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Chapter 359 - El camino de regreso en la ciudad del agua. Parte2

_Hombre de Blanco: Mis disculpas por ese embarazoso espectáculo. El Joven Amo generalmente es tranquilo, pero si los asuntos involucran a Liliana-san, rápidamente se enfurece... Trataré de calmarlo, pero, por hoy, terminemos las negociaciones aquí.

Después de calmarse el alboroto, el hombre de mediana edad vestido de blanco tuvo que actuar como el mediador para calmar ambos bandos. Inclinó la cabeza con una disculpa.

La voz frenética de Kiritaka todavía se podía escuchar desde la puerta cerrada detrás de él. Esa escena no era adecuada para los forasteros, por lo que los miembros de la Facción de Emilia habían sido sacados de la sala.

_Liliana: Kiritaka-san es realmente problemático, incluso quiso quitarme la oportunidad de hablar con Emilia-sama y Subaru-sama. ¡Uf, estoy tan molesta, uf!

La ira de Liliana, por otro lado, también era interminable. Hablando con un enojado resoplido, anunció que se le ocurrió una nueva canción titulada «El Maestro Vanguardista de la Vida y la Muerte», causando que Beatrice frunciera el ceño.

_Hombre de Blanco: Liliana-chan, por favor perdone al Joven Amo.

_Liliana: ............Entiendo.

Aunque tardó mucho tiempo en entenderlo, Liliana finalmente se calmó.

La interferencia de Subaru había hecho que una negociación viento en popa fuera totalmente infructuosa.

_Subaru: En otras palabras, Liliana es una fangirl fanática y está obsesionada con nosotros. Kiritaka lo sabía y quería evitar que se la robáramos. ¿Ese era el motivo de la tercera condición?

_Otto: Y justo cuando estaba a punto de cerrar el trato, Natsuki-san tuvo que arruinar todo. Finalmente lo entiendo ahora. ¡¿Acaso le beneficia a alguien tenerte cerca?!

_Subaru: Reconozco que esto fue culpa mía, pero ¿quién habría pensado que después de tener náuseas las cosas resultarían así? No es algo sobre lo que tenga algún control.

Otto no pudo ocultar su insatisfacción ante el resultado de las negociaciones.

Subaru habló a la ligera, pero también estaba insatisfecho después de haber recibido un golpe de la piedra mágica de Kiritaka y darse cuenta de que las negociaciones de mañana serían increíblemente difíciles basadas en el tono iracundo de Kiritaka.

_Emilia: Ya, ya, por favor no te enojes tanto, Otto-kun. Subaru no lo hizo a propósito, son cosas que pasan.

_Subaru: Exacto. Continúa, Emilia-tan.

_Emilia: Subaru, también tengo algo que decirte. No debiste ser tan ruidoso con Liliana-san hoy. Éramos los invitados allí, así que definitivamente les causamos muchos problemas.

_Subaru: Sí, lo lamento.

Subaru inclinó su cabeza para disculparse, y Emilia asintió como diciendo «muy bien».

Otto suspiró resignado mientras observaba la irremediable actitud de su ama.

_Otto: De todos modos, las negociaciones de hoy han terminado ya, así que deberíamos regresar al Pabellón Fluvial del Plumaje… Sin embargo, tengo algo que hacer antes, por lo que me reuniré con todos más tarde.

_Subaru: ¿Algo que hacer?

Ante sus inesperadas palabras, todos se giraron hacia Otto, quien señaló en la dirección de la sede de la Compañía Muse.

_Otto: Nos hemos esforzado en llegar a la lejana Priestella, por lo que me gustaría tomarme el tiempo para mejorar las relaciones aquí. Aunque hoy únicamente es necesario que vaya yo. Quizás llegue el día en que Emilia-sama deba acompañarme. Si eso llegase a suceder, tendré que molestarla, Emilia-sama.

_Emilia: Sí, entiendo. Pero, ¿por qué no soy necesaria hoy?

_Otto: Si se presenta sin previo aviso, es posible que sean incapaces de recibirla como es debido. Debemos ser considerados con el lugar a donde va.

