PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Frecuentemente me preguntaba quién era aquel que estaba tras la voz que repetía en varias ocasiones un nombre femenino desconocido para mis oídos, la respuesta a aquella duda finalmente se responda bajo el aspecto de una entidad con la forma de un enorme dragón negro de ojos rojos con largos cuernos.
—"¡Soy MYLDARK"! –Exclama el ente revelando su nombre.
— ¿Un d-dragón? –Dije inesperado de solo verle.
—"Je, al menos no eres tan ignorante del todo".
—¿Qué hace un dragón aquí… o eres quizás el espíritu de uno?.
—"Eres un mocoso bastante perspicaz, antaño fui un señor dragón, el terror del continente de Gresswold".
El continente de Gresswold es donde estoy situado actualmente, tanto Windaz, la aldea de Argoh y todo este reino así como otros. En Avalia se conocen tres continentes; Gresswold, Sharya y Orianta. Gresswold es el más grande, seguido de Sharia y dejando al último el más lejano de los tres, Orianta.
—"Fui conocido en el pasado como el "Acero de las Sombras", mis garras cortaban y desgarraban sembrando el terror a todo lo que se cruzaba en mi camino bajo el manto de la noche, pero ahora, lo único que queda de mi es esta porción de la esencia de mi espíritu mantenido en la única pieza física que hay de mi cuerpo en el plano material" –Explico el ente dragón.
— ¿"Única pieza"?, ¿me estás diciendo que la armadura encantada es…? –Pregunte a medias.
—"Si, es todo lo que quedo de mi cuerpo en vida, ahora moldeado como una armadura, una vestidura metálica".
—Y esa tal Sheila…
—"Fue la persona que me llevo consigo anteriormente, tu predecesor, ahora tú, su "sucesor", respóndeme, ¿dónde está mi Sheila?, ¿cómo ha caído en tus manos los vestigios de mi existencia?".
—Me lo dio un herrero conocido de mi pueblo natal, según él, se lo entrego una aventurera, pero el herrero sintió un especial respeto por la armadura y nunca le puso una mano encima porque se sintió que no era digno de ella.
—"¿Y tú te consideras digno de usarla?".
—Me considerare lo que sea con tal de sobrevivir, digno o no, una vez que coloco un cargador en mi arma, no me hago hacia atrás.
—"Jejeje, no entiendo muy bien lo que dices, pero percibo cierta perseverancia en tus palabras, por lo general debería matarme al poner tus manos en esa armadura ya que no te veo como alguien digno a mis ojos, sin embargo, tampoco descarto la parte en que lo puedas ser".
—¿Y qué harás?.
—"Observar, sinceramente, te encuentro algo interesante y matarme tornaría las cosas aburridas hasta encontrar a alguien más para portarme, dime mocoso, ¿cómo te llamas?".
—Mi nombre es… ¡Rozuel Drayt!.
—"Rozuel Drayt, te estaré observando, desde las sombras y el metal, enlazado hasta ti entonces, como muestra de este acuerdo, permíteme darte "algo" de mi parte".
El dragón se vuelve niebla que engulle toda luz que me rodea y la oscuridad retorna, mis ojos se abren y cierra tanta veces y en la siguiente vez al abrirlo la luz regresa, solo que ahora me hallaba de regreso a la realidad, cayendo varios metros hacia una muerta segura o eso al menos creí cuando me percate de algo.
Mi cuerpo estaba equipado con Intense Iron y notaba una diferencia en término de aspecto, el casco había adquirido una forma semejante a la cabeza de un dragón, pero lo que importaba es que ahora tenía chances de salvarme, nunca he aterrizado de semejantes alturas con Intense Iron, pero habrá que probar por las malas.
Aterrice firme con mis piernas, mi impactar en el suelo provoco una corta onda expansiva y deje sobre la superficie que pise en mi aterrizaje un leve hueco. No tenía heridas, quebraduras o cualquier dolencia en mi cuerpo, en simples términos, fue un aterrizaje exitoso desde una altura de casi 30 metros y todo gracias al Intense Iron.
—Te lo agradezco Allum, me alegra saber que podías hacerlo una vez más.
—"Pero yo no hice nada, amo" –Me contesta él pegado a mi espalda.
Allum nunca se fusiono con la armadura, por lo tanto él no inicio el Intense Iron, lo que significa que quien lo hizo fue ese dragón. Y yo creyendo que lo vi podría ser una alucinación causada por ser una experiencia cercana a la muerte, pero ahora se que era real y estaba dentro de esta armadura.
