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Chapter 30 - CAPITULO 30 ZOZO por Sylar

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

Selix, a quien creí conocer como un niño huérfano de Corbelt, se ha revelado como un ser inhumano autollamado "Zozo".

— ¿"Zozo"? –Replique inquieto.

—Finalmente me he adaptado por completo a este cuerpo, aunque solo pueda usar la mitad de mi poder ahora, me basta para encargarme de ustedes –Comenta el dichoso ente diabólico.

Dispare tres balas directo hacia su cabeza, pero inesperadamente él logra interceptar con facilidad cada disparo en la palma de su mano izquierda sacrificando por completo dicha parte de su cuerpo en el proceso.

—Que conste que deje que me atacaras a propósito, para que comprendieras, que no eres una amenaza para mí aun con ese extraño artefacto mágico –Dice Zozo calmado como seguro —Pero si insistes en luchar contra mí, iré en serio tanto contigo como con todo el pueblo.

Un aura mágica fluía en su cuerpo viéndose aún más tétrico, sentí un profundo y lacerante pavor con solo pensar en darle pelea, como si todas las alertas rojas de mi cerebro me advirtieran de no hacerlo, que no era rival para esta cosa o lo que fuese Selix.

— ¿Qué eres? –Pregunte yo.

—Como me has sido de mucha utilidad es justo que lo sepas –Contesta él —Antes de llegar a esta forma, en el pasado solía tener mi propio cuerpo, pero desgraciadamente lo "perdí", unos aventureros… me mataron, pero antes del último golpe logre enviar mi alma al plano espiritual, vague por mucho tiempo buscando la forma de volver al mundo de los vivos con un cuerpo nuevo, ¡y mi larga búsqueda finalmente tuvo éxito, todo gracias a esta cosa!.

Ante la vista Zozo mostraba un objeto que era desconocido para todos los ojos de Corbelt, pero yo reconocía lo que era, un tablero de madera dotado de todas las palabras del alfabeto y números con una sola finalidad, contactar a los muertos, era una tabla Ouija, ¿tales artefactos existen en este mundo?.

— ¿Eres un demonio espíritu? –Pregunte yo.

Los demonios existen en Avalia como una raza más, al igual que los hombres bestias, elfos, orcos y otros, pero jamás había oído de demonio espíritus.

—Jeje… ¿qué si soy un demonio?, quien sabe… quizás lo haya sido, quizás no –Me contesta él evadiendo mi pregunta.

— ¿Quién uso esa tabla?, ¿acaso fue…? –Pregunte a medias suponiendo con certeza la respuesta.

—El niño que ves ante tus ojos fue quien me invoco.

—Selix… ¿por qué lo hiciste?.

—¡Jajaja!, ¿¡que porque lo hizo!?, creo que conoces muy bien esta respuesta, si… en tus ojos veo con claridad que lo sabes.

Sin amigos y siendo blanco de los acoso físicos, cuando Selix se encontró con esa tabla, debió de haber tenido curiosidad de lo que era, de algún modo termino usándolo y eventualmente contacto con esa cosa.

—Entonces, el espíritu de la biblioteca… –Agregue yo.

—Una intromisión, no me percaté hasta después de lograr poseer al muchacho, que otra alma logro traspasar a este mundo por la misma tabla que yo, eso me traería problemas, debía eliminarlo, pero desgraciadamente no podía usar mis poderes hasta haberme adaptado a este cuerpo, tuve que ser paciente y soportar vivir como un debilucho niño humano, esperaba que con el tiempo alguien lograse eliminar al espíritu intruso –Explico Zozo.

—Pero nadie lo hizo…

—Todos resultaron unos inútiles, sabía que si quería asegurarme de que fuese eliminado, debía interferir de algún modo, con algo de tiempo trascurrido mi nuevo recipiente era capaz de manifestar una pequeña porción de mis poderes, lo suficiente para moldear parte de mi energía mágica en algún objeto, para vencer un espíritu que mejor forma que con la esencia mágica de otro espíritu.

—Por eso me diste la daga…

Sin embargo no podía detectar poder alguno fluir del arma que me entrego, como si hubiera ocultado lo bastante bien su magia imbuida en el objeto.

—Intente ese método con otros que vinieron por el espíritu, pero cada uno termino ignorándome, rechazando la daga imbuida con mi poder, fue entonces que tu apareciste, alguien que finalmente tuvo algo de percepción y la acepto, te doy las gracias, Rozuel, ¡jajajajajajaja!.

