La arena de combate se encontraba adyacente al gremio de aventureros, esta contaba con un anfiteatro romano hecho de piedra, los estratos donde estaban los asientos tenían tres niveles y la longitud del anfiteatro era de cien metros, en un extremo se encontraba Sigfrido estirando sus brazos.
Los enanos fueron llegando poco a poco al otro extremo del anfiteatro mientras los asientos alrededor de la arena se iban llenando de gente desconocida, algunos eran guerreros que iban por curiosidad sobre la fuerza de Sigfrido, otros eran transeúntes que estaban aburridos y querían entretenerse.
Los cinco enanos tomaron sus posiciones en forma de cruz, Fruen se colocó en el flanco izquierdo sosteniendo un gran martillo de guerra, en el flanco derecho se colocó Mugen a la misma altura que Fruen mientras sostenía dos grandes hachas, en medio se situó Jorun cinco metros atrás de aquellos dos sosteniendo una enorme hacha de doble filo y a dos manos, los tres habían tomado la formación de V.
Griamur se posicionó veinte metros más atrás de Jorun y este se encontraba preparando sus hachas arrojadizas y cargando su ballesta de madera de sauco, Alvíss se colocó a un lado de Griamur mientras guardaba su espada de una mano en su fajín y sacaba su grimorio que colgaba de su cinturón.
Un grimorio, pensó Ikki que se encontraba apenas entrando al anfiteatro, nunca había tenido la oportunidad de ver uno, me pregunto qué tan poderoso será en las manos de Alvíss.
—Que harás Ikki. —preguntó Fenrir desde su mundo espiritual de Ikki.
—Descansa en esta batalla Fenrir, primero probaré sus habilidades, quiero experimentar cuanta es la diferencia entre nosotros. —respondió Ikki.
—¿No quieres que me involucre? —preguntó Fenrir.
—Esta vez no amigo, tengo que aumentar mi fortaleza para poder proteger a otros y defenderme sin depender de nadie. —respondió Ikki.
—Está bien Ikki, te deseo suerte. —dijo Fenrir mientras regresaba a dormir.
—Gracias. —respondió Ikki.
Ikki caminó en dirección a la formación de los enanos, los cinco enanos estaban tensos pues tenían un formidable oponente frente a ellos.
—¡Alvíss! —gritó Ikki.
Alvíss lo miró.
—Déjenme pelear primero, quiero medir mi fuerza contra él.
Alvíss sonrió.
—¡Que dicen muchachos! —preguntó Alvíss.
—Por mí no hay problema. —contestó Mugen y los demás asistieron con una sonrisa.
—Les agradezco a todos. —dijo Ikki sonriendo.
Ikki caminó hasta posicionarse al frente de todo el grupo y se puso serio.
Sigfrido abrió un portal desde el suelo y metió su mano en él, al momento de sacar su mano Ikki logró observar cómo iba sacando una espada rojiza desde el portal, con una mano sostuvo en diagonal su katana que media dos metros.
—Vaya espada tan peculiar que tienes. —dijo Ikki.
—¿Es una belleza no crees?, su color sangriento en el "Ha" contrasta con su color plateado en el "Kami", esta espada la obtuve en una prueba dentro del templo de Loki. —Sigfrido miró a Ikki mientras lanzaba una mirada aterradora—. Estoy seguro que sabes de que estoy hablando.
Los ojos de Ikki saltaron mientras Ikki desenfundaba su espada, Sigfrido dio un paso veloz y con un juego de manos sostuvo su katana con las dos manos y en menos de dos segundos lanzó un golpe diagonal contra Ikki, Ikki apenas y logró bloquear el fulminante ataque, sin embargo, fue desplazado dos metros hacia atrás.
—Ahora, ¿comenzamos? —dijo Sigfrido.
Ikki encendió su espada con sus llamas oscuras y lanzó un ataque en área, toda el área en forma de cono que estaba frente a él quedó cubierta por sus llamas negras, Sigfrido saltó antes de que Ikki lanzara su ataque y en el aire lanzó un corte en vertical hacia Ikki, Ikki movió el filo de su espada sobre él para bloquear el corte, al momento del impacto Sigfrido giró sobre su espada y golpeo en el estómago a Ikki con una patada mandándolo a volar a donde estaban los enanos.
Ikki escupió sangre de la boca al recibir el impacto y cuando cayó en la tierra rápidamente miró a Sigfrido.
—Tanta diferencia hay entre nosotros. —tosió Ikki y escupió sangre al suelo—. Es suficiente, ¿pueden ayudarme muchachos?
—¡He, tendrás que seguir mis órdenes! —dijo Alvíss y regresó a la retaguardia.
—¡Oh!, así que vendrán todos a por mí. —dijo Sigfrido mientras tomaba una posición de combate.
