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Chapter 37 - CAPITULO 37 LA VOZ INTERIOR por Sylar

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

En distintos tipos de bestiario, los wyvern son definido como una sub-especie del dragón, inferior en tamaño y poder, pero no dejaba de ser una bestia letal para magos y aventureros experimentados como profesionales.

—Un Wyvern del Granito, una de esas cosas tiene una dificultad equivalente a un encargo de Rango 5 –Aseguro uno de los aventureros.

Esa cosa aplasto y mato con toda facilidad a mi reciente amigo Cronk, un enano capaz de plantarle cara a escorpiones gigantes, troles y Gakis con su hacha, ahora solo era un cuerpo sin vida bajo los pies de una monstruosidad reptilita.

Cada uno desenfundo sus armas, uno de los aventureros muerde la punta del dedo índice de su mano derecha haciendo que salga una minúscula gota de sangre, acto seguido levanta en alto el dedo lastimado concentrando energía mágica sobre ella, la gota se convierte en un diminuto brillo de luz que flota hacia un costado del hombre para luego convertirse en un portal en forma de un círculo mágico, emergiendo de adentro un ser con la apariencia de un jabalí rojo de pelaje espinoso y con el tamaño de una persona adulta, la criatura invocada era un espirano o espíritu familiar.

—Es todo tuyo "Widhor" –Ordeno su invocador señalando al wyvern.

El espirano hace mover las espinas de su pelaje y por consiguiente las dispara de modo continua una sobre otra contra el wyvern, la bestia anfibia recibe de lleno cada una de las espinas que golpean en su duro cuerpo y las rechaza como si fueran una mediocre flecha de madera dando contra un escudo de acero.

—Con que eres duro, a ver si aguantas esto, Widhor, dale lo mejor de ti con todo el "cariño" –Ordeno su mago invocador.

El jabalí frunce el ceño y su pelaje arde en llamas, vuelve a disparar sus espinas esta vez envueltas en fuego, dirigió esta vez sus proyectiles al rostro del monstruo, el Wyvern responde cubriéndose con un ala su cara y resiste cada impacto sin drama.

El invocador del espirano sonríe confiadamente y sacando una cuchilla larga de su cintura corre hacia la feroz criatura para atacarla mientras esta yacía distraída con el ataque de su espíritu y su cara cubierta como para verle.

Su arma se envuelve en un aura mágica, señal de que ha sido fortalecida por el principio básico del mana, aunque si bien fortaleza se usa para incrementar las capacidades física del cuerpo, también pueden potenciar objetos inanimados como las espadas por ejemplo.

El hombre da un elevado brinco y dirige su afilada cuchilla potenciada por su magia al vientre de la bestia para abrírsela, pero inesperado solo logra atravesarle en una minúscula profundidad.

—Cuanta resistencia… -Dijo el aventurero abrumado.

El wyvern sintió aquel ataque y golpea al aventurero con su ala restante enviándolo al suelo con una amplia margen de heridas, intenta levantarse pero es devorado por la criatura en un solo bocado, hasta notarse como el fallecido hombre pasa por su garganta quedando únicamente de él parte de sus pies en el suelo. El espirano en consecuencia de la muerte de su maestro, desaparece de inmediato

Los demás atacan a la criatura dándole tiempo a Abral y sus hombres de resguardarse. El monstruo se eleva a lo alto sacando ventaja de su capacidad aérea, abre su boca haciendo aparecer al frente de su hocico un círculo mágico con el cual dispara fragmentos de rocas sobre nosotros.

—Incluso puede usar magia, ¡Intense Iron! –Cite enseguida con la armadura encantada equipada y Allum fusionándose con ella.

—"Sssheila…"

Esa voz de nuevo y tenía que ser en un momento menos oportuno, la ignore como a su escalofriante sensación y esquive como pude los letales proyectiles gracias al Intense Iron.

Los demás tampoco tuvieron problemas para manejar la situación y Abral y sus mineros estaban fuera del rango de alcance.

Sin embargo, el ataque levanta una cortina de polvo sobre nosotros perjudicando nuestra visión, al poco tiempo escucho algo acercarse, algo a gran velocidad, de pronto me percato de ello, con este polvo en el aire estorbando la vista, comprendí que esa cosa además era algo inteligente.

De pronto la cortina se disipa con un fuerte viento proveniente de las veloces alas de la criatura quien descendió hacia el suelo atacando a los incautos bajo el polvo, en su paso parte en dos a un mago y a un segundo le arrebato todo su brazo izquierdo, solo utilizando una de sus alas cuyo bordes habían adquirido filo.

Dey el joven asesino levita su cuchillo entre sus manos y al hacer un aplauso con su arma en el medio de sus manos, las retira mostrando varias cuchillas flotantes replicadas de una, estas apuntan al dragón y salen disparas hacia el wyvern como veloces flechas, su blanco era una de sus alas, algunas terminan atravesándola y otras se clavan en ella.

Con solo provocar esas heridas el wyvern desciende abruptamente hacia el suelo logrando un aterriza forzoso, sin embargo las heridas de su cuerpo comenzaban a sanarse muy rápido y ahora que lo noto aquella que le hizo aquel aventurero en el vientre, ya no estaba, esta cosa podía regenerarse.

Dispare con mi rifle sobre la criatura, las balas lograban hacerles daño, sin embargo se regeneraba de inmediato por cada agujero que tenía.

— ¡Esa cosa se cura a sí mismo a un paso monstruoso, no tenemos forma de ganarle! –Afirma uno de los aventureros con su moral baja.

— ¡Vamos a morir a este paso! –Expresa otro su opinión con su confianza quebrantada.

