Aquella animada chica que los había recibido, era bastante conocida por todo estudiante de la academia, a simple vista era una chica normal de 1,69 con rasgos femeninos bien acentuados tanto en su rostro como en su figura, era realmente atractiva y su siempre presente alegre sonrisa solo ayudaba aún más a eso, sin embargo no era su apariencia por lo que era conocida si no por su actitud que rozaba lo Extravagante y Exótico, al menos para los estándares de este mundo, ya que a pesar de ser una Demerit, ella estaba orgullosa de aquello, fue ella misma quien hizo aquel medallón en su pecho y comenzó a usarlo con orgullo, al ver esto los estudiantes e incluso maestros acostumbrados a ver el ser un Demerit como algo bajo de lo que avergonzarse, no supieron como reaccionar, peor aún al ver su alegre y amable actitud hacia todos por igual como si en realidad no le importara ser un Demerit o una persona normal. Aquella actitud hacia que nadie supiera como tratarla, no sabían cómo reaccionar a su actitud tan Única, además de que tenia una personalidad tan enérgica que terminaba arrastrando consigo a todos a su alrededor, gracias a eso había logrado formar aquel "Club", que era más un punto de reunión en realidad, un club único que solo aceptaba a los miembros rechazados, los demerits.
– Pero en realidad llegan a tiempo ¡Acabo de terminar el nuevo Logo de nuestra base secreta! – La misma chica que los saludo no les dio tiempo a responder cuando ya continuaba hablando señalando con la mano la pizarra y su "Logo", un tipo de escritura Grafiti llena de curvas y exageraciones además de muchos colores, las letras debían decir "Demerits" pero casi no se podía entender por tantos adornos.
– Bueno... – Lyon que solo observaba en silencio intercambio miradas con Cecile la cual parecía tan en shock como él, para luego volver a ver a la pizarra – ¿Como debería decirlo? Es bastante... "Unico" ¿Verdad Cecile?
– ¿Ah?...¡Ah! Si, si, fue tan sorprendente que quede sin palabras. – La pelirroja solo podía cerrar sus ojos mientras forzaba una sonrisa.
Sin duda "Único" era una manera amable de decirlo, eso apenas podía ser considerado "Arte abstracta" por lo que mucho menos podía considerase lenguaje. Curiosamente la pelinegra productora de aquel "Logo" observaba a ambos chicos ladeando su cabeza confundida para luego volver a mirar a la pizarra adoptando una expresión pensativa tomando su mentón mientras examinaba su creación.
– Ya veo...¿Así que es muy exagerado? Pensé que así llamaría más la atención pero al parecer me dejé llevar un poco.
Si bien Cecile abrió sus ojos en sorpresa al ver como ella había logrado ver exactamente lo que ambos pensaban, estando incluso apunto de decir algo como que no estaba tan mal en realidad, Lyon por otra parte mantenía su expresión neutral mientras la detenía alzando levemente su mano en señal de que no dijera nada, después de todo el ya había empezado a entender a aquella curiosa chica quien había visto a través de ellos, chica que guardaba gran cantidad de misterios detrás, Jessica King, una chica que detrás de su actitud enérgica, alegre y "Cabeza hueca" era realmente perspicaz, al menos en lo que a él respectaba siempre había podido ver a traves de ellos sin problema, esto sin duda le llamaba la atención pero lo que pocos sabían era que él había estado consciente de ella desde mucho antes de que siquiera se conocieran, todo comenzó desde aquel día que por pura casualidad escucho sobre la habilidad de aquella chica.
Fue hace ya más de un año, cuando apenas había empezado el primer curso de secundaria y no había conocido todavía ni a Cecile ni a Jessica. Un Lyon más joven de 14 años se encontraba caminando por los pasillos llevando en sus manos una gran cantidad de papeles ya que había sido elegido por sus compañeros para ser quien llevara los documentos que el maestro les había dejado a la sala de profesores, aunque más que una elección fue un "Juicio" ya que básicamente no le dieron opción a elegir diciéndole que debía hacer al menos eso por ser un Demerit, afortunadamente estaba acostumbrado a cosas así por lo que no le molestaba en si, aunque le daba una gran pereza.
Mientras el iba sumido en sus pensamientos no notó siquiera a la chica que paso a su lado caminando en dirección contraria a la suya, esta chica al momento de pasarlo se detuvo y volteó a verle con una expresión de verdadera sorpresa, casi parecía asustada y aquella repentina acción logró que el mismo Lyon se detuviera para observarla confundido, incluso estaba algo preocupado por lo que se acercó un poco.
– ¿Disculpa estas bi-...?