—¡Ikki!, apoya a Jorun. —gritó Alvíss.
—¡Si! —contestó Ikki.
—Comenzaremos contigo Griamur. —susurró Alvíss.
—Claro jefe.
Griamur apuntó con su ballesta hacía Sigfrido y disparó una flecha que viajó a 250 m/s, Fruen y Mugen atacaron por ambos flancos al momento en que oyeron el accionar de la ballesta.
—Rodea a Sigfrido y ataca por atrás Ikki. —dijo Jorun a lo que Ikki asintió.
Sigfrido cortó la flecha con un rápido movimiento y se acercó con un par de pasos a Jorun, su velocidad era increíble tanto que tomó desprevenidos a Mugen y Fruen, su katana golpeó la gran hacha doble de Jorun haciéndolo retroceder unos pasos, Mugen y Fruen se detuvieron y se abalanzaron contra Sigfrido, Sigfrido giró sobre su eje lanzando un corte horizontal contra Fruen que repelió su asalto, con el mismo movimiento esquivo los dos golpes que lanzó Mugen y lo golpeó con una patada en el pecho.
Una flecha pasó rozando el hombro de Jorun directo hacia el brazo de Sigfrido, pero este alcanzó a verla y la esquivó, sus movimientos de Sigfrido eran fluidos como si estuviera bailando, Jorun atacó con su gran hacha haciendo un corte vertical, sin embargo, Sigfrido parecía no importarle y con un rápido salto hacia atrás esquivó el hachazo y este al impactar contra el suelo lo hizo resquebrajarse un metro a la redonda.
Ikki se posicionó en la retaguardia de Sigfrido y preparó un ataque con su VEG de fuego en la mano izquierda y con la derecha que sostenía su espada lanzó un corte en diagonal hacia su espalda, Sigfrido bloqueó el ataque moviendo su espada hacia su espalda, con una media vuelta golpeó en las costillas a Ikki con una patada rompiendo su concentración y cancelando su VEG, Sigfrido quedó frente a frente de Ikki.
—Así que también eres un elegido, que decepción. —dijo Sigfrido.
Sigfrido realizó un corte en horizontal con su katana listo para cortar por la mitad a Ikki, pero un muro de piedra dura se interpuso entre ellos haciendo que Sigfrido se retirara e Ikki fue empujado hacia atrás.
—Crees que va a ser tan fácil acabar esto Sigfrido. —gritó Alvíss.
—Lo más preocupante de este grupo eres tu Alvíss. —respondió Sigfrido.
—Espero que estés listo porque he reunido suficiente energía neutra. —gritó Alvíss.
—¡Cuando quieras! —dijo Sigfrido con entusiasmo.
—VEG de tierra, ¡Control del campo! —gritó Alvíss.
Diez pilares surgieron de la tierra alrededor de Sigfrido dejando solo una pequeña brecha entre pilar y pilar.
—¡Ahora! —gritó Alvíss.
Griamur disparó una ronda de flechas a través de los pilares, pero, Sigfrido se impulsó de un salto hacia la parte superior de donde podría escapar, cuando estaba a punto de salir Mugen apareció de repente y con un gran golpe de sus dos hachas repelió el escape de Sigfrido y este cayó de regreso al fondo de los pilares, cuando el polvo se levantó por la caída de Sigfrido, Mugen corrió y comenzó a derribar los pilares con su gran martillo, uno a uno se desplomó con un árbol cuando es talado y creo una gran nube de polvo a su alrededor, los enanos se retiraron al igual que Ikki hacia donde no llegó el polvo.
—¿Eso es todo, ganamos? —preguntó Jorun.
—Si eso fuera suficiente para acabar con él, entonces no tendría la fama que tiene hasta ahora, así que no, esto no es más que el calentamiento. —dijo Alvíss.
—Tiene razón. —una voz vino desde la polvareda—. Esto no es más que un aperitivo.
La silueta de un hombre emergió desde ahí lentamente a paso constante, pero sin tomar prisa ni precaución, con su mano sosteniendo su katana y ni un rasguño su hermoso rostro se reveló soltando una sonrisa peligrosa.
—¡Tomen sus posiciones! —gritó Alvíss tomando la mayor distancia posible del resto.
Fruen, Jorun y Mugen atacaron a la vez acercándose valientemente a Sigfrido, Ikki se retiró a la retaguardia junto a Alvíss y Griamur, antes de que soltaran sus ataques los tres enanos Sigfrido saltó pasando por encima de aquellos tres y acercándose a gran velocidad contra Alvíss, Alvíss giró su cabeza e hizo un movimiento con la mano que hizo que se levantara desde el suelo un muro de piedra bloqueando el camino de Sigfrido, en ese momento Sigfrido llevó al frente su espada mientras concentraba energía en esta de color plateado, al entrar en contacto el filo de la katana contra el muro de piedra este fue perforado y destruido en menos de un segundo.