_Emilia: Sí, entiendo. Lo tendré en cuenta.

Después de escuchar la respuesta de Emilia, Otto dijo «Por favor, vayan a casa pronto», como si estuviera hablando con un grupo de niños, y luego desapareció en las profundidades del distrito dos. En cuanto a Garfiel, aunque quería acompañar a Otto, fue rechazado con un «Por favor, prioriza a Emilia-sama».

_Emilia: Entonces, Subaru, ¿de qué estabas hablando con Liliana-san?

_Subaru: ¿Oh? ¿Estás preocupada de que hable con otras chicas, Emilia-tan? ¿Y eso? Me alegra mucho ver este sutil cambio.

_Emilia: No. No te preocupes, solo quería saber qué tipo de persona era la diva. Aunque me parece bien incluso si lo malinterpretas.

_Subaru: ¿¡Es mejor si lo malinterpreto!?

Emilia, como siempre, natural y despiadadamente cortó el corazón de Subaru. Pero, en cualquier caso, le dio a Subaru una razón para charlar con ella, por lo que empezó a contar su experiencia anterior.

_Subaru: Al principio, cuando la encontramos en el parque, pensé que su canción era superpoderosa. Fue una actuación asombrosa, incluso para una diva, ¿verdad, Beako?

_Beatrice: No negaré eso, de hecho. No lo niego, supongo.

_Emilia: Beatrice parece angustiada, ¿qué pasó?

_Subaru: —El precio a pagar por tener talento en un área es la incapacidad en otras áreas. Liliana es un claro ejemplo de eso.

Subaru podía entender completamente la angustia de Beatrice. Liliana dedicó su corazón y su alma a la música, y se convirtió en una chica bastante lamentable.

_Subaru: En resumen, en lugar de esforzarte por ser una persona extremadamente talentosa en un área, debes esforzarte por ser una persona ligeramente exitosa en todos los ámbitos.

_Garfiel: Ooh, qué filosófico, Capitán. Me pregunto si su canto te hizo pensar así.

_Subaru: No lo negaré. Valió la pena conocer a Liliana para llegar a esa conclusión.

Todos decidieron volver a pie al hotel. Si tomaran los canales de nuevo, Subaru se marearía otra vez, lo que significaría dejarlo atrás.

_Emilia: Como Otto-kun dijo, no fue fácil para nosotros venir aquí, así que quiero dar un paseo y apreciar estas hermosas calles.

Para que Subaru no se sintiera culpable de que estuvieran caminando por su bien, Emilia expresó su argumento como una linda petición. Subaru no tenía ninguna queja, y Garfiel y Beatrice no se opusieron.

_Subaru: Si no hubiera podido acompañar a Emilia-tan de vuelta al hotel, me habría vuelto loco de preocupación.

_Beatrice: No tienes que preocuparte, de hecho. Si nos metemos en problemas, Betty pondrá su mano izquierda en una pared, supongo.

_Subaru: Creo que ya te he dicho los fallos de ese método.

_Garfiel: Ustedes dos no tienen que preocuparse, tienen mi asombrosa nariz. Ya sea el olor del hotel o el de esa enana diabólica, mi asombroso ser lo recuerda.

_Subaru: —Je.

Al notar que Garfiel usaba el olor de Mimi como ejemplo, a Subaru se le escapó una risita maliciosa. La reacción de la pequeña felina hacia Garfiel, aunque sorprendente y desconcertante, probablemente sólo se trataba de buena voluntad. Además, tenían la misma edad. Subaru pensó que hacían una linda pareja.

Por cierto, Garfiel seguía siendo el mismo, queriendo dedicarse a Ram. Y Ram sólo consideraba a Garfiel como un hermano pequeño, nada más.

_Subaru: En cualquier caso. Garfiel, eres mi hermanito; así que, como hermano mayor que soy, rezo por tu éxito en el amor.

