Seguí acariciando su cabello, el cual era muy suave y desprendía un dulce aroma que invadía el lugar, ocasionalmente caían algunos relámpagos y ella se tensaba al oírlos, pero al parecer ya no estaba tan asustada como antes.
- ¿Estas bien? - Dije mientras intentaba ver su rostro, pero ella estaba completamente acurrucada en mi pecho.
-Sí, gracias. - Dijo mientras se separaba un poco de mi y agachaba la mirada, sus mejillas estaban un poco rojas.
Ambos nos separamos y nos quedamos callados por un tiempo, fue ahí que recordé un poco de la conversación que había tenido con mi hermana en donde le decía que no le conocía bien, esta era una buena oportunidad para hacernos preguntas y conocernos mejor, quería avanzar lo más rápido posible para poder recuperar el tiempo que había perdido por mi falta de decisión.
-Sasha… ¿Quieres que nos hagamos preguntas para que nos conozcamos un poco más? Yo... yo quiero saber sobre ti. - Miré hacia el frente y sentí como ella me miraba con atención.
-Si, está bien… ¿Comienzo yo? - Dijo suavemente y yo asentí, ella coloco sus manos en sus piernas y guardó silencio por unos segundos para pensar.
- ¿Cuál es tu color favorito? - Al oír su pregunta me sorprendí por completo. - ¿Pasa algo? - Dijo mientras fruncía el ceño como si no entendiera mi reacción.
-No pasa nada… es solo que la mayoría de… personas suele preguntarme sobre mi trabajo y esas cosas. - Ella era distinta a las mujeres que conocía. -Pero me agrada que hayas elegido esa pregunta… Me gusta el gris, ¿Y a ti? –
-El verde. - Sin darnos cuenta ambos nos comenzamos a hacer preguntas acerca de lo que nos gustaba y de lo que no, ahora estábamos viéndonos mientras platicábamos, me sentía a gusto hablando con ella.
-Platícame sobre ti… tu vida… o no se ese tipo de cosas. - Dijo mientras recargaba su cabeza en el sillón y me miraba fijamente.
- ¡Así que hemos llegado a esa pregunta? - Dije sonriendo y ella levanto los hombros con una sonrisa. -Bien… Ya sabes como me llamo, mi apellido, a que me dedico… Tengo 27 años... casi 28, vivo solo… bueno ahora ya no, mis hermanos se mudaron ayer a mi casa y no sé por cuánto tiempo estén ahí. -
- ¿Cuántos hermanos tienes? - Dijo ella mientras se sentaba con la espalda recta.
-Tengo… tenia 3 hermanos, Isabella y Joseph que ya los conoces… tenía una hermana mayor, se llamaba Lucy. - Dije mientras veía hacia la pared de la habitación, la mayoría de veces que les preguntaban a mis padres cuantos hijos tenían ellos respondían "Solo tres".
-Lo siento, no sabía. - Extendió su mano para ponerla sobre la mía para disculparse.
-Esta bien, pasó hace mucho tiempo. - Tomé su mano y comencé a jugar con ella. - ¿Qué más debería contarte? - Dije pensando en otras cosas para cambiar el tema aunque no me molestaba que ella supiera sobre lo que había pasado, solo que no quería abrumarle con eso. -Estudie mucho, mis padres me metían a clases de cualquier tipo así que se hablar varios idiomas, se algo sobre el arte, finanzas, tecnología y toco varios instrumentos. - Mire su pequeña mano en la mía y me hizo sonreír nuevamente.
- ¿Casi no sonríes frente a las personas? - Levanté la vista tras escucharle. -Es que en las noticias o en las revistas siempre eres muy serio, todos piensan que eres frío, reservado, poco hablador, temperamental…-
- ¿Crees que soy así? - Ella abrió los ojos y me miro negando varias veces con la cabeza.
-No, yo creo que eres una buena persona, que solo habla con personas con las que se siente cómoda… pero deberías sonreír más, te ves lindo. - Dijo levantando un pulgar mientras me sonreía.
-No quiero sonreírles a personas…. Sólo te sonreiré a ti de ahora en adelante. - Coloque un mechón de su cabello tras su oreja, vi como su rostro se sonrojo tanto que no pude evitar reír, cosa que empeoró su estado y le hizo hacer un puchero.