Realmente no me acostumbraba al calor tan intenso que se desataba en las noches, el estar dentro de la casa significaba que sudaría como si me encontrase dentro de un horno.
Amarré mi cabello de manera descuidada y tomé el celular que se encontraba en la cama. Bajé las escaleras y encontré a los chicos jugando cartas y riendo de manera escandalosa. Negue con la cabeza al ver que discutían como niños pequeños cuando uno de ellos perdía. Estaban apostando quien haría las labores de la casa. Crucé miradas con Snake y le mostré el teléfono mientras señalaba el patio, él comprendió de inmediato y continuo con lo suyo.
Caminé hasta llegar a un árbol solitario que estaba cerca del acantilado, me senté y me recosté en el tronco. Acomodé el vestido de playa blanco que estaba usando evitando que se subiera mucho. Miré el teléfono, "9:59 pm", en cuanto el reloj cambió recibí una llamada.
- Hola. - Sonreí en cuanto acepte la videollamada.
- Hola. - Louis sonrió con el cabello húmedo mientras sostenía una toalla con una de sus manos, tratando de secar las gotas que caían por su rostro y cuello.
- ¿Cómo estuvo tu día? - Pregunte admirándolo con detenimiento.
- Un poco ajetreado pero logré llegar a casa a tiempo. Otro poco más y dejaba a mis hermanos en la oficina. - Mire su rostro con detalle pero no podía verse ni un poco cansado, si no por el contrario, su piel relucía de manera asombrosa. ¿Esos eran los efectos de un baño?
- Isabella me dijo que tuvieron que trabajar en menos de veinte minutos. - Reí al recordar el audio con su voz cansada mientras se desahogaba y explicaba todo lo que hizo para que no fuera abandonada en su oficina.
- Deberían trabajar más durante el día. - Hizo una mueca de reproche que lo hacia ver muy lindo.
- ¿Cómo estas tu? - Su atención se dirigió por completo hacia mi.
- Estoy bien, un poco acalorada pero bien. - Devolví uno de los tirantes a su lugar tras sentir que resbalaba por mi hombro.
- ¿Hace mucho calor? - Por alguna razón su mirada se hizo más intensa y titubee unos segundos.
- Si. Aun no logro acostumbrarme al clima pero esta bien si uso ropa ligera. Aunque a veces las tormentas son un poco fuertes, pero no dan tanto miedo porque los chicos están conmigo. - Sonreí mientras colocaba un mechón tras mi oreja.
- ¿Es así? - Su voz se escuchó un poco apagada.
- Si, son muy agradables. Ellos insisten en que quieren conocerte. -
- ¿A mi? ¿Porque? - Sus ojos se abrieron con sorpresa.
- Snake les platico que tenía novio, les dijo quien eras y ellos no le creían. Así que fueron hasta mi habitación a preguntarme quien era el basta - Mordí mi lengua tratando de corregir mi lenguaje, realmente no me hacía bien el aprender esas cosas de ellos.
- Quien era mi novio, cuando les hablé de ti ellos parecían dudosos. Me pidieron pruebas pero no tengo fotos contigo. Es una pena, quería presumirte y alardear más. - Suspiré y recargue mi espalda en el tronco del árbol.
- Hagámoslo. - Habló tan pronto callé.
- Saquémonos fotos juntos y preséntame con ellos. -
- Si, ¿Cuándo podremos vernos? - Mi pecho se contrajo al notar que ya habíamos pasado casi cuatro meses sin vernos.
- Puedo intentar ir a escondidas. - Propuso pero yo negué con la cabeza inmediatamente.
- Es peligroso. ¿Qué tal y si intentan hacerte daño? ¡Ni hablar! -
- Pidámosle ayuda a Snake y a los Durand. - Insistió fuertemente y yo mordí el interior de mi mejilla algo dudosa.
- En verdad te extraño. - Sus palabras me hicieron estremecer y mis ojos se llenaron de lágrimas.
- Te extraño demasiado, incluso si hablamos diario por mensaje o llamada quiero ver tu rostro de cerca y abrazarte. - Una de mis lagrimas corrió por mi mejilla pero inmediatamente la seque con el dorso de mi mano.
- Cariño, no llores. Los agentes, el detective y los Durand dicen que pronto podrás regresar. Están pisándole los talones a esos tipos. - Su mirada estaba algo afligida aunque intentaba darme un poco de ánimos.