_Garfiel: ¿Ehh? ¿Por qué acabas de decir algo tan cursi, Capitán? Bueno, no creo que lo 'stés diciendo con mala intención…

Subaru puso una expresión de «Entiendo» mientras le daba una palmadita a Garfiel en el hombro. Garfiel ladeó la cabeza y se rio, mostrando su sonrisa de dientes afilados. Subaru esperaba desde el fondo de su corazón que el amable y bien intencionado Garfiel encontrase la felicidad.

_Emilia: Esta es una ciudad encantadora. Todo parece fresco y la gente aquí se ve feliz. No puedo evitar sentirme emocionada.

Sus alrededores parecían deleitar a Emilia y, al ver su expresión, Subaru también se sentía feliz. Aunque ella tenía razón. El diseño de la arquitectura de la ciudad tuvo que haber requerido un gran esfuerzo, y todo lo práctico parecía ser como una obra de arte. La guinda del pastel eran los hermosos canales de Priestella, que también se utilizaban como medio de transporte.

_Subaru: Aunque la ciudad fue construida así, los orígenes del diseño son desconocidos.

_Emilia: Aparentemente su construcción forzó los límites de la tecnología de la época, porque tenía algo que ver con mantener a las bestias peligrosas atrapadas dentro de la ciudad. Pero eso no cambia su belleza, ¿verdad?

Emilia se detuvo en un puente con vista al canal de agua y sonrió.

Subaru, superado por la atmósfera, asintió con la cabeza como si declarará un «Sí».

Por alguna razón, Subaru había llegado hasta aquí, a este punto. Mientras él pudiera alcanzar los resultados que buscaba y los resultados que había obtenido, nada más importaba.

Porque lo más importante de todo no es el principio, sino el final.

_Subaru: Eso fue lo que dijiste, mamá.

_Emilia: ¿Qué acabas de decir?

_Subaru: Solo recordé las palabras mágicas que me dijo la mujer a la que más respeto en el mundo.

Los días de esos recuerdos habían ocurrido hacía mucho tiempo, pero, aun así, Subaru había ganado mucho coraje de ellos.

Sería imposible olvidarlos, porque la lección que había aprendido de ellos era algo que no podía olvidarse. Hoy, Natsuki Subaru vivía con esos recuerdos dentro de él.

Viendo las risas compartidas de Subaru y Emilia, Garfiel y Beatrice esperaron a un lado.

Esos dos estaban ocupados en su propio mundo, y nadie podía interrumpirlos. Incluso Beatrice lo reconoció.

_Beatrice: Tiene una expresión muy tonta en su cara, de hecho.

_Garfiel: Cuando un hombre 'stá de buen humor con la mujer que le gusta, por supuesto que actuará así. Mi asombroso ser 'stá aliviado. Parece que el Capitán es un hombre.

_Beatrice: Me pregunto qué significa eso, supongo.

_Garfiel: No, es sólo que el Capitán se rodea de chicas muy pequeñas y de muchos hombres... Si no 'stuviera tan cerca de Emilia-sama, podría ocurrir un malentendido.

_Beatrice: ¡Subaru es un hombre masculino, de hecho! ¡Es un hombre y un pervertido, supongo! ¡Siempre está dispuesto a tocar en cualquier momento a Betty y a Petra, supongo!

_Garfiel: Esa no es una buena manera de responder por él, ¿no crees?

Los dos hablaron largo y tendido sobre las preferencias de Subaru, y sobre su reputación de tocar a chicas más jóvenes que él. Subaru y Emilia, satisfechos con su vista de la ciudad del agua, ni siquiera escucharon el diálogo irracional que se desarrollaba a sus espaldas.

_Emilia: Bueno, ya es hora de volver. Además, quiero volver a admirar el hotel. Su estructura era muuuy extraña, pero interesante.

_Subaru: Arquitectura wafu (de estilo japonés). También quiero volver a verla, aunque por razones diferentes, menos bondadosas que las de Emilia-tan.

_Emilia: ¿De verdad? Jaja, entonces deberíamos apresurarnos.

Emilia retiró su mano de la barandilla y dio unos pasos hacia atrás sonriendo entusiasmadamente. Como se sentía un poco impaciente, no se tomó el tiempo para confirmar que no había nadie detrás de ella.

