La luz brillaba a través de la ventana, abrí poco a poco los ojos e intenté moverme pero algo muy pesado estaba sobre mí, levante un poco la cabeza y lo que encontré fue a mi amiga aferrada completamente a mi, su pierna rodeaba mi cintura, su mano me abrazaba y su cabeza estaba sobre mi hombro.
-¿La quito?.-Dijo Matt mientras se tallaba sus ojos y bostezaba, se veía realmente muy tierno con su cabello revuelto y su mirada perezosa.
-Si no es mucha molestia.-Dije en voz baja para evitar despertar a la bella durmiente que tenía en brazos y a Alex que parecía que le habían atropellado y abandonado en la calle.
Una vez que estuve libre de sus garras me senté, Matt me extendió la mano y me ayudó a levantarme.
-Deberías dormir más.-Le dije mientras recogía mi cabello en un moño, aunque quedaron unos mechones rebeldes al aire.
-Lo mismo deberías hacer tú. Nos dormimos cerca de las cinco de la mañana.- Caminó hacia la ventana y cerró las cortinas para que no se despertaran los demás.
-¿Qué hora es?.- Dije intentando arropar a mis amigos que estaban rendidos tras la pequeña fiesta salvaje que armaron (sumándole que nos quedamos hablando hasta quedar dormidos).
-Van a ser las nueve.- Dijo y respondí con un asentimiento para después ir directamente a la cocina.
-¿Te ayudo?.- Dijo Matt mientras se doblaba las mangas de su sudadera y caminaba a el grifo para lavarse las manos.
-Por favor.- Caminé hacia el mismo lugar en donde se encontraba él y cuando iba a lavarme las manos me detuvo.
-Vas a mojarte, las mangas son muy largas.- Tomó mis manos y con cuidado las dobló, al igual que había hecho con las suyas.
-Gracias.- Le sonreí y él me sonrió y me dio una palmadita en la cabeza.
Proseguí a lavarme y cuando terminé me dió un paño limpio para secarme. Fui a la nevera y saqué todos los ingredientes que necesitabamos para hacer el desayuno, me sorprendió ver que Matt sabía cocinar, después de todo no parecía el tipo de persona que hiciera o ayudara a hacer las labores del hogar.
-Si una mujer te ve así como estas en estos momentos seguramente se quedará enamorada de ti.- Dije mientras levantaba los dos pulgares de mis manos como aprobación.
-Eso espero.- En su cara pude ver una sonrisa muy leve dibujada.
Continuamos cocinando y una vez que estuvo listo el desayuno me ayudó a poner la mesa.
-¿Estas segura de querer ir a la cabaña? Sabes que ya no hay vuelta atrás una vez que comencemos con esto.- Dijo mientras se recargaba en una pared mientras me veía.
-Lo sé, pero quiero hacerlo.-
-Mmm.- Movió la cabeza y caminó hacia mi. -Estaré a tu lado cuidándote, así que si necesitas algo dime.- Colocó un pequeño mechón tras mi oreja y me miró por unos segundos. -Voy a despertarlos.- Le ví alejarse y caminar hacia los demás para comenzar a quitarles las cobijas y molestarlos, de mala gana se levantaron mis amigos y caminaron directamente hacia la mesa para sentarse a desayunar en silencio. Cuando terminamos lavé los platos mientras ellos se duchaban, al parecer Alex y Matt se habían preparado y equipado con una mochila con ropa cuando la familia de mi amigo les mandaron a cuidarnos.
Eran cerca de las 12 de la mañana cuando salimos de la casa para dirigirnos a nuestro nuevo destino y comenzar con nuestra investigación, era el principio de todo.