– ¿Vas a la sala de profesores? – Antes de que pudiera terminar de preguntar la chica lo interrumpió.
– ¿Eh? Ah, sí, debía entregar estos papeles...
– Ya veo... Así que después de todo es inevitable... – Mantenía una sonrisa triste mientras murmuraba.
– ¿Inevitable?... – El chico solo la miraba totalmente confundido.
– No, no es nada olvidalo, perdón por molestarte. – Le dedico una expresión animada para luego darle la espalda y continuar su camino dejando al confundido Lyon detrás, pero entonces se detuvo una segunda vez quedándose de espaldas al chico que aún la observaba. – Dime ¿Eres un Demerit Verdad?
No sabía como ella se había enterado por lo que eso le tomo por sorpresa, era apenas el primer día y al parecer ya se corría el rumor de que era uno de los desafortunados Demerits, no veía razón en ocultarlo más pero nuevamente la chica no le dio tiempo de hablar ya que la escucho soltar una leve risa y murmurar algo similar a un "Ya veo" para luego continuar caminando alejándose de él y dejándolo totalmente perdido.
Estuvo Allí varios segundos luego de ver como la silueta de esa chica desaparecía al bajar las escaleras del final del pasillo, pero en eso pareció recordar los papeles en sus manos y que aún debía entregarlos, retomando su camino hacia la sala de profesores, no estaba muy lejos por lo que no le tomó mucho tiempo en encontrarse ya frente a la puerta cerrada del lugar, estaba listo para tocar la puerta cuando dos voces masculinas del interior lo detuvieron.
– Esa chica de ahora, ¿Era una Demerit también?
– Oh, ¿Ella? Tristemente si, además de eso fue uno de los casos más preocupantes.
– ¿Preocupantes?
– Así es, al parecer decía que su habilidad era "Escuchar y sentir a los Dioses", pero luego de varias pruebas se llegó a la conclusión de que solo sufría un trastorno mental similar a la Esquizofrenia o El Trastorno de Personalidad Múltiple.
– Ya veo, eso es bastante triste, parece una buena chica.
– Lo es, es de las más listas de su salón e incluso terminó aceptando que lo suyo no era una habilidad si no una enfermedad psicológica, aunque dicen que no fue nada fácil ya que afirmaba poder escucharlos y sentirlos. Ahora ya está curada afortunadamente.
– Ya veo, con su personalidad y apariencia seguro encontrará alguien con quien casarse que tenga una habilidad decente.
En ese momento la charla se vio interrumpida por el ruido de la puerta abrirse a lo cual ambos voltearon a ver de quién se trataba.
– Buenas tardes, vengo a dejar los papeles de la clase 1 C de secundaria. – Lyon había terminado ingresando al lugar para dejar los papeles sobre uno de los escritorios.
– Ya veo, muchas gracias. Nos haremos cargo desde ahora.
El muchacho solo asintió al maestro que le hablaba y procedió a retirarse del salón, no lo demostraba ya que era alguien poco expresivo, pero estaba molesto, en verdad molesto, no le importaba lo que le dijeran a él pero ver como tachaban a alguien más de Inútil, decidían su destino y que era lo "Único que podían hacer" le hacía enfadar. Pero tristemente no podía hacer nada contra la Sociedad por su cuenta, por eso mismo quería hacer en ese momento lo que podía hacer, había comenzado a caminar hacia la escalera que vio que aquella chica usó, comenzando a bajar estas bastante apresurado y preparado para usar su "Habilidad" para descubrir dónde podría estar ella, tenía que decirle algo muy importante, tenía que decirle que...
– "Nadie decide quien eres o a donde irás, no eres ningún objeto"... ¿Verdad? – Una suave y femenina voz detuvo a Lyón por completo.
Apenas terminó de bajar las escaleras Lyon estaba congelado con una expresión de sorpresa muy poco común en el, después de todo al voltear hacia un lado pudo ver a la chica que estaba buscando apoyando su espalda contra uno de los pilares de la academia, sonriendole animadamente y mirándolo directamente a los ojos como si hubiera estado esperándolo allí todo el tiempo. Pero eso no era lo que más le sorprendía, lo que había dejado sin palabras al pelicastaño era que prácticamente había adivinado lo que él quería decirle, luego de recuperarse de la sorpresa al fin pudo preguntarle algo.
– ¿Que haces aquí?...
– ¿Que hago? Que cruel, ¿Así es como recibes a la linda chica que te estaba esperando?
– ¿Me esperabas? ¿Por qué? – A pesar del tono juguetón de la chica Lyon permanecía inexpresivo.
– ¿Eso importa? Igual me estabas buscando ¿No? – Se separó de la columna en la que estaba apoyada para comenzar a caminar lentamente alrededor del chico mientras paseaba su mirada despreocupadamente por el cielo.