—Por un momento pensé que morirías –Dijo Abral acercándose a mí con su asistente elfo.
—Lo pensé también.
—Sin embargo, el peligro no ha pasado aun –Agrego el elfo rubio.
El wyvern de Granito seguía vivo, volando en círculo pero a ciegas, sus ojos heridos seguían sin regenerarse a causa de la maldición incura.
— ¿Sabes porque de entre todo su cuerpo fui por sus ojos? –Le pregunte a Abral.
— ¿Para cegarlo?, pero de ser así, ¿no recurriría a sus otros sentidos? –Contesta Abral.
—No lo hará señor Abral –Expreso su asistente —Los wyvern usan mayormente su sentido de la vista para guiarse, de entre todos los sentidos, es su visión la más desarrollada, aunque posean un oído u olfato mejor desarrollado que el humano promedio, solo es mayor por una margen minúscula y dependen siempre de su vista.
—Y ahora que he dañado su sentido vital con un arma encantada que porta una maldición que impide regenerar las heridas hechas, tenemos la ventaja –Agregue después.
La criatura empezó a disparar proyectiles mágicos de su boca a cualquier dirección, Dey volvió a dañar sus alas mediante el lanzamiento de varias cuchillas mágicas, eso provoco la inminente caída del wyvern quien logra aterriza pero esta vez con más dificultad.
Todos comenzaron a atacarle y la bestia respondía agitando sus alas filosas en dirección de donde provenían sus agresores, sin éxito alguno, fue entonces que decidí actuar y atacarle también, sabía dónde y cómo tenía que hacer las cosas para acabar con él.
—No quería volver a usarlo, pero... es mi mejor opción –Pensé tomando un cargador usado del AK-47.
En este cargador quedaban las últimas 10 balas de la munición GAP, aquella con semejante potencia y a la vez consecuencias nefastas para el arma que la usa. Si con 20 causo que el rifle quedara inutilizado, con usar la mitad el daño debería ser menor (y repararlo después será más rápido).
Coloque el cargador en el rifle y marche hacia el wyvern mientras aun seguía en tierra, al correr me sentí más veloz que antes, como si Intense Iron hubiera mejorado, salte a una distancia y altura incluso mucho mayor y aterriza sobre el hocico de la escamosa bestia quien aun sin ver, podía sentirme y yo sentía como a la vez veía sus enfurecidas muecas.
Estaba por atacarme con sus alas, pero los aventureros y el joven asesino intervienen a tiempo atacando al wyvern por su retaguardia y deteniendo su ataque por un breve momento, aproveche esta oportunidad y clave la punta del cañón del AK-47 en su carnosa herida que tenía por ojo izquierdo.
—Esto es por Cronk…
Jale del gatillo y al paso de cada bala tanto carne, músculos, huesos y lo que más sea que tuviera esta cosa en su interior era molida por la fuerza de la munición GAP, dispare los 10 proyectiles vaciando este cargador de doble filo. El daño resulto más grande de lo que imagine, las balas incluso habían perforado el cráneo en su trayectoria.
La bestia murió de inmediato, llegue a creer que ni un pedazo de su cerebro se salvó de tal ráfaga, su cuerpo sin vida tambalea hasta caer finalmente hacia el suelo y volverse un cuerpo más en estas tierras áridas.
Los aventureros que lograron sobrevivir, incluso los hombres de Abral, alzan sus manos exclamando de emoción tras seguir vivo ante tal experiencia. Intense Iron desaparece en ese instante y no regresa a su forma de armadura de torso, sino que reaparece bajo la forma de un collar metálico negro adherido en mi cuello y sin posibilidad de retirar, mi poder PSI de alguna forma no le afectaba.
—Ahora veo que quiso decir con "enlazado", maldito dragón –Dije en mis pensamientos.
—"Lo logro amo, venció al wyvern" –Me elogia mi compañero gelatinoso.
—No lo hice solo, entre todos los hicimos.
—Pero no cabe duda, de que tu participación fue la más sobresaliente de entre todos –Dijo una voz desconocida a mis espaldas.
Al darme vuelta, me encontré con un extraño joven de ojos color ámbar, piel caucásica y 1,70 metro de altura, de un impecable cabello lacio marrón claro, vestía una chaqueta abotonada blanca en conjunto con un manto marrón, un pantalón largo blanco y un cinturón negro cuya hebilla tenía la forma de un escudo rojo con el emblema de una antorcha encendida sostenida por una mano de un brazo musculoso.
— ¿Quién eres tú?, ¿cuándo fue que apareciste? –Pregunte en un estado de alerta.
