Aunque en la entrada decía claramente cerrado, no me importo y la abrí y exactamente, no estaba cerrado. Tengo algunas sospechas, pero por ahora me concentro en analizar el interior. Estaba vacío como pensé. Solo di un vistazo rápido ya que no tengo mucho tiempo para apreciar la lujosa mercadería.
Lo que pude observar de ese rápido vistazo fue que la tienda es incluso más espaciosa de lo que parece, en las paredes hay estanterías con más joyas, y en medio hay más estantes exhibiendo tipos de mercancía. Enserio hay muchos, y solo observando el precio hacen que me den cosquillas en las manos por alguna razón. Oops mejor dejemos de mirar.
Me moví a la habitación detrás de la recepción en el fondo al lado izquierdo, aquí se decidirá si se confirman mis sospechas. Baje a Ángela de mis brazos y la mantengo un poco alejada. Acerque mi oído a la puerta y me concentre en escuchar.
Bien, no escucho nada fuera de lugar. Cuidadosamente abro un poco la puerta y observo para asegurarme. Dentro había lo que parecía ser la zona de descanso, hay unas mesas con sillas que quizás la usan cuando no hay nada que hacer. También pude ver casilleros y otras cosas de uso personal de los empleados. Pero como suponía, tampoco hay alguien.
Y lo más importante de aquí, tres puertas, que se encontraban en las tres restantes paredes, una en medio, una a la derecha y la última a la izquierda. Una debe ser el baño, la otra donde se guardan las demás mercancías junto con la caja fuerte, y la última… la puerta que dirige al piso de arriba, a la azotea.
Ahora el verdadero problema es… ¿cuál es cuál? Mientras pienso como adivinar la puerta con el famoso 'de tin marin', escuche el sonido de coches acercándose más, no queda mucho tiempo, tengo que hacerlo más rápido… de tin marin…-
Vamos, llame a Ángela que se estaba asomando desde detrás de una estantería y entramos. Ya tengo mi elección, totalmente planificada.
Si me viera en un espejo vería mi cara totalmente seria y orgullosa, espero no me falles ahora compañero. Abrí la puerta que estaba a la derecha y… ¡pum! Un disparo paso por el lado derecho de mi cara, pude ver a un hombre totalmente vestido con ropa negra militar y una máscara de calavera en la cara. En la mano tenia lo que era el arma con el que me acababa de disparar, una pistola, más específica una Beretta 92FS 9MM.
Había siete personas tiradas a su alrededor, cinco estaban atadas y las otras dos estaban en charcos de sangre, por su vestimenta puedo decir que son los guardias de aquí, no sé si seguirán vivos. Esto es lo que me esperaba, este es un asalto que se estuvo planeado con antelación antes de que ocurra el incidente del cielo.
Después del disparo, como si un interruptor hubiera sido activado en mí, me muevo rápidamente mi mano que sujetaba la de Ángela hacia atrás y la empujo afuera del alcance del arma mientras también doy un salto hacia atrás y con mi pierna izquierda pateo la puerta cerrándola. Seguido de eso se escucharon más disparos, en total dos, impactaron contra la puerta de acero cerrada dejando abolladuras sobresalientes sin atravesarlas, que puertas más resistentes.
Me moví rápidamente hacia la esquina entre la puerta del centro y la puerta izquierda dejando a Ángela que cayo sentada en medio, le hice señas que cubriera sus ojos mientras le sonreía, ella lo hizo y agacho su cabeza cubriendo incluso sus oídos, perdón Ángela tengo que usarte ahora.
Y como lo esperaba, acto seguido de la puerta a mi izquierda, la puerta el medio, la puerta se abrió, elegí esta posición porque eran el punto ciego de las puertas que aún estaban cerradas.
Y seguido de eso salió un hombre vestido igualmente como el que acabo de ver recién. Y bueno, es hora de intentar que no me maten.
_Zand_