—Entonces la charla de ayer que tuve contigo…

—Oh eso, siento decirte que Selix dejo de existir en esta cabeza hace muuuuucho tiempo, jejejeje…

Me sentía furioso, enfadado con este miserable espíritu que me utilizo y engaño, sujetaba firme el rifle, con mi dedo cerca del gatillo, aunque el ente parecía darse cuenta de mis intenciones hostiles, solo se quedaba allí quieto, sonriendo confiadamente con malevolencia a la expectativa de mí.

—Adelante, atácame, eso claro si estás dispuesto a sacrificar a todo el pueblo en el transcurso –Comenta Zozo —Creo que voy a dejarte vivo y a matar al resto, solo para atormentarte con la culpa, en tus ojos veo que eres alguien con consciencia, aunque parezcas un chico rudo, tu misma consciencia es muy vulnerable, jejejeje, ¿quieres apostar?, ¿a qué logras eliminarme o fallas y todos los habitantes de Corbelt mueren?, ¿tú qué crees?, chico, ¡jajajajajajaja!.

Me estaba provocando, insistía en que le disparase, pero viendo a los guardias aterrados al igual que los aldeanos, supe que nada conseguiría enfrentándome a algo que ampliamente me superaba en todos los aspectos de poder, intuyo que el espíritu de la biblioteca era un alfeñique comparado a este sujeto. Baje mi arma, cediendo a no atacarle.

—Muy bien, eres un chico inteligente, dado que no tengo razón de estar aquí, me iré y los dejare en paz, tengo mucho que hacer ahora que he regresado –Preciso el ente.

— ¿Por qué… tuviste que matar a esos niños? –Le pregunte al espíritu.

—Eso es porque soy alguien muy rencoroso, ¡MUY RENCOROSO! –Contesto sobresaliendo con una segunda voz de tono demoniaco —Me despido… oh, cierto, ya no necesito esta cosa.

Arroja la tabla Ouija al suelo y sigue su camino riendo como un maniático hasta perderse en el bosque a la vista de todos los presentes, me acerco a la tabla para recogerla y asombrarme de un detalle abrumador, en unos de los bordes del objeto se leía un nombre, "Hastro".

El nombre venía acompañado de un logo, representado como una media luna color celeste con blanca, conocía este nombre y esta marca, era de una empresa dedicada a la creación y distribución de juguetes, pero era imposible, tal cosa era proveniente de mi mundo, ¿cómo es posible que una tabla Ouija con la marca de la misma empresa se halle en Avalia?, ¡no tiene sentido!.

—Joven aventurero… ¿sabes que es esa cosa? –Pregunto el anciano erudito a la tabla.

Que tal pregunta venga de la boca de un viejo erudito con una inmensa biblioteca dotado de cientos y cientos de libros a su disposición, dejaba en claro que la Ouija era algo desconocido para Avalia, entonces… ¿podría esta cosa provenir de mi mundo?, ¿pero cómo?, cada vez un rompecabezas más complicado que otro se armaba en mi cabeza.

—Algo peligroso, muy peligroso –Le respondo al anciano.

Sin dificultad me quede con la tabla Ouija con el permiso de todos, tras lo ocurrido, un funeral a los niños muertos se llevaría a cabo, aunque la amenaza de espíritus ya no persista en Corbelt, un amargo sabor ha quedado en la memoria de cada uno de sus habitantes y este día será algo que no olvidaran.

Por mi parte, me marche del pueblo en la carreta preparada por el Loren del lugar, no hubo tiempo para despedirse, no tras aquel reciente evento. Zozo… pensar que algo así ahora estará vagando entre nosotros, tenía la sensación de que no sería mi último encuentro con él.

Fueron dos días de viaje de regreso a la aldea de Argoh, había llegado cerca del mediodía, me baje de la carreta despidiéndome del conductor, proseguí hacia el gremio de aventureros para reportar sobre el encargo.

Al entrar al edificio, volví a ser el centro de atención de los aventureros de mi alrededor, susurraban algo, no entendía que, pero les ignore, ahora mi atención estaba centrado en la recompensa del encargo, camine hacia la barra para hablar con Hersel.

—Chico, volviste… -Me dice con un rostro sorprendido.

— ¿Me creías muerto? –Pregunte yo.

