Todos se sentaron a mi lado y comenzaron a verme con gran curiosidad por saber lo que les diría.
-Ashley, ¿recuerdas cuando íbamos en la primaria y me molestaban por tener el cabello de diferente color a los demás? -
-Sí, aún recuerdo sus nombres por si quieres tomar venganza. - Dijo mientras me miraba fijamente, yo sonreí y negué con la cabeza.
-Siempre eras tu quien me defendió y protegió de los demás... Incluso hasta ahora. - Acaricié su cabello y tomé su mano para darle un leve apretón.
-También estuviste tú Matt, cuidándome y ayudándome cuando necesitaba que revisaran algunos de mis trabajos o proyectos finales, fuiste el que me buscó para que trabajara en la editorial, además no olvidemos que te convertiste en mi mánager y me consiguió otro trabajo. - Le vi e inmediatamente dibujo una sonrisa mientras me veía con cariño.
-Es lo menos que pude hacer por ti, siempre fuiste muy talentosa y no dejaría ir a un diamente en bruto como tú. - Mi amiga que seguía tomando mi mano la apretó y vi que sonreía cada vez más.
- ¿Y yo que? ¿Acaso no cuento? - Alex se cruzó de brazos y giró su cabeza fingiendo molestia.
-Ven aquí. - Dije mientras le daba palmaditas en el sillón, con timidez de acercó a mí, solté la mano de mi amiga y extendí mi mano para que Alex la tomara.
- ¿Quieres las llaves? - Dijo mientras se levantaba para ir por ellas, tomé su mano y la jalé para que se sentara.
-Tú me demostraste muchas veces que no te importaría salir lastimado si se trataba de protegerme. - Miré su mano izquierda en mis manos y sonreí mientras una lágrima caía en ella.
- ¿Estas bien? - Se sentó más cerca e intento limpiarlas. -No llores, está bien, ya pasó. - Me acercó a él y me abrazo con fuerza.
- ¿De qué hablan? - Matt le preguntó a Ashley y ella levantó los hombros para hacerle saber que no sabía.
-Es algo que nos pasó a los dos cuando éramos pequeños. Ashley estaba de vacaciones con sus padres, y los mios habían ido con mi abuela a ver a unos familiares, yo me quedé con Sasha y su madre… Era un sábado por la mañana cuando su mamá nos dijo que tenía que salir con urgencia a la ciudad de al lado para firmar unos papeles del trabajo, nosotros decidimos quedarnos en la casa por si mis padres llegaban antes. Ese día todo iba bien, el día era muy bonito así que decidimos ir al parque que estaba a un par de cuadras, además no era peligroso para nosotros porque siempre fue un lugar tranquilo y los vecinos nos cuidaban. - Alex se detuvo un poco para buscar mi mirada y obtener una aprobación para contarles el resto, asentí suavemente y él siguió abrazándome.
-Eran cerca de las tres de la tarde, ella y yo estábamos jugando en los árboles, yo subí a uno y Sash quería que yo le ayudará pero como ella siempre fue muy descuidada le dije que no porque era muy probable que se lastimara, ella hizo un pequeño berrinche pero aun así no la subí conmigo.- Se detuvo un poco y suspiró mientras se aferraba más a mí, yo solo escuchaba como su corazón se aceleraba, cerré con fuerza los ojos y tome con mis manos su sudadera.
-Fue ahí cuando un señor se acercó a Sasha, intentó llevarla arrastrando de la mano, pero ella se resistía, así que saco una navaja para obligarla, yo intentaba bajar, pero estaba nervioso así que no podía... Fue hasta que vi que él la iba a atacar que salté del árbol sin pensar dos veces. –