--- LOUIS ---
Corrí lo más rápido que pude hasta el lugar de donde provenían lo ladridos, encontré a un retriever al lado de un risco, corrí hacia el y en cuanto me vio se acercó a mi cuidadoso.
- ¿Eres Rocky? - Al mencionar su nombre se acerco a mi moviendo la cola y lamiendo mi mano.
- Buen muchacho. Llévame con la persona que estabas cuidando. - El golden retriever se alejó y bajó por una colina un tanto escarpada, descendí lentamente tratando de no caerme por la tierra y rocas que estaban húmedas.
- Rocky. - Dije tratando de averiguar en donde se había metido.
¡CRAC, CRAC, CRAC!
Las ramas se movieron repentinamente y el perro asomó la cabeza mientras ladraba efusivamente.
Avancé tras el, y tras quitar unas ramas con mis manos llegué a una pequeña cueva un poco oscura. Me adentré en esta hasta que pude vislumbrar un cuerpo recostado en el suelo. Caminé de prisa hasta el hombre que yacía inconsciente, revisé sus signos vitales, su respiración era lenta.
- ¿Puedes escucharme? Soy Louis, Sasha me envió a buscarte. Voy a tratar de moverte y llevarte hasta donde están los demás. - Espere unos segundos pero no hubo respuesta, no había tiempo que perder, me puse de cuclillas dándole la espalda y con cuidado lo jalé hasta cargarlo por completo.
- Uhm. - Se quejó levemente mientras que avanzábamos por el camino que estaba un poco resbaloso.
- Solo serán unos minutos, por favor aguanta. - Hable tratando de averiguar si estaba despierto o no, pero un silencio fue su respuesta.
Me preocupe al llegar al bordo que había saltado poco antes, aunque no era tan alto, era imposible que subiera con un hombre a cuestas mías. Me puse de espaldas y lo pegue al bordo, me giré rápidamente y sostuve con dificultad al chico.
- Rocky, jala esto. - Le di el gorro de la chamarra del chico, el perro de inmediato comenzó a jalarlo mientras que yo lo empujaba lentamente, tratando de que subiera. Cuando subimos al chico por completo, subí el montón de tierra y volví a subirlo a mi espalda.
- Uhm. - Se quejó y movió un poco en mi espalda.
- No te muevas, te estoy llevando con los demás. - Dije con la voz agitada y llena de cansancio, mientras caminaba entre los arboles siguiendo a Rocky que me guiaba.
- Sasha. - Murmuró adolorido.
- Ella fue por los demás, llegaron unos policías escoltando una camioneta. - Respondí pero eso solo pareció alarmarlo más.
- Sasha. - Repitió con voz desesperada.
- ¡AXEL! ¡ROCKY! - Gritaron unos hombres bastante robustos que se acercaban de prisa hacia nosotros.
- ¡AXEL! - Un hombre con una coleta baja se acercó mientras lo examinaba.
- Esta bien, necesita ir al hospital con urgencia, perdió mucha sangre y su temperatura corporal esta algo baja. - Hablé mientras uno de ellos lo cargaba en brazos y lo llevaba a paso veloz.
- ¿Eres el novio de Sasha? - Preguntó de manera amenazante uno de ellos y asentí cansado por el trayecto.
- Basta Kai. - Lo detuvo el hombre con coleta.
- Gracias por traer a Axel hasta aquí. - Colocó su mano sobre mi hombro, provocando que me quejara.
- Revísenlo también. -
- ¿Dónde esta? - Se acercó un joven de tez morena y cabello negro que me miraba con ferocidad.
- ¿Quien? - Pregunté sosteniendo mi hombro y masajeándolo mientras pasaba a su lado.
- Sasha. - Mi cuerpo se congeló y lo miré incrédulo.
- Ella está con ustedes. - Hablé mientras en mi pecho se esparcía una sensación desagradable.
- ¿De que hablas? Vamos llegando. - Interrumpió otro de los hombres.
- Sasha fue en busca de ustedes, venía una camioneta negra con dos patrullas. - Mi boca se secó al ver sus rostros de sorpresa.
- No fuimos nosotros. - El chico moreno habló con pesar.
- ¡Mier**! ¡Dile a Snake que la tienen! ¡Tienen aliados en la policía! - Gritó el hombre de coleta hacia los demás que de inmediato corrieron colina abajo.
- Sasha. - Murmuré sintiendo que mi mundo se desmoronaba ante mi.
- ¡Oye, tienes que estar bien! ¡Ella no es débil! - El chico que al principio me miraba ferozmente ahora me hablaba con voz firme.
- ¡Despierta muchacho! - El hombre con coleta golpeo mi hombro causando que reaccionara.
- Tenemos que encontrarla. Esos bastardos no tienen a donde ir, los tenemos rodeados. - Asentí y en cuanto mi cabeza se enfrió comencé a correr hasta llegar a la casa en donde encontré a varios carros de policía de la ciudad, investigadores y detectives que estaban listos para partir.
- ¡Louis! - Alguien me llamó desde la lejanía, era Tom que bajó de un auto y se acercó a mí.
- ¿Tom? ¿Qué haces aquí? -
- Vine a buscarla. Nos vamos a dividir, nosotros iremos en dirección al faro. - Señaló con su dedo el lugar.
- No te ves bien, es mejor que vayas con alguien más. - Miró alrededor y le hizo una seña a alguien.
- ¿Qué quieres? - Snake se acercó y me miró preocupado.
- Que alguno de tus hombres vayan con él. - Tom habló como si lo conociera desde hace mucho tiempo.
- No es necesario, iré con ellos. - Señale a los investigadores que había contratado.
- Aún así te acompañaran dos patrullas de policía, tenemos que identificar a aquellos que les ayudaron a esos tipos. - Snake se alejó de nosotros y se acercó a los oficiales que se aproximaron a mí.
- Es hora de partir. Nos mantendremos al tanto a través de la radio de los policías. - Dio instrucciones Snake y de inmediato todos se marcharon.
- Venga con nosotros. - Los oficiales me llamaron y subieron a la patrulla.
- Todo estará bien. Nos vemos. - Tom palmeo mí brazo y se marchó.
Avancé hasta el auto en el que me iría, pero algo me detuvo. Sobre el suelo algo brillaba con intensidad. Al agacharme para remover la tierra descubrí el collar que le había regalado a Sasha. Mi mano titubeó al sujetar la cadena.
-Tengo que encontrarte. - Besé el collar y me subí al auto con los oficiales.