El chico estaba sin palabras, solo podía observarla mientras intentaba entender lo que estaba pasando, la primera cosa que vino a la mente de este fue la charla que ambos maestros habían tenido, recordando más exactamente una parte, "La habilidad de escuchar y sentir a los Dioses." En ese mismo momento por alguna razón la sonrisa de la chica se amplió levemente, solo por unos instantes, para luego ella dar una vuelta sobre si misma dándole nuevamente la espalda al Chico que había permanecido inmóvil observándola.
– "Semana Santa"¹, estaré esperándolo con ansias. – Con aquellas últimas palabras que parecían más un comentario al aire que algo dicho hacia Lyon, la chica comenzó a caminar alejándose pero al igual que la primera vez se detuvo sin devolverse a verlo. – Y, gracias... por querer animarme.
Con ese agradecimiento como despedida, la enigmática chica se alejaba mientras Lyon al igual que la primera vez, solo la observaba alejarse hasta que la perdió de vista, para luego el mismo alzar la mirada al cielo mientras colocaba una mano en su bolsillo.
– ¿"Semana Santa" Eh?... – Repitiendo las palabras de la chica este solo soltaría un suspiro cansado mientras decidía volver al salón. – Creo que dormiré en la siguiente clase...
En ese momento él no lo sabía, pero esa fecha que había mencionado sería la fecha de aquel evento tan importante en su vida, que cambiaría la vida de Cecile, que Jessica Buscaba tan desesperadamente y que los uniría para formar aquel grupo de amigos en un futuro, pero esa es una historia para otro momento, ya que en el presente, El Lyon actual solo observaba a Ambas chicas que Habían empezado a Charlar animadamente de cosas aleatorias, mientras que él simplemente se había sentado en uno de los muchos lugares vacíos para colocar sus brazos sobre su mesa y apoyar así su mentón en sus propios brazos, observando como las dos chicas reían mientras hablaban y luego ambas volteaban a verlo. La alegre y enérgica sonrisa de Jessica y la tímida pero igual de alegre sonrisa de Cecile hacían un contraste tan único que el pobre chico al que se le acercaban no pudo evitar soltar un suspiro mientras el mismo mantenía una cálida sonrisa en su rostro.
– ¡¿Que crees que haces Lyon?! Puedes dormir en cualquier clase así que no te dejaré dormir en una reunión de los "Demerits".
– Tiene razón Lyo, es de mala educación ignorarnos y comenzar a dormir.
Ante el doble ataque de las chicas que habían llegado hasta el lugar de Lyon, este solo podía rendirse y levantarse de su asiento mientras alzaba sus manos en señal de su Rendición.
– Vale, vale, entonces ¿De qué tratara esta reunión?
– Ahora que lo mencionas yo tampoco lo sé... – La pequeña pelirroja parecía recién haberse percatado de eso.
Ambos chicos voltearon entonces a ver a la usual Líder del grupo, Jessica, la cual repitiendo el ademán más común en ella llevo sus manos a sus propias caderas inflando su ya bastante voluptuoso pecho con orgullo, lista para decir la grandiosa idea que tenía.
– ¡Vamos a buscar nuevos miembros!
A pesar de la energía de esta declaración, las sonrisas llenas de curiosidad de tanto Lyon como Cecile desaparecieron y estuvieron en un total silencio por varios segundos para luego ambos mirarse entre ellos.
– Cecile, ¿Quieres ir por un Helado?
– Ah, me encantaría. En estos días está haciendo bastante calor.
Decidieron ignorar cruelmente la declaración de su "Líder" y hacer sus propios planes, parecía que no tenían el menor interés por buscar nuevos miembros pero para su desgracia Su "Líder" era bastante terca y comenzaba a quejarse e intentar convencerlos.
En ese mismo momento que aquel curioso intercambio ocurría, en lugares totalmente diferentes de la academia una chica de lentes y cabellos castaños atados en una coleta se encontraba en una de las bancas del patio, sentada observando las nubes mientras balanceaba las piernas y degustaba de una pequeña paleta dulce. Mientras que en cambio en un rincón algo escondido detrás de una de las muchas escaleras de la academia, un grupo de chicos se encontraban golpeando a un Albino que no se defendía y solo recibía la paliza en el suelo para luego con dificultad levantar su rostro y Murmurar algo que haría enfadar al más grande de los chicos que le golpeaba ya que este le lanzó una patada al estómago que dejó al peliblanco sin aire para luego retirarse siendo seguido por los otros muchachos, dejando detrás suyo al chico golpeado en el suelo.