Sun hee había ido a acompañar a Hye, quería comprarse algunas prendas. Estaban en una tienda grande donde había toda clase de preciosas prendas.
—Sun hee ¿te gusta esté?—le mostró un vestido azul.
—Sí, ese color te queda bien.
Un rato después Hye había comprado todo lo qué necesitaba.
Salieron de la tienda y fueron por las calles caminando tranquilamente.
Varios autos de policía pararon cerca suyo.
—¿Qué habrá pasado?—habló Hye asustada.
Varios policías se acercaron a Sun hee rápidamente, ivan armados y daban bastante miedo.
—¡Queda arrestada por el asesinato de Yul Shin!—dijo uno de ellos mientras agarraba a Sun hee para ponerle las esposas.
Ella estaba aturdida, no entendía nada, ¿le acusaban del asesinato de su padre?
Ni siquiera la dejaban hablar, la empujaron y la metieron en el auto de policía.
Hye estaba intentando hacer algo pero algunos de ellos la impedían pasar, poco después el auto arranco con Sun hee esposada dentro.
Hye no sabía que hacer, miraba de un lado a otro pensando en algo. Salió corriendo y se dirigió a la casa de Seong-Jin.
***
Medía hora después Sun hee estaba sentada en una silla mientras la interrogaban.
—Porqué mato a su padre.
—Pero qué m***da, yo no e matado a nadie y menos a mi padre—dijo furiosa.
—Si no está dispuesta a cooperar la meteremos en prisión directamente.
—¡Pero yo no-!
Uno de ellos apretó su brazo y la levantó bruscamente, luego la llevaron hasta una celda oscura, fría y vacía.
Se sentó en el suelo y empezó a sollozar.
"Cómo qué e matado a mi propio padre"
Apoyo su pequeña cabeza en la fría pared y abrazó sus piernas, tenía demasiado frío.
Por más qué gritara ningún policía le contestaba.
***
Hye estaba en la entrada de la mansión, esta vez los guardaespaldas si la dejaron pasar ya qué ahora si la conocían.
Casi sin respiración abrió la puerta y comenzó a gritar para qué alguien viniese. Tenía la cara pálida cómo si hubiera visto a un fantasma frente a ella.
El mayordomo Min ho bajo enseguida al escuchar los gritos de abajo. Al ver a Hye de esa manera supo enseguida qué habían problemas.
—Señorita ¿le ocurrió algo?
—D-detenieron a Sun hee—habló temblando.
El rostro de Min ho se oscureció al escuchar aquello, no paraba de preguntarse quién sería capaz de detener a la señorita Sun hee.
Cualquiera qué la hubiera tocado debería saber qué sería lo último qué haría.
No pudo parar de imaginarse cómo debería estar la señorita Sun hee...
—¿Porqué la detuvieron?— preguntó serio.
—Algo... de un asesinato.
—Demasiado ridículo—saco su teléfono para llamar a alguien.
Hye tuvo qué sentarse en el sillón para calmarse, estaba empezando a marearse.
Mientras tanto Min ho estaba en una llamada con Seong-Jin.
—J-joven amo a habido un problema con la señorita Sun hee.
—Qué a hecho ahora—dijo serio pero también preocupado.
—Acusaron a la señorita de un crimen y ahora debe estar encarcelada, no hay nadie con ella... alguien debi-
Seong-Jin le había colgado el teléfono al mayordomo Min ho.
***
Sun hee comenzó a rogar que la dejaran salir, o que le dieran pruebas sobre aquella acusación falsa...
Con sus pequeñas manos agarraba con fuerza los barrotes de la celda, poco después empezó a golpearlos para que le abrieran.
—Se va a hacer dañó—dijo un guardia mientras jugaba con su teléfono.
—Bastardo—susurro ella.
Se miro las manos y las llevaba llenas de moretones, después comenzaron a dolerle sus manos pero el dolor ahora mismo no le importaba.
Ahora lo único que quería era que alguien la sacase de allí, alguna explicación y descubrir quién la había acusado del asesinato de su propio padre.
Su padre Yul Shin había muerto hace años en un accidente era imposible que ella lo hubiera matado.