—Sinceramente, sí.

—Cuanto echaba de menos tu cruda honestidad, a todo esto, ¿por qué todos parecen… como si hablaran de mi a mis espaldas?, pensé que ya habíamos pasado por esta etapa.

—Sobre eso, ¿qué tal te fue con tu encargo?.

—Compruébalo tú mismo.

Acercándole mi antebrazo derecho, por medio de mi marca de aventurero, Hersel coloca la mano sobre la marca y con una habilidad sensorial brindada como personal del gremio, comprueba el éxito del trabajo que lleve a cabo.

—Realmente lo hiciste, ¿y tú compañero? –Pregunta Hersel.

—Muerto –Conteste en una palabra.

—Debo suponer que tienes mucho para contar.

Resumí sobre lo ocurrido desde nuestra llegada al pueblo de Corbelt, el enfrentamiento contra el espíritu maligno, la traición de Mendel y posterior derrota del ente, pero oculte todo detalle acerca de Zozo.

—Qué cosas… jamás se me vendría la idea de un pirata que se hace aventurero, aunque termino recibiendo lo que cosecho –Opina él —Supongo que me toca contarte sobre un "detalle" acerca del encargo que aceptaron, llego dos días después de que se fueran.

— ¿Qué "detalle" exactamente? –Pregunte con la duda.

—Bueno… resulta que uno de los escribas, Deb… Derbon, verifico el encargo y resulta que no era uno de Rango 3, sino más bien de Rango 4.

— ¿¡Que!?...

De modo que este encargo era algo que ni Mendel podía aceptar con su rango actual, dado que era rango 2.

—Momento… ¿eso significa algo malo para mí?, ¿cómo invalidar mis acciones en este encargo por que quien acepto el trabajo no cumplía con el requisito de rango? –Pregunte yo.

—Claro que no, dado que es un error poco común de nuestra parte, dichos encargos son válidos sin importar la diferencia de rango –Contesta Mendel tranquilizando mi inquietud —Y eso nos lleva al segundo punto y es… ¡qué has subido de rango!.

Mirando de nuevo mí marca de aventurero, el número "1" al lado de la palabra "Rango", pasó enseguida a convertirse en un "2", en verdad había subido de rango.

— ¡Felicidades chicos!, quizás no lo sepas, pero eres el aventurero que más rápido ha subido de rango 2, batiste un record, el anterior lo consiguió en un mes y una semana, ¡y tú lo hiciste en tan solo 3 semanas!.

No solo había subido de rango, sino que para el colmo, lo había hecho en un tiempo record, eso atraería atención innecesaria más adelante, pero como de costumbre es cosa del Rozuel del futuro.

—Ahora el evento principal que tanto esperabas, tú recompensa –Dice Hersel poniendo sobre la barra el cofre de Valkarian.

Era un cofre metálico, adornado con elegantes colores amarillo y rojo, sobre la cerradura se hallaba grabado el mismo escudo de un reino igual al de la llave dorada que serviría para abrirlo.

—Había oído hablar de este cofre, originalmente perteneció a un reino extinto y que la cerradura era imposible de abrir sin una llave especifica –Agrega Hersel —Me imagino que tu…

—Sí, la tengo –Conteste de inmediato mostrándola ante sus ojos.

El momento de la verdad, coloque la llave sobre la cerradura y esta cabía, por lo tanto era la correcta, la gire y escuche el dulce sonido del mecanismo interno desbloquearse, estaba abierta, por fin, después de tanto, el tesoro por el que casi muero estaba a mi alcance, abrí el cofre para deleitarme con su contenido.

— ¿Eh?... ¿qué es esto? –Dije estupefacto al ver lo que era.

En vez de encontrarme con innumerables e invalorables piezas de oro, lo que había adentro era más bien una criatura de cuerpo gelatinoso color gris del tamaño de una pelota de futbol soccer.

— ¡No me lo creo!, ¿¡es eso un slime de metal!? –Exclama Hersel asombrado señalando a la criatura.

— ¿¡Un "que"!?...

La criatura salta pegándose a mi cara, sentía una sensación de húmeda y pegajosidad, pero sin llegar a empaparme.

—Parece que es un slime doméstico, ¡y se ve que le agradas! –Dice Hersel.

— Carajo… ¿por qué todo lo anormal me pasa a mí? –Me pregunte frustrado.

Continuara…