La velocidad de la luz brillante nunca sería tan lenta como para no alcanzar a su oponente. Para evitar esa flecha que se aproximaba, necesitarías una habilidad física comparable a la de Reinhard o…
_Roy: Nosotros te admiramos, nii-sama. Nii-sama, como odias mostrar tu duro trabajo a los demás, usarías esas técnicas mágicas sólo si estás desesperado, ¿cómo no sabríamos eso—?
_Julius: ¡¿Qué estás diciendo?!
_Roy: Pensando que no lo sabríamos… Eres verdaderamente inocente, Julius nii-sama. Pero, nos encanta esa parte de ti—! Gyajajajajajaja—!
Alphard saltó del suelo y evitó el ataque mágico, con un movimiento que sugería que ya sabía que Julius usaría ese as en la manga. Ricardo posteriormente corrió a golpear a Alphard, quien había esquivado el ataque de magia, pero esa persecución también era un movimiento que él había anticipado.
Ricardo lo atacó frente al canal, mientras las dagas y el machete chocaban y las chispas volaban. Ricardo era abrumadoramente superior en fuerza. Alphard contrarrestó la diferencia de fuerza con un manejo de sus dagas inimaginablemente hábil. El machete atacó al blasfemo, rompiendo los adoquines.
Al mismo tiempo, la daga de Alphard alcanzó a cortar el peludo torso de Ricardo.
_Roy: ¡Mi~ra, un trozo de carne de perro—! ¡La dura y fibrosa carne debe pincharse chop chop y volverse tierna para que sea más fácil de comer para que sea más fácil de morder para que sea más fácil de digerir para que sea más fácil de defecar para que sea más fácil de descomponer para que fertilizar los vegetales sea más fácil y después de que hace todo eso tan fácil la carne debe ser comida para comenzar el ciclo ciclo ciclo ciclo de la cadena alimenticia—! ¡A~h!, ¡¡¡Qué maravilloso—!!!
_Ricardo: ¡Ngh… gah… ¿guh?!
La velocidad de Alphard, que había dado ese rápido discurso y tenía sus dagas en ambos brazos, no debería ser tan extraordinaria. Ese cuerpo que aún debería estar en edad de crecimiento y que no parecía entrenado tenía un aspecto engañoso y había logrado cortar el cuerpo de Ricardo, quien ahora estaba en una postura defensiva.
_Julius: ¡¡Ricardo!!
Pelaje como alambre y músculos gruesos. El cuerpo de Ricardo, que era como una armadura en sí mismo comparado con el cuerpo humano normal, no había sufrido ninguna herida por ninguna técnica hasta ahora con la excepción del ataque de Alphard.
Con los ojos bien abiertos, Julius se quedó atónito al ver la herida sangrante de Ricardo.
Los movimientos de Alphard eran increíblemente veloces, cada movimiento apuntaba con precisión a las articulaciones y partes delgadas del pelaje. Independientemente de las cualidades del cuerpo de Ricardo, un golpe en un punto clave podía lastimar, sangrar e incluso poner en riesgo la vida.
_Julius: —hk.
En el momento en que Julius vio el bombardeo de golpes, convocó a sus cuasiespíritus una vez más. Las ráfagas de viento se mezclaron con llamas de fuego. La espada comandaba los cuasiespíritus de dos colores: Ia, del fuego, y Aro, del viento. Desde un lado, una cuchillada con una llama rojiza se dirigía hacia Alphard.
_Roy: ¡Sí, nosotros también conocíamos ese patrón—!
_Julius: ¡¿Qu—?!
_Roy: ¡Esa sorpresa es completamente honesta—! ¡Nuestro estómago tampoco tendrá ninguna dificultad—!
Sin embargo, Alphard no se vio afectado por ello; con un brazo atacando con precisión y, como si tuviera ojos en la espalda, pateó el torso descubierto de Julius.
Su talón penetró en los músculos abdominales de Julius, tanto que parecía que algo se había roto. En el frente, justo cuando Ricardo comenzó su contraataque, él lanzó su pie justo hacia la mandíbula inferior.
_Roy: ¡Qué bien, qué bien, esto se ha convertido en algo divertido—! ¡Con nii-sama! ¡Con Ricardo-san! ¡Ambos están peleando esta gran batalla y nosotros somos su oponente! ¡Aunque nosotros, con nuestros cuerpos débiles, no podemos hacerlo en absoluto, no podemos alcanzarlo, no podemos verlo, no podemos entenderlo, ya deberíamos habernos rendido en esta posición—! ¡A~h! ¡Esta diversión… qué injusto, injusto, injusto, injusto—!
Julius y Ricardo cayeron de rodillas al mismo tiempo. Alphard, que detuvo sus ataques, daba repetidas volteretas por encima del adoquinado.
El alegre rostro sobre el adoquinado daba vueltas; parecía un niño.
Ellos debían tener en cuenta su increíble habilidad y su brutalidad infantil.
