seres queridos.
Estaba frente a la puerta, suspire con júbilo y abriéndola poco a poco, me adentro a mi hogar donde soy recibido por los brazos en conjunto de mi familia, uniéndosenos el nuevo y pegajoso integrante que formara parte de ella desde ahora, la sensación de calidez era indescriptible, ni siquiera pude contenerlo y mis ojos se habían puesto sollozos en un parpadeo, pero no me importaba, porque pude volver a reunirme con ellos y decirles…
—Estoy en casa.
Continuara…
EPILOGO 1:
PERSPECTIVA: Tercera persona.
En el pueblo de Arkay, los templarios tras evacuar a cada refugiado, iniciaron la cuarentena bloqueando la entrada a cualquier persona ajena a su organización, Drave Tilve habiendo notado la presencia de ellos en la zona, se marchó con un sigilo sin igual bajo la oscuridad en una noche, nadie se percató de su presencia alguna, ni el mismísimo comandante Bradelwas Falbodizh.
Semanas pasaron allí y habiendo limpiado mayormente toda la zona de los restos de los asqueante experimentos de Viktar Stain, realizan una operación de excavaciones sobre el derrumbado laboratorio del científico que yacía cerca de la famosa mina ahora destruida de Arkay.
Con los trabajos en conjunto de magos con habilidades centrado en la tierra y hábiles personas experto en el campo de la excavación, dieron con la destruidas ruinas del laboratorio de Viktar, no había mucho que recuperar, pues las rocas que cayeron sobre ellas ya habían destruido todo lo interesante.
— ¡Por aquí, llamen al comandante! –Ordeno uno de los operativos de la excavación.
O al menos eso se pensó, el comandante llamado por el hallazgo realizo por sus hombres, admira junto al resto aquello encontrado en las destruidas ruinas del laboratorio.
— ¿Qué es esto? –Pregunto Bradelwas con mucha curiosidad.
Eran los restos de un arma ígnea, hecho puramente de metal, había soportado por semanas las duras rocas que le cayeron encima a pesar de haber sido destruido con anterioridad a eso, dichos restos eran lo que quedaba del lanzallamas creado por Rozuel Drayt, los cilindros estaban hecho añicos, pero el resto del arma tanto, el tubo flexible de 47 centímetros y el cañón de ignición, aunque algo deteriorado, conservaba algo de calidad en su estado.
—Comandante, es tal y como describió el prisionero Viktar Stain, esto es el arma –Agrego su subordinado encargado de la excavación.
—Llévenlo con sumo cuidado, examínenlo a fondo y contacten con la ciudad de Sanctuary, debemos informar de este hallazgo cuanto antes –Ordeno el comandante.
Continuara…
EPILOGO 2:
PERSPECTIVA: Tercera persona.
Con la eventual extracción de metalito en Windaz, Basan Nios cumplió con las demandas de su cliente herrero en el reino de Fraya, sus ganancias fueron tan altas que permitió el florecimiento de su compañía de mercadería permitiendo su expansión a los reinos vecinos.
Basan Nios cumplió con el favor, estableció no una sino varias rutas de comercio con Windaz, pero no fue todo, este humilde comerciante brindo al pueblo de las brujas una innumerable dotación de materiales para la alquimia, agricultura y construcción.
La compañía minera de Abral Griss además de las ganancias obtenidas en Windaz, obtuvo aparte un asombroso reconocimiento cuando el amable comerciante expandió sobre la experiencia del grupo en la extracción de minerales mágicos a oídos de otros quienes divulgaron los hechos, ahora muchos más son aquellos que quieren contratar su servicio.
Cuando la noticia del enriquecimiento financiero de Basan Nios llego a oídos de todos en el gremio de mercaderes y de cómo logro hacerse con tal fortuna, cada mercader del gremio se enfadó y sintió un desdén sin compasión hacia Nardez Gramour, por su culpa de haber utilizado su influencia para que nadie negociase con Roz por temor a sus amenazas, se habían perdido de tal oportunidad que solo Basan Nios aprovecho. Llegado a este punto, los mercaderes se cansaron de él, llevaron a cabo una elaborada cooperación y trabajaron en equipo destrozando con el fruto de sus esfuerzos la reputación de Gramour. Todos sus negocios, influencia y compañía se vieron reducidas drásticamente hasta caer en la bancarrota, oficialmente el nombre de Nardez Gramour se volvió sinónimo de desgracia y nadie volvió a saber de él, pues nunca más puso un pie en el gremio de mercaderes desde entonces.
Los hechos del combate sostenido entre Rozuel Drayt contra Aarón Ainz Rysther se expandieron por los aventureros que fueron testigos de aquel encuentro, la hazaña de haber herido al mago joven más fuerte del continente no tardó en llegar a oídos de los más curiosos e interesados aventureros de mayor rango.
Zozo, el malévolo espíritu que poseyó a Selix, sigue en paradero desconocido, lo último que se supo es acerca de un enigmático enano encapuchado de túnica negra cruzando la frontera este del reino de Luthe hacia el reino de Nagret.
Dey el joven asesino perteneciente a "La daga Escarlata", continuó con su labor y oficio en el arte del asesinato, de vez en cuando acepta encargos habituales de aventureros esperando encontrar a alguien interesante como a "cierta persona" que conoció una vez.
