Dudé un poco si debía pedirle que me acompañará o no, yo sabía que el estaba ocupado con su trabajo y que el día de ayer ya se había ausentado, tenía miedo de que pensará que me estaba volviendo dependiente de él, tomé mi celular y lo miré en mis manos tratando de decidirme de una vez por todas. Respiré y le mandé un mensaje para preguntarle si estaba ocupado, mi corazón latía con fuerza y me ponía de los nervios el esperar su respuesta, el celular vibró y sin dudarlo abrí el mensaje.
" ¿Por qué preguntas? ¿Pasa algo? ¿Estas bien? "
Al ver que enviaba cientos de mensajes similares preguntandome si estaba bien me sentí un poco feliz al notar que se preocupaba por mí.
"Estoy bien, simplemente preguntaba"
Respondí rápidamente para que no se alarmara, no quería que de preocupara por nada.
"¿Puedo llamarte ahora?"
Mis dedos temblaron de nervios al escribirlo pero fui capaz de enviárselo.
" Claro que puedes, siempre tengo tiempo para ti."
Tuve que releer varias veces el mensaje para ver qué él era más directo y dulce conmigo lo cuál casi me lleva a perder la cabeza, aclaré mi voz pero antes de que pudiera llamarle alguien tocó el timbre de la puerta, dejé el teléfono en la mesa y fui a atender a la persona que había hecho desaparecer mi valentía.
Tardé unos minutos en regresar a la cocina porque el servicio de paquetería que había contratado Ash para que le trajeran algunos materiales había llegado justo en el momento crucial, después de acomodar un par de cajas regresé para continuar con lo que iba a hacer, marque su número y sonó por un tiempo, me iba a dar por vencida al ver que no contestaría pero en el último segundo alguien atendió.
- ¿Hola? - Dijo una dulce voz en el otro lado de la línea.
- ¿Hola?... Soy Sasha. - Tembló mi voz al no escuchar a Louis, no negaré que me decepcioné y que me puse un poco nerviosa al escuchar a una mujer responder su celular, pero después recordé que esa voz en particular se me hacía conocida.
- Ah... Hola soy Isabella la hermana de Louis. Él acaba de salir y yo estaba aquí de paso. - Respondió casi al instante como si quisiera aclarar porque ella estaba atendiendo.
- Ya veo, ¿está muy ocupado?. - Intenté ocultar mi interés pero resultó en todo lo contrario.
- Me parece que sí, entró a una junta de emergencia y parece que tardará bastante en salir.- Mi estado de ánimo cayó al oírle y al parecer ella se dió cuenta. -¿Necesitas algo? ¿Quieres que te comunique con él? -
- No, no gracias.- Le interrumpí para evitar que le molestará en su trabajo.
- ¿Segura? No pareces muy convencida... Creo que querías pedirle algo.- Me sorprendió el que ella me descubriera a la primera que incluso pensé en que me había leído la mente.
- Si... quería pedirle que me acompañará a un lugar pero creo que eso no será posible.- Por alguna razón había terminado por decirle la verdad a ella.
- Ya veo. - Me pareció oírla triste al decir eso pero no dije nada. - ¿Puedo ir yo?-
-¿Qué?- Su petición me había tomado por sorpresa y estaba tratando de asimilar las cosas.
- Olvídalo. - Por el tono de su voz parecía estar triste me sentí mal y quería ayudarle a sentirse bien.
- ¿Tienes tiempo? ¿Crees que puedas acompañarme a un lugar? -
- ¿Qué?... ¡Si! ¡Tengo tiempo! .- Parecía emocionada cosa que me hizo sonreír y reír un poco por su reacción.
- ¿Quieres que vaya por ti?... Bueno, no me gusta manejar pero puedo ir en taxi...-
- ¡No es necesario! Te enviaré mi número telefónico para que me mandes tu ubicación, ¡Yo paso por ti!- Dijo con tanta rapidez que me costó descifrar lo que decía.
- Claro. - Dije y ella terminó la llamada. No pasó ni un minuto desde que había finalizando nuestra conversación cuando recibí su mensaje, le añadí a mis contactos y le envié el mensaje con la información. No saldría con Louis pero me sentía bien al recordar la su voz entusiasmada de su hermana al saber que nos veríamos en un rato más.