_Ricardo: Esto es… musho má' de lo que me han conta'o. Aun así, ¿qué mierda es ese tipo?, me molesta. La forma en que camina, la forma en que habla, ¡to'o sobre ér es muy espeluznante!
Ricardo, con heridas superficiales por todo su cuerpo, dijo eso con una voz nublada mientras se lamía las heridas de los brazos. Julius se levantó, respirando pesadamente, estando de acuerdo con la furia de Ricardo.
_Julius: Es igual que en el Ayuntamiento… no, simplemente su comportamiento sigue siendo igual de incomprensible. Puede que sea un intento de burlarse de nosotros, pero es contraproducente y nada más.
_Roy: Aunque digas eso, siempre es el humanista nii-sama quien oculta a Ricardo-san sus preocupaciones, ¿verdad? ¡Dijimos que ya sabíamos sobre eso—!
_Julius: Bastardo…
Aplaudiendo, Alphard se rio incontrolablemente, y Julius envió al cuasiespíritu de agua —Kua— bajo Ricardo para curar sus heridas mientras él se adelantaba.
_Ricardo: ¡Ah! ¡Ey, Julius! ¡No vayas!
_Julius: ¡Quédate ahí tranquilamente hasta que tus heridas sanen lo suficiente para que dejen de sangrar!
Apuntando su espada de caballero hacia adelante, Julius corrió hacia Alphard. Sin embargo, el movimiento ahora claramente no era el mismo que el de antes.
Ante los pasos y cortes agudos, Alphard, que recibió el primer ataque, sintió que su ceja fue ligeramente cortada.
_Roy: Eso fue…
_Julius: El poder del cuasiespíritu del yang, In, y al mismo tiempo…
_Roy: ¿Oh?
La pregunta de Alphard se superpuso con la voz que respondía.
Usando sus largas piernas, Julius saltó y pateó la cabeza de Alphard. Esta vez, su defensa no llegaría a tiempo. Sus brazos colgantes se quedaron atrás y, girando los ojos, Alphard se giró e intentó desesperadamente esquivar.
_Roy: ¡Uwa—kya! Lo de ahora, ¿qué fue?
_Julius: Mi cuasiespíritu del yang. Mi espada tiene el cuasiespíritu del yin. Es una asociación mutua que mejora la habilidad física. Ésta es la primera vez que lo ves, ¿no?
_Roy: …Oh, jiji; ¡como se esperaba~! ¡Julius-sama es maravilloso! ¡Aún tenía un encanto que ni nosotros ni nadie conocía, ¿no es así—?!
_Julius: ¡¿—?!
Con sus mejillas ruborizadas, Alphard miró extasiadamente a Julius.
En el momento en que Julius frunció el ceño ante esa intensa mirada, Alphard se quitó y arrojó las dagas que llevaba atadas a los brazos. Un sonido agudo resonó al quedar clavadas en el adoquín.
Inmediatamente después, el talón de Alphard rompió el suelo donde estaba.
_Roy: Como parece que no puedes sorprendernos con espadas, esta vez vamos a intentarlo con los puños—.
_Julius: ¡Gh—hk!
Alphard se acercó en un abrir y cerrar de ojos, mientras lanzaba la parte inferior de la palma de su mano y retorcía su cintura. Julius lo contrarrestó con su mano izquierda vacía, pero el golpe penetró a través de su brazo hasta su pecho.
Inimaginablemente, el fuerte impulso desde el suelo y el giro de su cintura habían aumentado la fuerza destructiva de su golpe de palma, y el delgado cuerpo Julius fue seriamente enviado a volar.
Si Subaru hubiera sido testigo de este espectáculo, habría pensado en un accidente de coche.
Una escena violenta donde un conductor temerario atropella con un coche a personas desprotegidas.
_Roy: Sólo nuestros puños ya han derribado y matado a ochenta y ocho personas. Suponemos que sacudieron a nii-sama hasta la médula de sus huesos, ¿no?
Julius no podía darse el lujo de responder a la loca sonrisa de Alphard.
Los huesos de su pecho y sus órganos internos fueron aplastados, la sangre se desbordaba sobre su ropa y su cuerpo volaba en el aire. Ricardo, quien aún estaba siendo curado, respondió rápidamente a la situación.
_Ricardo: ¡¡Julius, cuida'o!!
Ricardo abrazó y defendió a Julius, quien inesperadamente iba a chocar contra la pared. Incluso el enorme hombre-perro fue tragado por el impacto y chocó contra el edificio, aplastando las piedras de las que estaba hecho.
Ricardo, que había acudido en ayuda de Julius, sacudió la cabeza formando una nube de polvo. La sangre se derramaba a un lado de su cabeza, y escupió la sangre de su garganta para evitar ahogarse.
_Ricardo: ¡Espíritu! ¡No sé si pue'es oírme, pero tu amo 'tá en apuros! ¡Ponte a trabajar! ¡Piensa en mí más tarde!
Ya fuera gracias a la llamada de Ricardo o no, la luz azul empezó a verter su poder en el moribundo cuerpo de Julius.