Ikki se detuvo bruscamente y en una media vuelta soltó un corte giratorio con su espada tratando de lograr que Sigfrido se retirara, pero Sigfrido logró detener el movimiento de Ikki tomando con su mano la muñeca de Ikki y mandándolo a volar con un codazo utilizando su otro brazo, Griamur disparó dos flechas resplandecientes de color verde hacia Sigfrido, Sigfrido esquivó las flechas y se clavaron en la tierra cerca de él.
Desde los puntos donde se clavaron las flechas salieron enredaderas espinosas que atraparon el pie de Sigfrido, Sigfrido giró su cabeza y con su espada cortó las enredaderas haciendo que se marchitaran al instante, otro muro apareció frente a Sigfrido y por su espalda llegaron los tres enanos que había dejado atrás, Alvíss corrió a ayudar a Ikki mientras Griamur le cubría la espalda.
Jorun atacó con su hacha de doble filo realizando un corte giratorio, pero Sigfrido saltó para evitar el ataque y se paró sobre la cabeza de Jorun.
—¡Ah, maldito! —gritó Jorun.
Un par de flechas salieron disparadas desde la ballesta de Griamur hacía Sigfrido que se encontraba sobre la cabeza de Jorun, Sigfrido realizó un movimiento rápido con su katana que destruyó las dos flechas, con su pie golpeó la cara de Jorun mandándole a estrellarse contra el muro de piedra y se acercó a Juten que estaba preparando un martillazo contra Sigfrido, la velocidad de Sigfrido superó a la de Juten y con un movimiento rápido cortó con el sable el cuerpo de Juten.
La espada atravesó el cuerpo de Juten como si fuera una espada fantasma, la sangre no ensucio la tierra, el cuerpo de Juten estaba intacto sin rastro de alguna herida, pero él cayó al suelo como si hubiera perdido su fuerza.
—¡Qué le has hecho desgraciado! —gritó Fruen mientras corría hacia él sosteniendo ambas hachas en sus manos listo para realizar un corte en cruz horizontal.
Sigfrido observó a Fruen acercarse desde su derecha y soltó un corte vertical contra Fruen obligándolo a bloquear el ataque con ambas hachas, Fruen empezó a soltar ataques con sus hachas por todos lados y en todos los ángulos, sus hachas se tornaron carmesí y con cada golpe su velocidad aumentaba al igual que su fuerza, sin embargo, Sigfrido bloqueó cada uno de ellos con sencillez y en una apertura esquivó dos hachazos y se posicionó a la espalda de Fruen y con un corte giratorio atravesó el cuerpo de Fruen.
Sigfrido corrió hacia donde había chocado Jorun que seguía atarantado del choque, cuando giró su cabeza lo único que logró captar fue el filo de la Katana atravesando su pecho y destruyendo la pared de piedra.
—Ahora solo quedan tres. —dijo Sigfrido.
—Era de esperarse, al parecer tu leyenda te precede Sig. —dijo Alvíss.
—¡Ho!, Basta de halagos. —contestó Sigfrido riendo un poco y moviendo su mano de un lado a otro.
Ni siquiera tienes un rasguño, pensó Alvíss, ¿cuánto es el límite de su fuerza?
Griamur comenzó a disparar flecha tras flecha en una ráfaga constante, Sigfrido corrió rodeando al grupo mientras esquivaba las flechas, Ikki se puso en posición de guardia mientras se preparaba para la ofensiva de Sigfrido, poco a poco sus pupilas se fueron tornando negras como si reflejaran un abismo de desesperación, sus brazos se envolvieron en llamas oscuras.
—¡Es todo o nada! —gritó Ikki.
—¡Sí! —gritó Alvíss.
Alvíss alzó su mano que sostenía una estera de energía café, cerró su puño y la energía se fundió con su mano, en un movimiento fuerte golpeó la tierra debajo de él con el puño ocasionando un leve temblor, alrededor de Alvíss se levantaron pilares de piedra en todas posiciones aleatoriamente.
Ikki saltó sobre uno de los pilares situándose sobre el pilar al igual que Sigfrido.
—Parece que has cambiado un poco. —dijo Sigfrido.
—…
—¡Oh!, así que todavía no lo controlas, que mal. —dijo Sigfrido.
Ikki saltó sobre los pilares acercándose a Sigfrido de frente.
—Un asalto frontal, ¡me gusta! —dijo Sigfrido.
Sigfrido llevó su katana a un costado de su cintura creando un campo de corte en donde cualquiera que entrara moriría sin darse cuenta de qué lo atacó, Ikki avanzó sobre los pilares a gran velocidad y saltó mientras tomaba su espada con ambas manos sobre su cabeza listo para dar un corte vertical, a unos pocos centímetros de entrar en el campo de corte el pilar donde estaba Sigfrido se destruyó por un golpe con la espada Alvíss lo que desestabilizó su campo de corte y lo dejó expuesto.