Riha regreso a su hogar con su clan situado en el reino de Fraya, su padre aunque enojado, abraza con fuerza a su hija contento de su regreso, la joven chica lobo relata a su padre todas las cosas vividas en el trayecto en que duro su "escape", por supuesto, Rozuel fue el eje, centro y punto predilecto de su historia, sin embargo, eso no le quita el hecho de que vaya a ser castigada.
Aarón Ainz Rysther y su compañero Ryg continuaron su viaje por el continente de Gresswold, ¿qué es lo que buscaban?, quizás una aventura o forma de matar el rato, pero una cosa era segura, Aarón esperaba impaciente un segundo encuentro contra cierta persona.
Continuara…
EPILOGO 3:
PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Varias semanas han pasado, el pueblo de Windaz prospera y yo vuelvo a mi rutina de siempre, ahora me dirijo a la escuela después de ponerme al tanto con todos los temas y tareas dadas en mi ausencia, fue sencillo ya que la mayoría trataba sobre conocimientos que alguien aprendería en una escuela primaria (aunque ese concepto aquí en Avalia no existe).
—"Amo, ¿vamos a clases?" –Pregunte Allum pegado a mi hombro.
—Si, como debe ser.
La diferencia es que ahora Allum me acompaña siempre y los habitantes me saludaban viéndose aún más amistosos que antes. Ahora recuerdo que en mis primeros días tras volver a Windaz, fui a visitar al herrero quien me dio todo el equipamiento como la espada y la armadura negra encantada en mi partida, le explique a detalle sobre Myldark y la forma actual en que la armadura había adoptado (como un collar metálico negro), se puso eufórico y dijo que lo llevara conmigo siempre pues era como "un elegido para la armadura", pues ni que tuviera tampoco la opción de quitármela, literalmente este collar estaba bien pegado a mi cuello.
Llegando a la escuela me encamine al patio, pues ahora las clases de magia tenían más horas extensas, me encuentro con Riza y las chicas quienes me reciben con regocijo junto a Allum, en especial Riza quien parecían mostrar un mayor grado de entusiasmo entre nuestros saludos, hasta el punto de a veces sonrojarse.
—Por cierto, no crees que ya es hora de que te lo devuelva –Le vuelvo a proponer.
—Ya te lo dije antes, que es un regalo, madre está de acuerdo en que lo tengas –Contesta ella con la misma respuesta.
—Es que la daga, ¿no se supone que es una valiosa reliquia del linaje Gramwind?, me siento mal teniendo un valioso recuerdo de tu familia.
—T-tonto si se trata de ti, no hay nada de malo en que lo tengas, además… que yo fui quien insistió a madre en dártelo, solo acéptalo.
—Riza… ¿por qué te estas sonrojando otra vez?.
— ¡Cállate, solo acéptalo y ya! –Se da la vuelta para no dejarse ver al rostro —Y Roz, sé que lo dije ya varias veces y ya ha pasado semanas desde que regresaste, pero en verdad... gracias por haber vuelto sano y salvo.
—Te dije que planeaba regresar vivo en cuanto me marche, solo tenías que tener más confianza en mí.
— ¡T-tonto!, por supuesto que confió en ti, es solo…
—"¿Es solo…?", ¿qué?.
Antes de que pudiera decir algo más, la maestra encargada de enseñarles la clase se presenta dando inicio de esta, Riza me dijo aun notando la ruborización en su cara que lo olvidara y yo me retire para asistir a mi propia clase que se daría aquí mismo en el patio.
—Siempre haciéndose la misteriosa, pero agrada el cambio de la nueva Riza, comparado a como era antes.
—"¿Y cómo era antes ella?, amo".
—En simples palabras, alguien a quien quisieras darle un tiro, pero ya es agua pasada, lo que importa es ahora
Al poco tiempo me encuentro con la inigualable bruja de piel morena y físico notable en su cuerpo, cargando su larga espada sobre la espalda, se trataba de Naya mi maestra encargada de enseñarme la maestría de blandir la espada.
— ¿Listo para otra clase? –Pregunto ella estirando sus brazos.
—Si no lo estuviera no estaría aquí, ¿y a que se debe tanto el entusiasmo?, uno diría que te emociona bastante el darme una paliza con la espada en un duelo de practica –Comente por mi parte.
—Jeje, solo digamos que ahora pienso tomarte con más severidad, si fuiste capaz de luchar contra un Wyvern del Granito, no creo que tengas problemas para soportar nuestros duelos de práctica.
—Demonios, sabía que no debí contarles de eso, como sea, sin dolor no se aprende, ¿verdad?.
—Ahora lo entiendes, ¿¡preparado!?.
Allum se baja de mi hombro para tomar distancia y ser el espectador de este combate de practica entre maestra y estudiante, yo desenfundo mi espada predilecta, la encantada y obsequiada por el herrero para dar inicio al encuentro, no sin antes equiparme la protección adecuada para mi cuerpo como regla general dictada por Naya.
— ¡Intense Iron! –Exclame en alto invocando mi vestidura metálica manifestada a través del collar negro.
Adoptando una posición para atacar, ambos tomamos la iniciativa con una zancada veloz al mismo tiempo y el feroz choque entre nuestros metales desata el preludio de esta lucha.
Continuara…
Notas finales:
Con este capitulo, damos por finalizado la segunda Saga, gracias por leer y especial comentar =).