_Emilia: Ah.

_???: Ups.

Chocó contra un hombre con capucha que estaba pasando por allí. Ella se tambaleó un poco, y el hombre la sujetó para estabilizarla.

_Emilia: L-Lo siento. No estaba prestando atención...

_Subaru: Yo también lo siento. Esta niña es problemática. Me aseguraré de regañarla.

Una avergonzada Emilia se disculpó con el hombre encapuchado. Subaru se posicionó a su lado e inclinó su cabeza ante el hombre. Tuvo cuidado de no decir el nombre de Emilia, tomando la precaución de evitar que la gente se diera cuenta de quién era y causara conmoción en las calles. Por supuesto, la capucha que llevaba Emilia era una que hacía difícil ser reconocido.

Así que, mientras se trate de sólo el mínimo contacto con alguien, no se convertiría en un gran problema.

Como esta vez.

_???: Esta vez, yo fui el descuidado. Después de todo, estaba un poco distraído por la señorita.

_Subaru: ¿Distraído?

_???: La señorita con la que me acabo de chocar tiene el cabello plateado de una hermosa chica, ¿verdad? Una vez quise casarme con una mujer que tenía el mismo cabello. No la esquivé a tiempo porque estaba recordando ese cabello.

Su comentario debería haber parecido apremiante, pero su voz sonaba bastante lenta y embriagada.

A juzgar por su voz, el hombre, vestido con una túnica larga, parecía bastante joven.

Escuchándolo hablar de matrimonio, Subaru se congeló, e inmediatamente lo juzgó como un hombre al que no quería cerca de Emilia.

_Subaru: Bueno, podemos considerar esto como una falta de ambas partes. Ya que hemos transmitido nuestras disculpas, podemos seguir adelante.

_Emilia: Espera, Subaru. Esa fue una disculpa más bien insincera y apática…

_Subaru: Así está bien, ¿no?

_Emilia: …

Subaru quería poder irse con Emilia, y la propia Emilia parecía no tener palabras. Viendo su comportamiento, el hombre de la capucha agitó lentamente la cabeza.

_???: No me importa. No te culpo ni te guardo rencor. Si quieres irte, eres libre de hacerlo. Si nos volvemos a encontrar, el destino nos dará otra oportunidad.

_Subaru: Ahh, eso es muy cierto. Bueno, entonces, tal vez el destino nos vuelva a reunir.

Aceptando la despedida poética del hombre, Subaru respondió de la misma manera y se fue tomando de la mano a Emilia. Subaru la miró rápidamente y, en ese momento, por razones que él desconocía, Emilia tenía una expresión significativa cuando miró por encima de su hombro al hombre que acababan de dejar atrás.

_Subaru: Ya sé que mi actitud no fue la correcta, pero quería proteger a mi Emilia-tan y alejarla de ese tipo extraño.

_Emilia: ¿Eh? Ah, no es eso. No pensé realmente que tu actitud fuera muy agradable, ya que fue mi error, Subaru, pero eso no era lo que estaba pensando…

Al detenerse, los ojos de Emilia reflejaron su confusión.

Sin embargo, con una expresión meditativa y labios temblorosos, ella continuó,

_Emilia: Esa persona de ahora mismo, siento como si la conociera de antes... tuve esa sensación, pero, como su rostro estaba cubierto, no podría estar segura…

_Subaru: ¿Alguien que conoces, Emilia-tan? Entonces, probablemente yo también debería conocerlo.

_Emilia: Sí... pero, no lo sé. ¿Quién era él?

Emilia se dio la vuelta una vez más, probablemente porque todavía le preocupaba. Pero la figura había desaparecido, y ella no tenía idea de adónde había ido.

_Garfiel: Ey, Capitán. ¿Por qué 'stá tan nervioso y aferrado a la mano de Emilia-sama? ¿Temía que alguien se la robara?

Viendo a Subaru y a Emilia emerger del puente, Garfiel se acercó a ellos y Subaru le sacó la lengua.

