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Chapter 2 - Capítulo 2 Tratando de encontrar al ladrón

Ya dado el veredicto Alice fue transformada en humana y llevada a la ciudad más cercana del bosque allí comenzaría su búsqueda. Caminó por varias horas preguntando por Alex pero nadie le conocía, ya llegada la noche notó que no había comido nada en todo el día para su suerte a lo lejos divisó un granero abandonado y se dirigió hacia él con la esperanza de encontrar algo que comer. Al llegar vio una bolsa llena de alimentos y una pila de manzanas, como tenía hambre no se preguntó de quien era y comió hasta satisfacerse, cuando termino le entro sueño y se durmió profundamente hasta que varias horas después se despertó a causa de unas risas de personas que se acercaban hacia ella, rápidamente se escondió en un bulto de paja pero como lo hizo a gran velocidad se dio contra unos calderos que se encontraban allí.

Para su sorpresa las risas eran de dos hombres que traían a otro amordazado y amarrado al cual tiraron bruscamente contra ella soltando un pequeño chillido, los dos hombres extrañados se giraron hacia donde habían tirado a el cuerpo y Alice al ver que se acercaban no pudo pensar en nada así que solo maulló, por lo cual los hombres se rieron y se relajaron. Mientras tanto Alice fue a liberar a quien habían capturado y para su sorpresa no era nada más y nada menos que Alex con un enorme chichón que no tenía nada que envidiarle al que ella le hizo una vez.

Cuando se disponía a liberarlo, este recuperó el conocimiento y al verla empezó a hablarle con la voz de un anciano para que lo desatara, sin la más mínima idea de que ella ya lo había reconocido, solo se aguantó la risa y le dijo que lo liberaría de inmediato.

- Una vuelta por arriba, luego otra por debajo, ahora una por detrás-decía mientras cogía la cuerda y le daba vueltas sin parar- y ya está, que buen nudo hice.

- Pero que estás haciendo, es que estás loca acabas de apretarlo más se supone que me ibas a liberar.

- Siiii…. Y se suponía que tú estabas enfermo gravemente.

- A...A...Alice... eres tú, no se suponía que no podías salir del bosque, además creí que te había engañado perfectamente.

- ¿Qué acabas de decir? Ahora quien te va a matar voy a ser yo- decía mientras le lanzaba con gran fuerza los calderos que habían detrás del montón de paja.

A duras penas el pobre de Alex se los esquivaba por los pelos arrastrándose por el piso o saltando torpemente ya que no podía hacer mucho por culpa del nudo que la enojada Alice le había hecho.

- Espera que nos van a descubrir.

- Es cierto –dijo mientras sostenía una gran olla en sus manos.

Así que esperaron a que los secuestradores se durmieran y aprovechó para desatarlo, los dos se dispusieron a coger unos calderos de los que quedaban por allí y golpear fuertemente a cada uno de estos hombres y amarrarlos rápidamente, mientras Alex hacia esto pensaba: "Lo siento chicos pero mejor ustedes que yo porque si me hubiese tocado a mí no la hubiera contado con lo enfadada que está".

Aprovechando que se encontraba entretenido le dio un fuerte golpe con el cual pensó que lo había dejado inconsciente, y lo amarró a uno de los postes del granero.

- Así podré dormir sin preocupaciones y descasar para mañana llevarte con el Rey.

Pero lo que no se imaginaba es que Alex había estado fingiendo estar desmayado a lo cual él murmuró:

-Jajajaja creíste que me habías dejado inconsciente con ese golpe pues no pero la verdad yo también estoy cansado así que también dormiré un poco- y se quedó dormido en un instante.

A la mañana siguiente Alex se despertó un poco más temprano y se sacó una pequeña navaja que tenía escondida en la suela de su bota y logró picar la cuerda, pero cuando se levantó no se dio cuenta de que Alice ya se había levantado y no se encontraba a su lado. Cuando salió corriendo del granero gritó: Soy lib…. Siendo silenciado por un golpe de Alice que se había dado cuenta de que anoche no lo había dejado inconsciente con aquel golpe por lo cual ahora lo había golpeado mucho más fuerte, tanto que sonó como cuando le das un golpe a un coco seco, tras lo cual cayó como una piedra contra el suelo.

- A ver si así aprende, que no me gusta que me engañen.