—No soy enemigo, soy un mago viajero que pasa por aquí y observe lo ocurrido, realmente eres muy fuerte para ser un no mago –Contesta el enigmático sujeto acompañado de una sonrisa.
—Aarón, ¿estas incomodando a otros de nuevo? –Le pregunta un conocido suyo.
Llevaba casi el mismo conjunto de ropa con la diferencia de que no portaba un manto, era un hombre de su misma estatura, cabello azul picudo y una cicatriz con forma de rayo en su mejilla izquierda.
—Qué cosas tan malas dices de mí, Ryg –Le contesta manteniendo su sonrisa el muchacho revelado como Aarón.
—Incluso te pedí que me esperaras y tuve que seguirte a tu ritmo –Dice su compañero llamado Ryg.
—Disculpa por eso, pero es que no podías esperar más, ¡tenia tantas ganas de conocer a este chico tan interesante, realmente me has asombrado la forma en que venciste a este wyvern!, sé que te enojara el hecho de que sea mago y no haya interferido para ayudar, pero una parte de mi sentía que de hacerlo te estorbaría en el fondo.
Ciertamente me parece sospechoso que tratándose de un mago algo "amistoso" se quede allí viendo nuestra pelea en vez de ayudar, incluso su compañero de pelo azul exhibe un aire de serlo también, sin embargo no los conocía, haber o no interferido era decisión de ellos, no podía molestarme si quisiera con algo así.
—Por cierto sé que suena repentino, pero, ¿podrías tener un combate amistoso conmigo? –Me pregunte de repente el tal Aarón.
—Con todo lo que acaba de pasar, ¿me preguntas algo así?, eres raro –Le respondí.
—Disculpa por eso, es que una de las razones de mi viaje es este motivo, obviamente no iré con todo mi poder, solo usare una pequeña fracción de mi poder ofensivo, las condiciones de la pelea serian en que solo tienes que herirme una vez y ganaras, por supuesto, prometo recompensarte, ganes o pierdas, ¿qué dices?.
Realmente era raro, aparece de la nada y me reta a un combate amistoso, lo más incómodo era que los demás a mí alrededor miraban todos a la vez al tal Aarón, la mayoría denotaban rostros perplejos, incluido los aventureros y Dey el joven asesino quien este último un sudor de nervios recorría su frente.
— ¿Qué clase de recompensa? –Pregunte al mago viajero.
— ¡De cualquier tipo por supuesto!, siempre que este a mi alcance, si se trata de dinero, podría hasta darte 50 mil Bals.
—¿¡50 mil Bals!?, ¿gane o pierda?.
— ¡Así es!, ganes o pierdas, te compensare por cumplir mi egoísta petición.
Esto era demasiado bueno para ser real, pero tremenda oportunidad a desperdiciar seria como encontrar una bolsa abandonada repleta de oro y dejarla allí mismo, parte de mí se rehusaba a no participar y la otra insistía en que lo hiciese, pero la decisión final salió de mi boca.
—Solo tengo que herirte una vez, ¿no? –Le pregunta por las condiciones.
—Exacto, yo me defenderé y usare solo una pequeña porción de mi poder ofensivo, así que no iré a matar, solo a incapacitar, si lograste soportar a un wyvern, conmigo en esas condiciones debería ser pan comido –Me contesta el mago con su optimista sonrisa.
—Muy bien, acepto tu combate amistoso.
Continuara…
EPILOGO:
PERSPECTIVA: Abral Griss.
El wyvern fue vencido y mis hombres estaban a salvo, pero de pronto un individuo en compañía de otro se presentan de la nada, de alguna forma al joven de cabellera marrón claro me era familiar, como si lo hubiera visto en algún otro lado.
—Señor, creo que la persona que esta allí es Aarón Ainz Rysther –Me comunico mi confiable elfo mano derecha.
"Aarón Ainz Rysther", ahora lo recuerdo, un mago a sus 16 años y un prodigio entre los prodigio, un mago reconocido como el más joven y fuerte del mundo, un mago de grandes hazañas forjadas en una temprana edad, un mago de nivel SS… los sabios cercanos a lo divino.
El joven Rozuel se equipa de repente para todo su cuerpo esa armadura mágica color negro, miraba fijamente al mago Aarón así como él lo hacía con el chico, ¿van a combatir?, ¿acaso el joven Roz no conoce a quien va a enfrentarse?.
—Debo advertirle…
Pero era tarde, tanto él como el mago Aarón se alejaban lo más rápido del lugar, estaban tomando una distancia segura, eso confirmaba el enfrentamiento.
Continuara…