Su regeneración era el punto que nos impedía vencerlo, si tan solo pudiéramos lidiar de alguna manera con eso, espera… regeneración, un fragmento del día en que me iba de Windaz repercute en mi mente.

—"Momento… que esta daga, ¿¡no es una reliquia de tu familia!?" –Dije asombrado —"No puedo aceptar llevar algo tan valioso…"

—"Dijiste que confiara en ti, entonces confía en mí, quiero que tengas esto, como muestra de nuestra mutua confianza."

La daga de plata con empuñadura dorada, la reliquia de los Gramwind, conocida por albergar en su hoja la maldición incura, aquellos que sean heridos por esta cuchilla, sus heridas no podrán ser curadas o tratadas ni con magia de forma satisfactoria hasta que su influencia desvanezca por completo.

Ahora lo recuerdo, Riza me lo entrego, en mi bolsillo saco una canica metálica regresándola a su forma original, era la daga que ella me había entregado y hasta ahora nunca la he usado, pero este momento era la oportunidad perfecta.

—"Amo, no queda mucho tiempo" –Me advierte Allum.

Intense Iron está muy poco de terminar, si debía hacer esto, debió hacerlo rápido.

— ¡Escuchen tengo un plan, ustedes ataquen a esa cosa y distráiganla, yo lo tomare por sorpresa! –Les explique a los demás.

—¿¡Estás loco!?, ¡enfrentarlo cuerpo a cuerpo es un suicidio, solo harás que se enfurezca más y acabe con todos más rápido! –Se excusa uno de ellos.

— ¡A este paso nos matara a todos, tengo algo que puede lidiar con esa cosa, pero necesito que lo distraigan! –Les aclaro mostrando la daga en mis manos.

—Noto que esa daga que tienes no es ordinaria, bien, te daré la distracción qué pides –Comenta Dey —Pero no te confundas, no hago esto porque me caigas bien, quiero salir vivo de aquí y veo que tienes bastante confianza en tu plan, si fallas quien más tiene chance de morir eres tú.

—Con eso me basta, ¡te lo encargo!.

El mago asesino replico su cuchillo nuevamente en más unidades lanzándola hacia el wyvern, la escamosa bestia le ruge enfurecido captando su atención, por mi parte corro hacia su izquierdo lejos de su vista para flanquearle, los demás aventureros acobardados recobran la compostura y se unen a Dey para atacar al monstruo y hacer más efectiva la distracción.

—"Amo, siento que solo quedan unos segundos, no aguantare más tiempo" –Me advirtió Allum.

Corrí lo más rápido posible y salte sobrehumanamente hasta caer encima de su hocico, el wyvern de inmediato me nota enseguida.

—Hola bestia escamosa y buenas noches –Dije apuñalando con la daga mágica su ojo izquierdo.

La bestia tambalea emitiendo un fuerte rugido de intenso dolor, sacude su hocico para librarse de mí y en ese instante Intense Iron se desvanece volviendo a su forma de armadura encantada de torso.

— ¡Aun no…!

Sus alas se cernían sobre mí, me iba a cortar, pero en eso los aventureros y Dey intervienen atacando sus mismas alas, lo que le detiene unos momentos que aprovecho acercando la daga hasta clavársela en su ojo restante, haciendo que se retorciera aún más del dolor.

La sangre chorreaba de sus perdidos globos oculares y la regeneración que tanto presumía no le funcionaba esta vez, teníamos ventaja ahora.

— ¡AAAAAARGH!...

Ruge y enloquece, alza vuelo sacudiéndose como un toro mecánico sin control, me sostengo con todas mis fuerzas pero inevitablemente me arroja hacia el suelo, mi armadura aun en su forma más básica pese a brindarme pequeñas aumentos físicos, no me ayudaría a resistir una caída de casi 30 metros de altura.

Nada nos aguardaba allí abajo más que el mismo suelo, no había nada que pudiera hacer, no pensé en esto cuando idee este plan, caía velozmente hacia una muerta segura sin chances alguna de sobrevivir.

—"Amo, tengo miedo" –Me dice un asustado Allum.

—Lo sé.

—"¿No lo tienes usted también?.

—Más que miedo, siento frustración, al final no lo conseguí, lo siento mama, Laiza, parece que no podré volver a casa a tiempo.

—"Sssheila…"

La voz misteriosa resuena en mi mente, pero esta vez es diferente, siento como todo se moviera a cámara lenta y el latido de mi corazón se hiciera más fuerte a mis oídos.

—"Sssheila…"

La voz sonaba más cercano a mi cabeza y de repente todo se torna negro como el mismo abismo sin fin que me recordaba aquella vez que morí en mi mundo natal, todo era tan silencioso y cálido.

La oscuridad desaparece y en su lugar me encentro de pie y solo, rodeado en una sala totalmente blanca con vastos espacios infinitos, confundido y a la vez nervioso.

—¿Qué este lugar?, ¿¡cómo llegue aquí!?.

—"Sssheila…"

La voz volvió a resonar, pero no era en mi cabeza, era en la misma sala en donde me hallaba.

—¿¡Quién eres!?, ¡da la cara! –Le ordene enseguida.

—"Tu… no seres Sheila".

—Ni siquiera sé quién es.

—"¿Cómo llego a tus manos?, ¿dónde está mi Sheila?".

—¿Eres esa misma voz tétrica que ha estado hablando en mi cabeza cada vez que me coloco esa armadura?, ¿quién demonios eres?.

—"Yo soy…"

Todo el lugar empezaba a temblar, una extensa niebla negra se manifestó en la sala, se movía por voluntad propia como si vida tuviese, empieza a adquirir una forma, la de un enorme dragón negro de ojos rojos y largos cuernos como de demonio, la bestia me observaba fijamente acercando su cabeza a mi

—"¡Soy MYLDARK"!

Continuara…