Lo montó sobre uno de los caballos de los secuestradores con un poco de trabajo y salió como alma que lleva el diablo en dirección al camino que pasaba por algunos pueblos antes de llegar al Bosque. Cuando llegó a un pequeño pueblo se percató de que el camino se dividía en dos y que no sabía el camino correcto de regreso, por lo que cogió a Alex y para quitarse su frustración le empezó a dar bofetadas mientras decía:

- Es tú culpa, si no te hubieras robado la poción ahora yo no estaría aquí.

Por suerte Alex se había despertado hacia unos instantes y trataba de esquivar sus golpes al mismo tiempo que se trataba de liberar de las sogas. Pero no se dio cuenta de que se le había acabado el caballo y se fue a la velocidad de un rayo contra el piso.

- Porque cada vez que me topo contigo me estoy dando golpes, ya no lo soporto más.

- Si no quieres recibir más golpes entrégame la poción y no sabrás nada de mí.

- Ya no la tengo, se la di a quien me había contratado para robarla.

- ¿Qué hiciste queeeee? Ahora si te voy a matar.

- Tranquila no te enfades, oye A...A...Alice no eso no.

Decía mirando como cogía un hierro de marcar de una herrería que había cerca de ellos y le empezaba a caer atrás por uno de los callejones que encontró al ir corriendo pensaba "que me coge, que me coge" pero entre uno de esos pensamiento de si lo iba coger o no paso uno por su mente de lo que le podría hacer con ese hierro al rojo vivo si lo atrapaba a lo cual su cara se puso blanca como un papel y empezó a gritar "me quiere matar, auxilio", pero sin darse cuenta de las cajas que habían delante de él, dio un tropezón y calló al suelo en una posición de perdón con el trasero expuesto. Cuando Alice lo vio en esa posición y ya estaba a punto de marcarlo en una nalga, dos caballos pasaron a su lado como un relámpago y para cuando se dieron cuenta que eran los suyos estos ya no se encontraban a la vista. Al ver que se había entretenido un momento Alex se dispuso a escapar pero se encontró con el hierro de marcar que sostenía Alice justo frente a su nariz, la cual fue casi borrada de su cara por el movimiento que hizo para detenerlo. Asustado retrocedió, para toparse con dos guardias que andaban buscando a quien se había robado el hierro de marcar de la herrería y cuando escucharon los gritos que pedían ayuda pensaron que podía pasar algo sospechoso y acudieron al lugar. Alex aprovechó para librarse de Alice de esa forma:

- Guardias ella se robó un hierro de marcar de la herrería.

- Así que esta linda señorita se dedica a robar ehhhh…

- No mire es que él…verá usted entenderá…Alex te voy aaaaa…

- Cuidado esa mujer es muy bonita pero está igual de loca.

- Que estoy qué…ya verás cuando te coja.

Él aprovechó para marcharse rápidamente pero no contaba con que ella se ideara un plan que lo dejó más que sorprendido.

- Mi amor porque me acusas de loca si el plan era que mientras los guardias trataban de atraparme tú robaras la herrería. (Eso te va a enseñar a no tratar de deshacerte de mí).

- Con que de eso se trataba ehhhh… pareja de rufianes. Ven acá tú también estafador, dejar que tu novia asuma el crimen sola…que clase de hombre eres, al menos acepta la responsabilidad.

- No señores miren...yo...yo...yo no la conozco.

- Alex mi vida porque dices eso lo que pasó ayer no significó nada para ti. (Toma eso descarado)

- Así que no se conocían y como explica que sepa tú nombre y le hayas hecho que se yo anoche ehh…dime.

- Señores entiendan todo esto es un mal entendido…seguro que me está confundiendo con otro. (Maldita hada me duele admitirlo pero muy bien jugado).

- A callar eso déjalo para el juez y ven con nosotros.

Y lo agarraron también, el cual iba arrastrando los pies y tratando de agarrarse a todo lo que podía en camino a la prisión, pero todos sus esfuerzos eran frustrados ya que Alice siempre le avisaba a los guardias antes de que él lograra aguantarse de algo. Por lo cual al ver su comportamiento y quedar engañados por la gran actuación que llevo a cabo entre lágrimas decidieron dejarla ir porque creyeron que era otra chica de la cual se habían aprovechado por quedarse enamorada de un rufián como él.

Alice les dio las gracias a los guardias por dejarla ir con una cantidad increíble lágrimas en sus ojos y su figura desapareció entre las sombras de los pasillos de las casas, pero no se marchó sino que regresó en la noche para tratar de convencer a Alex de que la ayudara a recuperar o ya saben robar (lo más probable) la poción de nuevo.