_Subaru: Idiota, no es momento para juegos. Si hay un tipo extraño por aquí, tienes que venir a ayudar. Si es un oponente que no puedo manejar, entonces Emilia-tan estaría en peligro.

_Garfiel: Si eso ocurriera, 'ntonces la protegerías con tu vida. Eso hace que el Capitán sea un hombre.

_Subaru: Si actuara como escudo, quizá podría recibir un golpe. Aunque, si el enemigo continuase, tendríamos problemas. No confío en mi resistencia. Ni física ni mentalmente.

Al escuchar la humilde evaluación de Subaru de sí mismo, Garfiel se rio. Sin duda creía que Subaru era simplemente humilde, pero, para Subaru, era una evaluación apropiada. Quizás era más acertado decir que Garfiel sobreestimaba a Subaru.

_Garfiel: No hay motivo para preocuparse. Si mi asombroso ser piensa que algún bastardo 'stá tratando de atacarte, serán 'nviados a volar, sin duda. Además, el tipo no se movía como si supiera pelear. Era un tipo normal, uno que no sabía nada de artes marciales.

_Subaru: ¿Puedes saberlo con certeza?

_Garfiel: Lo sé con tan sólo mirarlo. También sé que al Capitán le gusta blandir 'spadas. Mi asombroso ser podría saberlo con sólo mirar tus muñecas.

_Subaru: ¿En serio? Eso suena como una especie de truco de magia.

Subaru nunca le había contado a Garfiel su experiencia con el kendo en la escuela. Subaru ya se había dado cuenta que dicha arte marcial no sería útil en este mundo; pero su ejercicio dejó rastros que los practicantes conocedores de este mundo aparentemente podían ver.

_Subaru: Dicho esto, ¿aún estás preocupada, Emilia-tan?

Subaru dejó a un lado estos pensamientos y habló con Emilia, quien aún miraba a su alrededor, antes de darse por vencida con un movimiento de cabeza.

_Emilia: No, estoy bien. Perdón por causarte problemas. Regresemos.

_Subaru: Bueno, cuando volvamos, asegúrate de abrazar a Mimi por un tiempo para que te sientas mejor. Ups, Beako, también te abrazaré, así que no hay por qué preocuparse.

_Beatrice: ¡Betty no ha dicho nada todavía, supongo!

Al escuchar las quejas de Beatrice y la orgullosa expresión de Subaru, Emilia se rio. Entonces, cubriéndose la boca, comentó,

_Emilia: Pues sí, abrazar a Mimi parece ser muy reconfortante. Me aseguraré de hacerlo.

Mientras Emilia hablaba, miró a su alrededor una vez más, y luego cambió su mirada

intranquila por una sonrisa.

※ ※ ※ ※ ※

_???: —Ya veo. Ahora entiendo el significado.

Un hombre habló cubriéndose la boca con la manga de su abrigo: el hombre de la capucha de antes.

Recordando a la chica con la que acababa de encontrarse, su boca se curvó en una sonrisa, una sonrisa que daba una sensación horrorosa.

_???: Me esforcé mucho para venir aquí. Si hubiera sido en vano, no podría dejarlo pasar como si nada. Ya que esta es una recompensa especial, este es otro cantar.

Las palabras en sí eran suaves, pero la voz que las había pronunciado era febrilmente untuosa. Era como si la sensación se hubiera cocinado en un recipiente untuoso, y luego se hubiera dejado fuera bajo el sol y la luna. La sensación era muy desagradable.

_???: Nunca dejaré ir nada de lo que poseo, y quiero que lo que poseo sea perfectamente adecuado para mí. Como soy perfecto, tengo que estar continuamente satisfecho. Así que, sentir un vacío sería, por supuesto, insatisfactorio.

El hombre habló mientras levantaba la cabeza. En ese momento, su capucha cayó, revelando cabello blanco.

Con el viento sacudiendo su cabello blanco, el hombre ligeramente infeliz anunció lo siguiente.

_???: Debo convertirla en mi esposa número 79, para satisfacer ese vacío.

En la Ciudad del Agua, el demonio de cabello blanco hablaba con una voz llena de burla.