Alexander debía ir hablar con Gesey, no era el momento adecuado pero debía ir ya que su hermana había muerto solo en el primer día qelle vieron, cuando llego el ya la había sepultado.
Gesey estaba entre el odio, la ira y las ganas de matar a esa mujer, se vengaría y pasaría por encima del que fuese. Lo que nadie sabía era que, aunque fuese su hermana también era su mujer, pues eran medios hermanos y desde años atrás ya eran una pareja pero siempre decían que eran hermanos. Sólo los que vivían con ellos sabían su historia.
_Mi señor, el señor Alexander está aqui.
_Digale que pase, dijo el.
Alexander entro aun con dolores en su cuerpo pero ya caminaba mejor.
_Alexander... un silencio estuvo en la oficina del hombre.
_Lo siento por ti. Fue lo único que dijo Alexander.
_Lo sé, pero realmente sabes que esto no pasara desapercibido cierto?
_Lo sé, pero deberías dejarla en paz ya nos dimos cuenta que es casi imposible de llegar a ella.
_No imposible tu me ayudarás, por que fue por ti que fuimos esa noche y te ayudariamos a verla.
_Dime la verdad que quieres de ella, no me escondas nada, antes de que yo llegara ya tenían algo planeado en su contra si no Betsabe no habría sido lastimada dos veces.
_Quieres saber la verdad? eso quieres? pero solo dejame decirte algo. Hicistes un pacto conmigo, y eso incluye que me ayudarás en el todo, soy tu superior arriba de ti, y lo sabes aunque te duela harás lo que se te ordene.
_No soy muy bueno siguiendo ordenes.
_No te preocupes el dolor es algo, al que te acostumbraras. Gesey extendió su mano y Alexander sintió como un dolor horrible posaba sobre él.
Queria resistirlo pero no pudo cayo al suelo, miró al hombre que solo sonreía. Y entonces lo dejo.
_Ahora sabes por que son pocos los que llegan aquí nadie se pasa nada, antes eras un líder ahora solo eres un peon y pronto podrás gozar de ciertos beneficios. Y como decía, claro que se puede llegar a la chica tu seguirás con ella, seras su amante y con eso será suficiente. Y así podremos hacer lo que se nos encomendó hace años a mi y a Betsabe que en la gloria del infierno debe estar.
_Maldita sea contigo Gesey que escondes, por que ella dejala ir!!
_No Alexander, ella tiene su destino firmado, ya no hay marcha atrás. Ella nació con un propósito bueno para nosotros. Toma este libró ve a casa y leelo, te hace falta más historia para entender las cosas. Y no quiero un no! de tu parte por que sabrás que si me dicen el amo del control, es porque hago muy bien mi trabajo.
_Bien solo dijo Alexander, sintiendo aun ese dolor en su cuerpo.
_Nos veremos luego. Ya puedes irte.
Alexander salio de ahí regreso a su habitación, se tomo unas pastillas para el dolor miró el libro que le dio ese hombre era grande y parecía viejo, pero estaba con una cubierta de piel, no se veían ya las letras solo un símbolo extraño y lo abrió, comenzó ah hojear y se dio cuenta que era similar al que Atenea le había dado.
Busco la historia de Eris. y ahí edtaba eran casi 10 páginas de ella.
_Mm tanto, por que hay tanto de ella? Se llama como le había puesto a Elisa, comenzó a leer, y entonces quizo adelantar algunas cosas, hasta que llego donde estaba el caballero negro.
_Mmm esto se me hace conocido...
Elisa miraba a Lee a su lado el ya dormía, su respiración era lenta, habían hecho el amor, como antes apasionados, dulces y se sentís esa atmósfera de amor entre ellos. Elisa comenzaba a pensar en darle una ultima oportunidad a Lee, era el padre de sus hijos, estaban casados, eso realmente era hacer lo correcto ante todas las cosas. Alexander vino a su mente, si edtsbs locamente enamorada de él, pero... Entre ella y el definitivamente no podía existir algo y menos cuando él estaba en los planes malvados de la bruja Eris. Elisa temía por la vida de él, queria sacarlo de ahí, incluso sí él no se quedaba asu lado, queria verlo feliz y con una familia, con la que siempre soñó. Le dio hambre y decidió bajar, Se puso su bata, sus pantuflas y caminó hacia la cocina, encendió la luz y miró el refrigerador habían galletas, leche pastel!!.
_Mmm pastel hoy no me dieron pastel que malos, esta enteró se me antoja lo debió hacer Lee mmm se que sabe delicioso. Lo tomo se sirvió una rebanada y comenzó a comer en la mesa, Cruzo sus piernas se abrió un poco su bata, dejando ver sus blancas piernas, mientras comía hacia ruiditos de placer,
_Mmm que delecia, chocolate oreo con cacahuate y cajeta, mi favorito.
Alexander salió y la miró, se veía hermosa con esa bata rojo vino atada asu cintura, su cabello suelto y esa manera de comer tan sensual. Sentía que el corazón se le salía. Pero debía controlarse no queria lastimarla menos cuando Gesey lo había amenazado.
Elisa sintió que alguien la miraba, volteo y si, ahí estaba Alexander.
_Hola te desperté? saliste hace rato? pregunto ella.
_Hola feliz cumpleaños, ah... sí salí lo que pasa es que. Fui a inspeccionar que sucedió en el arrollo.
_Ah eso, sientate quieres pastel? Lee lo hizo para mí, y entonces paso esto en fin, ya paso.
Alexander se sentó enfrente de ella, se levantó y le dio pastel con leche.
_Gracias, y queria darte un regalo pero...no se si tu angelito te dejara tenerlo.
_Jajajaja, ese tono es de celos, lo sé. Lo siento.
_Si ni lo negaré, pero bueno. Mi problema contigo es grabé.
_Por que lo dices? pregunto ella.
_Necesito poner distancia entre los dos, y así dejarte libre no crees? Le dijo Alexander.
_Elisa sentía un dolor en su pecho, Alexander quería dejarla.