El rostro de mis tíos reflejaba su asombro, seguían incrédulos al ver a mi madre frente a ellos. Tuve miedo de que se desmayaran por lo que le pedía a Louis que me ayudara a sentarlos en ele comedor. Así fue como todos terminamos sentados en la mesa sin decir nada.
- ¿Cuando? ¿Tú? - El tío Robert me miraba a mi madre y a mí sin palabras.
- Snake me dijo que mi madre estaba viva, sin embargo no sabíamos que tan cierto o probable era eso. No había pistas que nos llevaran a dar con su paradero, por lo que era más una probabilidad sin pruebas sólidas. Por eso no les dije nada, no quería darles falsas esperanzas. - Hablé explicándoles la situación.
- ¿Por qué te fuiste? - La tía Alice miraba fijamente a mi madre.
- Pensé que solo así podrían dejarlos en paz pero me equivoque. - Mi madre agachó la mirada apenada.
- Aún así, ¿sabes lo duro que fue ver a Sasha sola? ¿Lo culpable que nos sentimos al no poderle dar ese amor de madre que necesitaba? ¿tomaste en cuenta el como nos íbamos a sentir? - Parloteó la tía con las lagrimas en los ojos mientras se ponía de pie.
El silencio volvió a hacerse presente en la casa, todos miraban hacia el suelo, mi tía estaba enojada.
- ¡Fuiste egoísta y tonta! ¡¿Cómo pudiste dejarnos así?! - Estalló en lágrimas, el tío Peter trató de calmarla pero ella se negó.
- Lo lamento. - Mi madre contestó en voz baja mientras contenía sus lágrimas.
- Aun así no puedo enojarme. - Sollozó mi tía secando sus mejillas.
- Debería estar enojada contigo, pero no puedo. Me siento sumamente feliz de verte viva. -
- Ali - Susurró mi madre con sumo dolor.
- Lo siento mucho. Perdóname Ali. - Mi madre se puso de pie y corrió a abrazarla.
Ashley estaba llorando como nunca antes, al igual que mis tíos. Alex mantenía la mirada agachada pero podía ver como sus hombros se agitaban por el llanto.
Mateo, Joseph e Isabella miraban toda la situación un tanto confusa frente a ellos, trataban de consolar a los demás pero era inútil, la casa era un caos y ellos también estaban siendo influenciados por las emociones de todos. Intentaban mantener la calma pero al final también lloraron al sentirse conmovidos por el reencuentro.
Fue bastante difícil el tratar de calmar a todos en la casa, sin embargo tampoco podía hacer mucho porque no quería reprimir sus sentimientos, los comprendía en su totalidad, era bastante impactante el asimilar esta noticia, todos estaban felices de ver a mi madre.
Mi madre estaba sorprendida de ver a Alex, hacia bastante tiempo que no lo veía, ahora era un adulto. Lo abrazó constantemente mirándolo fijamente sin perder ningún detalle.
- Pero si le vas a hacer un hoyo en la cara de tanto que lo estas viendo. - Bromeó la tía Alice con una gran sonrisa.
- Es que no se parece en nada a Robert, es idéntico a Sophie. - Dijo mi madre sujetando la mejilla de Alex que estaba algo tímido.
- Menos mal que se parece a ella. Es muy guapo. - Bromeó la tía Alice y todos reímos a excepción de su padre que fingía molestia.
- Me siento ofendido. - Se cruzó de brazos y su esposa lo abrazó.
- Oh, vamos. Eres muy apuesto. - La tía Sophie trató de animarlo y todos sonreímos al ver lo linda pareja que formaban.
- Demostraciones de amor aquí no, por favor. Ya tengo suficiente con ellos dos. - Ashley nos señaló mientras se cubría los ojos.
- Pero si ustedes están peor. - Isabella protestó con algo de desagrado en su rostro.
Joseph se ruborizó y desvió la mirada al sentir que sus suegros los miraban. Pero mis tíos no estaban molestos ni nada por el estilo, más bien se podían ver complacidos de que Ashley fuera cuidada de buena manera y podíamos ver a simple vista que adoraban lo adoraban.
- Entonces deberías buscar una pareja. - Ashley respondió tratando de salvar a su novio que estaba muy avergonzado.
- ¡NO! -Soltaron a la vez los hermanos Truswell con un rostro lleno de pánico.
Todos nos carcajeamos de su reacción, parecería que habían escuchado algo terrible. Sin embargo lo que más me llamó la atención fue la reacción de Isabella que desvió la mirada con una sonrisa un tanto sospechosa.
- Es mejor que se vayan preparando. - La tía Sophie pareció notar lo mismo que yo, sin embargo parecía saber algo más que los demás. Miré a Alex pero el estaba completamente normal, mi tía se percato de lo que pasaba por mi mente y negó con la cabeza.
- Puede que tengan al responsable más cerca de lo que piensan. - Los miró ligeramente y bebió algo de agua.
- Es imposible, es muy pequeña. - Joseph se negaba a aceptar cualquier posibilidad de que su hermanita tuviera una pareja.
- Voy a cumplir veintitrés. - Replicó Isabella mirándolo como si estuviera loco.
- No te preocupe, nosotros nos encargamos de ellos. - Hablé mientras las veía con complicidad.
- Solamente te pedimos que nos cuentes a quién tenemos que vigilar, digo, quién es el prospecto. - Ashley sonrió a pesar de que Joseph la miraba en forma de protesta.
- Lo tendré en cuenta. - Isabella sonrió con timidez mientras agachaba la mirada.
- Hablando de contar cosas, porque no vamos a darle la noticia a la abuela Lilly. - Habló por fin Mateo, su voz se escuchaba un poco temblorosa.
- ¡CIERTO! - Se levantó el tío Robert casi de inmediato.
- Voy por ella mientras que la voy mentalizando para evitar algún problema. Mientras tanto por que no organizamos rápidamente una pequeña fiesta para celebrar que Mía está de regreso. -
- ¡Me parece perfecto! - El tío Peter aplaudió con una gran sonrisa en el rostro, ambos intercambiaron miradas.
Todas comprendimos lo que querían hacer. La "pequeña fiesta" en realidad iba a terminar siendo "LA FIESTA". Aunque solo estaríamos nosotros eso no significaba que se iban a detener.
- ¿Puedo invitar a mi amigo y a su esposa? - Preguntó Louis pidiendo permiso.
- ¡Por supuesto! Entre más seamos, mejor. - La tía Alice se estaba uniendo a los planes de ellos.
- Traeré las bebidas del mini bar de Peter. - La tía Sophie también estaba feliz de esta celebración.
- Me llevaré a Mía a mi casa para que salude a mi madre. Ustedes encárguense de arreglar aquí. -Nuestros padres salieron de la casa con mucha energía.
- Espero que tengan buena resistencia. - Alex suspiró algo preocupado.
- Prepararé la comida para la resaca. - Dije doblando las mangas de la sudadera.
- Hoy no vamos a dormir. Lo bueno es que mañana nadie trabaja. - Ashley se puso de pie resignada a nuestro futuro.
Todos sabíamos que era lo que nos esperaba, bueno a excepción de los hermanos Truswell y Sebastián, era la primera vez que presenciarían una "pequeña fiesta".