Ikki realizó el corte contra Sigfrido y mientras Sigfrido veía la espada bajando él sonrió y dejó que la espada de Ikki cortara desde su pecho hasta su cintura, Sigfrido cayó de espalda contra el piso y en ese momento Alvíss le apuntó con su espada al igual que Ikki.
—Muy bien jugado, se nota que eres el gran estratega de que oí hablar Alvíss y tú Ikki, tienes potencial.
Ikki regresó a su estado normal y sus pupilas recuperaron su tono dorado, Ikki se tambaleó un poco, pero lo sostuvo Griamur.
—Han pasado la prueba. —dijo Sigfrido en voz alta mientras la herida de su pecho se recuperaba.
Todo el público comenzó a gritar de éxtasis y aclamar sobre la batalla, Alvíss e Ikki enfundaron sus espadas y Sigfrido se levantó mientras su katana se desvanecía.
—Que les pasó a mis camaradas. —preguntó Alvíss.
—Les robe su energía, deberían de despertar en un par de días, vamos los ayudare a llevarlos. —dijo Sigfrido.
Fruen, Mugen y Jorun fueron llevados a unas camas que se encontraban en el cuarto de invitados dentro del gremio en el primer piso, Sigfrido regresó a la administración que se encontraba en el segundo piso del gremio, Griamur, Ikki y Alvíss se quedaron en el restaurante del gremio en la planta baja.
—¿Ellos estarán bien? —preguntó Ikki.
—No te preocupes, ya los revisé y no tienen energía así que necesitan un largo descanso para reponerse, aparte Sigfrido mandó a dos enfermeras para que los atendieran así que deberían estar bien en unos días. —dijo Alvíss.
Griamur dio un sorbo a su tarro y lo regresó a la mesa.
—Esa fue una dura batalla, tú cómo te sientes Ikki.
—Yo solo estoy cansado, usar la habilidad que vieron consume mi resistencia mental y física muy rápido. —dijo Ikki y bebió de su tarro.
—Pero vaya que era una increíble técnica Ikki, a decir verdad, hasta yo sentí escalofríos. —dijo Alvíss.
—Igual yo, ¿qué fue eso? —preguntó Griamur.
—No lo sé, lo único que puedo afirmar es que forma parte de mi sangre, como una herencia. —respondió Ikki.
—Es verdaderamente muy intrigante. —dijo Alvíss y tomó un sorbo a su tarro.
—Lo bueno es que ya tenemos nuestras insignias de aventureros.
Ikki mostro las seis insignias de hierro.
—Ahora podremos iniciar nuestra travesía, para pagar la deuda de la doctora. —dijo Alvíss.
—Así es, pero eso no es lo único que buscaremos. —dijo Ikki.
—A qué te refieres. —preguntó Alvíss.
—Con esta batalla entendí la diferencia que hay de poder entre las personas, aun tenemos mucho camino por recorrer para ser verdaderamente fuertes y recuperar lo que nos fue arrebatado. —dijo Ikki.
—¡Fol…stag! —dijo Alvíss mientras cerraba fuertemente su puño e Ikki asintió.
—Por lo mientras hay que esperar a que despierten aquellos tres, así que bebamos para conmemorar nuestra victoria.
—Si, bebamos. —dijo Alvíss.
—¡Salud! —gritaron los tres al unísono.
Pasó una semana en lo que Jorun, Mugen y Fruen despertaban, cada quien despertó a diferente tiempo y el que más se tardo fue Jorun, los cinco enanos e Ikki se juntaron en el restaurante a comer y beber antes de partieran hacia su primera misión, al terminar los seis caminaron hacia la puerta Este que llevaba hacia las minas olvidadas, al llegar a la puerta se detuvieron e Ikki se paró frente a ellos.
—Aquí empieza nuestro camino para estar en la cima del poder. —dijo Ikki.
Ikki apunto con su dedo hacia el cielo.
—No pude haber encontrado mejores amigos que ustedes, gracias por todo. —dijo Ikki mientras les daba una reverencia.
—No hay necesidad de eso. —dijo Alvíss.
—Así es, somos familia ahora. —dijo Jorun.
—Exacto, entre nosotros nos cubriremos las espaldas y superaremos cualquier desafío. —dijo Griamur.
—Nosotros juntos podremos contra todo. —dijo Fruen
—Y si alguien se atreve a intimidar a cualquiera de nosotros, ahí estaremos para darle su merecido. —dijo Mugen.
Ikki sonrió por un buen rato y se dio la vuelta.
—Entonces que comience nuestra primera aventura. —dijo Ikki.