---Sasha---
Abrí los ojos tras escuchar la alarma del celular que estaba en la mesa de noche, me senté en el borde de la cama y la apague, talle un poco mis ojos para despertar completamente, vague por varios segundos por mi mente recordando que había tenido el mismo sueño de hace pocos días en donde estaba con mi madre de día de campo, tomé el teléfono de mi amiga y lo desbloquee para ver qué día era hoy.
-Faltan unos días para que vayamos a dejar flores. - Dijo mi amiga mientras colocaba su barbilla en mi hombro.
-Sí, falta poco. - Mi corazón se sintió dolorido tras saber que se cumpliría otro año más sin mi madre.
- ¿Qué sueño estas teniendo ahora? - Mi amiga se levantó de la cama y fue al baño a lavarse los dientes y la cara.
-Mmm… Uno de un picnic en su cumpleaños. - Me incorporé y fui a hacer lo mismo para alistarme e ir a la delegación.
- ¿Te dice algo en él? - Me mira mientras la espuma de la pasta de dientes comienza a caer y le obliga a enjuagarse la boca.
-No, ni una sola pista. - Busco a mi lado una toalla para secarme el rostro y Ashley me la da para que no haga un batidero en el baño.
-Supongo que tendremos que hacer ese viaje a la otra ciudad para saber más sobre el anillo de ella. - Intentó ocultar una sonrisa en su rostro, pero fue casi imposible que disimulara su emoción.
-Sabes que no solo vamos a eso ¿No? - Su sonrisa por fin apareció completamente.
-Claro que sé que también tendremos que ir a ayudar a Alex, y eso es lo que más me emociona. - Le sonreí y fui a la habitación para comenzar a vestirme.
- ¿Están despiertas? - Dijo Alex tras tocar la puerta sin abrirla.
- ¡Si! ¡Nos estamos vistiendo! - Respondí rápidamente para evitar que entrara a la habitación y me encontrara cambiandome.
-Ok. Las vemos abajo. - Sus pasos se alejaron y mi amiga fue a la puerta para asegurarla.
-Mas vale prevenir. - Giro y me guiño el ojo mientras me mandaba un beso tras recorrer mi cuerpo con su mirada.
- ¡No hagas eso! - Dije mientras simulaba un escalofrío en mi espalda.
- ¿Por qué no? ¿Prefieres que sea…- Se detuvo a la mitad de la oración y se dirigió a su armario para sacar su ropa. - ¿No te ha contactado? - Me miró de reojo para ver mi reacción.
- ¿Como va a llamarme si mi teléfono murió ayer? - Dije mientras terminaba de ponerme unos botines con un tacón pequeño.
-Tienes razón, ¿Comprarás uno nuevo? - Caminó hacia mí para darme una chamarra de piel café de mi maleta.
-Gracias. - Dije tomándola para ponérmela. -Creo que sí, después de darle un breve entrenamiento a Tom iré a mi casa para recoger unas cosas y después iré a comprar un teléfono para pasar la información del anterior, si es que se puede. - Me hice una coleta y por alguna razón quise rizarme las pestañas y agregar un poco de labial rojo.
- ¿Acaso quieres conquistar a la persona de la tienda de teléfonos o a los oficiales? - Mi amiga sonrió mientras que buscaba algo en su alhajero.
-No, solo quiero arreglarme un poco. - Me senté en la cama mientras veía que ella se me acercaba con un par de aretes de gatitos.
-Ven, estos se verán bonitos y no son nada grandes por lo que no te sentirás incomoda. - Se inclino un poco para ponérmelos y una vez que lo hizo levanto los pulgares como aprobación. - ¿Quieres que te acompañe? -
-No, debes comenzar a hacer tu trabajo, además puedo pedirle a un taxi que me lleve y traiga aquí. De todos modos, estaré bien, no siempre dejaran de hacer sus cosas para ir conmigo a todos lados. - Me levanté y abrí la puerta para ir a desayunar con los demás.
Cuando llegamos a el comedor nos sentamos a comer hablando un poco de el viaje de sus padres, al terminar todos limpiamos los platos y la mesa. Los padres de mi amiga subieron a su auto mientras que mis amigos y yo nos dividimos de la misma forma que el día anterior. Mi platica con Alex fue bastante normal, hablamos sobre nuestros trabajos y esas cosas, a lo lejos vimos la comisaría y sabía que era probable que nos encontráramos a Christian, no me agradaba para nada la idea, pero todo era para sacarlo de nuestras vidas y terminar cualquier vínculo con él.