El cielo estaba oscuro, el aire olía a tierra húmeda. Malachi empujaba el portón de la Ravinia. el rechinido aunque agudo, ensordecedor, le robaba protagonismo al grito de las aves. en la tierra un camino de grava.
Después de aquella conversación con Trevor, Malachi se había dado cuenta de dos cosas. la primera es que aunque Trevor juraba que Alice era el problema, y aunque tenía suficientes razones como para temerle, había escogido hablar mierda de ella a sus espaldas. no antes si no ahora. La segunda es que a pesar de que Candace había escuchado absolutamente todo en aquella conversación, no tuvo una reacción. No había rencor o miedo, quizás solo tristeza, pero era complicado adivinar en qué aspecto eso la hacía triste. Tenía muchas preguntas pero quizá la más grande era el porque Candace le había detenido antes de salir solo para decirle que hay más de una versión para cada historia, como contradiciendo a Trevor, o como defendiendola a ella. Era difícil creer que aquella mujer que luce más como un libro abierto que nadie en esa casa ocultara tanto. No era sorprendente que aquel lugar rindiera servicios poco éticos a gente como trevor, ricos y con cosas que ocultar, pero si era muy extraño el que Alice tuviera algún motivo para mantener ese tipo de tratado en pie a costa de su vida o la de cualquier otra persona por el nombre de Trevor. eso quizá le daba credibilidad a Alice, y el hecho de que si ella pudiera deshacerse de Trevor lo haría, no por odio ni rencor, si no por la historia. Trevor no es un mal amante, ni un mal padre, es complaciente y generoso, lo que no es, es un hombre de negocios, tiene suerte, solo eso. Alice por el otro lado, es lista pero tiene mala suerte.
Actualmente Malachi se encontraba en un punto intermedio entre dejarse caer o ser ese hombre que él piensa que es. Se acerca a ese edificio en donde habitan secretos y ataduras. camina por los pasillos con una destinación clara, y sin embargo tropieza como sin saber. Golpea la madera con sus nudillos suavemente esperando no obtener respuesta, pero por el contrario una bella mujer sostiene el picaporte mientras asoma su rostro con una sonrisa. Malachi sostiene una bolsa transparente con pollo.
-Malachi- llegó el pollo.
El joven levanta la bolsa al igual que sus mejillas.
-Alice- ¡Entra! ¡Ay gracias! En serio me muero de hambre.
-Malachi- uy, creo que esta pecera necesita mantenimiento!
-Alice- ugh dimelo a mi, ya le he gritado a todos a quienes les puedo gritar, pero no hay acción.
-Malachi- fui a visitar a Trevor hoy en la mañana.
-Alice- hmm? ah sí.. que te dijo el idiota
-Malachi- me contó algunas cosas, varias se que son mentira, otras cuestionables pero que podrían ser verdad…
Malachi mira a Alice a los ojos con seriedad aunque con valentía fingida.
-Malachi- y otras que de verdad deseo que no sean verdad.
La sonrisa de Alice cae y rompe contacto visual.
-Alice- vas a comer conmigo o solo venias a dejarlo..
-Malachi- aun no decido
-Alice- creo que tengo una idea de lo que te dijo y puedo imaginar porque lo hizo, pero si ya vienes predispuesto a una verdad no me voy a molestar en decirte nada más.
-Malachi- si fuese así no estaría aquí, quiero escucharte a ti, porque si soy sincero Trevor tiene poca credibilidad.
Alice arrastró su silla fuera de la mesa y se sentó, señaló la otra a malachi y recargó su rostro en sus manos.
-Alice- Lo que te cuente, se queda aquí.
malachi se sentó y la observó con miedo
-Malachi- puedo hacerte una pregunta antes?
-Alice- Adelante
-Malachi- exactamente cual es la historia entre Candace y tu. no lo cuestione antes, pero creo que se toma tus insultos muy personalmente
-Alice- oye…bueno, quizá tiene que ver, ella y yo éramos amigas en la universidad. Bueno es distinto, era algo más grande. Yo no tenía muchas amistades. Ella siempre me pareció grandiosa, llegué a leer parte de su trabajo en exposiciones de literatura, en ese tiempo sabía que llegaría a ser conocida. Ya era alguien en la escuela, su nombre aparecía en muchos lugares, y yo era esa afortunada de ser su amiga. escucharla hablar era emocionante, o escucharla leerte un poema sobre ti, era como un regalo divino. entonces seria de entenderse que considere que es un desperdicio que una mujer como ella tome interés en un hombre tan simple como Trevor. Yo no me mantenía en contacto con ella, no terminé mi carrera en esa universidad, y no supe más de ella hasta que escuche que Trevor se casaría. Primero pense, " no puede mantener la bragueta cerrada" luego pense, "la mujer que se acueste con el tiene que aprovechar que el es un idiota como para darse cuenta de que no es lo suficientemente interesante como para follarlo si no fuera por la casa en donde vive". Y por ultimo pense, preferiría que se case con un vagabundo con esta escoria inmunda.
-Malchi- Pero porque es un problema, entiendo que no pienses de él como un hombre merecedor, pero porque ir tan lejos como para lastimarla internamente.
-Alice- Quizá lo que realmente me molestaba es el que fuera el. Pero las razones siguen interponiéndose una encima de la otra. Para comenzar odiaba que su primer libro fuera sobre lo sola que se sentía por el matrimonio y sus menciones lamentables y horriblemente románticas y ridículas de Trevor, en un libro que llevaba su nombre, ese nombre que tanto me causaba admiración. Pero después es el hecho de que llevaba mi apellido, el apellido en el cual caerá la mierda que tengo ahora. si lo que estuviera colgando significaba un peligro solo para gente como Trevor, creeme que no me importaría dejarme caer, pero ahora tengo que aguantar.
-Malachi- Por ella?
-Alice- Por la gente brillante que se quedó bajo el arena que pudo haber cambiado el mundo. me importa una mierda el mundo, pero un mundo donde ellos brillan… me daría una razón para mantenerme en pie. Es gracioso porque incluso ahora me mantiene cuerda, pero es distinto.