Durante el transcurso de las horas llegaron algunos clientes, parecía que el transcurso del día sería muy tranquilo, mire el reloj y ya casi era hora de que llegara Tom así que rápidamente comencé a hacerle una pequeña agenda con notas para ayudarle a realizar el trabajo después de que me fuera.
-Hola jefa. - Dijo mientras me sonreía aquel joven de gafas y se acercaba a saludarme con entusiasmo, se veía mucho más relajado y animado que el día anterior.
-Hola Tom. Bienvenido a tu primer día de trabajo ¿Estas listo? - Dije colocando la agenda a un lado del computador para dársela después.
-Sí, creo que ayer estaba nervioso porque era la primera entrevista de trabajo a la que iba, pero estoy seguro de que es una gran oportunidad para mí. - Sonreí tras escuchar eso y tomé su mochila para guardarle en un cajón bajo el escritorio.
-Vamos. - Caminé hacia el cuarto de seguridad para explicarle como funcionaba, él realizaba una que otra pregunta ocasional para quitarse algunas dudas, Tom sería un buen empleado ´porque aprendía con rapidez y escuchaba con atención mis palabras. Así continuamos por un rato hasta que le termine de dar el recorrido por todos los lugares de la biblioteca.
-Este lugar es grande. - Dijo mientras se sentaba en una silla cerca del escritorio. - ¿Cómo es que pudo hacer esto hasta ahora? - Limpio un poco de su sudor con la manga de su sudadera.
-Es cuestión de que te adaptes y acostumbres, al principio es difícil recordar todo, pero estoy segura de que en unos días esto se te hará más sencillo. – Caminé hacia el escritorio y le di la agenda que había hecho. - Ten, son unas notas, creo que te facilitaran el trabajo. -
-Gracias. - La tomo y la miro con gran interés. -Creo que con esto recordaré todo lo que tengo que hacer. - Dijo mientras me veía con una sonrisa. -El tiempo aquí se pasa volando. - Miró su reloj de mano sorprendido.
Miré el reloj del computador y me di cuenta de que casi serían las dos de la tarde, tenía que irme lo más pronto posible para poder hacer lo que tenía planeado.
- ¿Crees que estarás bien sin mi si me voy ahora? - Dije con preocupación, no quería presionarle en su primer día de trabajo.
-Estaré bien, no se preocupe. Todo está aquí. - Dijo levantando la agenda.
-Mi teléfono se descompuso, iré a comprar otro, en cuanto lo tenga te llamaré o mandaré mensaje para saber como vas. Vendré lo más rápido posible para ayudarte. - Tome mi bolso y le pedí que escribiera su número en un papel.
-No es necesario que se agobie o preocupe, estaré bien. - Me dio el papelito con su celular.
-En caso de que pase algo te escribí dos números en la parte trasera de la agenda, uno es de la casa en donde vivo actualmente y el otro de es de mi amiga que conociste ayer. -
-Entiendo. - Me miro con seriedad y confianza para que me quedara tranquila.
-Nos vemos más tarde. - Vi que Tom se despedía de mi con la mano.
Salí de la biblioteca y caminé hacia la calle principal para tomar un taxi, no paso mucho tiempo en que consiguiera uno, le di indicaciones para que me llevará a el centro comercial, en cuanto llegamos le pague y di las gracias. Como no sabia que hora era me di prisa para ir a el lugar para comprar un teléfono y me restauraran la información que tenía en el anterior. Al parecer todo estaba de mi lado y pudieron salvar a la información, aunque mi celular estaba desecho y ya no daría para más.
- ¿Quiere conservar su número de teléfono o gusta cambiarlo? - Me pregunto la joven del establecimiento.
-Quiero conservarlo. - La señorita asintió y se retiró por unos momentos para después entregarme mi antiguo celular en una bolsa junto con el otro que había comprado.
-Gracias. – Me despedí de ella y salí del lugar, estaba más tranquila al saber que todo había salido bien y que ya solo me faltaba ir a mi casa para recoger algunas cosas para trabajar.
Volví a tomar un taxi y en lo que llegaba a mi destino le mande un mensaje a mis amigos para avisarles que estaba bien, de igual manera le mensajeé a Tom para preguntarle que tal iba y su respuesta me confirmo que él era el indicado para trabajar en la biblioteca durante mi ausencia.
Una vez que llegue a mi casa me dirigí directamente a la entrada, revise que todo estuviera en orden y entre a ella. El estar de nuevo en mi hogar me hacia sentir tranquila y cómoda, quería regresar a vivir ahí, pero eso no sería lo adecuado… por lo menos no hasta que se calmaran las cosas y encontráramos una solución a todo lo que pasaba. Guarde mis cosas en un maletín y lo puse a un lado de la puerta principal de la casa para llevármelo en cuanto me marchara.
Aun tenía tiempo y decidí buscar algo en la nevera para comer, algunas cosas ya no servían así que las tire, y solo me quede con lo justo para hacer un par de sándwiches, decidí acompañarlo con un té caliente, el clima se había vuelto loco, el cielo estaba nublado y comenzaba a lloviznar. Escuché que llamaron a la puerta así que me dirigí a ella, era probable que fuera Ashley que había decidido acompañarme para no sentirse preocupada al estar lejos de mí, pero no fue así, en cuanto la abrí alguien me envolvió en su abrazo, su aroma era tan familiar y mi corazón enloqueció.