- Lo sé, pero es frustrante el no poder verlos. - Mordí mi labio con fuerza tratando de ser fuerte.
- Solo es cuestión de tiempo. ¿Te envían mensajes y te llaman siempre, no es cierto? -
- Si, el teléfono siempre esta sonando. - Reí mientras tallaba mi ojo con fuerza.
- Creo que deberías entrar a -
- ¡Oye, te he estado buscando en todas partes! ¡Me mandaron a darte esto pero no te encontraba! - Gritó una voz familiar. Giré el rostro y vi como Sam se acercaba con grandes zancadas hacía donde estaba mientras cargaba una manta.
-¡SNAKE ME DIJO "CUBRELA CON ESTO O SE VA A RESFRIAR"! - Continuó hablando con molestia.
- Gracias Sam. - Sonreí bajando un poco el celular para tomar la manta, pero el me la colocó aunque seguía lloriqueando y quejándose de todo.
- Sera mejor que entres pronto, esta comenzando a nublarse y en la televisión advirtieron que llovería por un huracán que esta cerca. - Revolvió mi cabello con fuerza.
- Oye, ¿solo vienes a pelear? -Sonreí ordenando mi cabello y el sonrió del lado.
- Como sea, no tardes o vendré por ti aunque te lleve a cuestas. - Sentenció mientras caminaba hacia la casa.
- ¡Gracias por la manta! - Grité mientras veía que se tropezaba por lo que una carcajada salió de mi garganta.
- Sasha. - Un murmullo un tanto seco y sombreó salió desde el teléfono.
- Perdón, pero no puedo evitarlo, siempre busca pelea conmigo. - Sonreí algo divertida.
- Soy tu novio, mírame solo a mí. - Su ceño se frunció y yo me quede congelada procesando la situación.
- ¿Estas celoso? - Pregunté algo crédula.
- Estas mirando a otro hombre y riendo con él mientras que me dejas aquí. -
- No lo veo de esa manera, ni él a mí. Solo nos tratamos como miembros de la pandilla. - Trate de calmarlo pero no parecía funcionar.
- Eres muy bonita e ingenua. ¿Qué pasa si alguien te roba de mi lado? - Parecía que esa era una de sus preocupaciones que habían surgido tras estar tanto tiempo separados y algo incomunicados.
Pude comprender como se sentía, me puse en su lugar y el hecho de recordar aquella ocasión en la que casi lo involucran en un matrimonio arreglado me dolía el pecho y me sentía inquieta.
- Louis, eres mi novio. El único hombre con el que he salido. Se que estas ansioso y nervioso porque convivo con muchos otros hombres, pero ellos solo son mis amigos y creo que los considero parte de mi familia. Pero el hecho de que estoy lejos de ti solo me ha confirmado que realmente de quiero con todo mi ser. Espérame un poco más y estaré a tu lado. -
- Yo no quería sonar como un loco enfermo, posesivo y engreído. Pero estoy ansioso por la incertidumbre y el no poder estar contigo en esta situación tan difícil. Te quiero más de lo que alguna vez llegue a imaginar que querría a alguien. -
- Louis. - Mi voz se quebró y estaba a punto de llorar.
- Por eso iré cuanto antes a verte, les insistiré a ellos que me dejen verte aunque sea por unos días.- El tierno momento se rompió tras escuchar su declaración de huelga ante los demás.
- JAJAJAJAJA Hagámoslo, preguntaré si es posible el que nos veamos. - Al escuchar que yo también buscaría una manera de reunirme con él hizo que sonriera alegremente.
- Será mejor que entre. - Dijo al notar que el viento soplaba con fuerza.
- Creo que debo hacerlo. - Respondí mientras me ponía de pie y avanzaba hacia la casa.
- Hablamos más tarde, tengo que contactar a el detective y a la policía. - Sus ojos brillaron con cierta luz siniestra.
- No los acoses ni molestes mucho. - Trate de ocultar mi sonrisa y Él asintió obedientemente.
- Descansa cariño. - Murmuro con dulzura.
- Descansa cariño. - Respondí mientras veía como Rocky corría hacia mí para encontrarme.
- No les sonrías así. - Bromeó.
- Es un cachorro. - Reí y él también. Poco después la llamada termino y yo fui directo hacia mi habitación para descansar, o eso intentar tras desatarse el huracán.