--- Louis ---
Cerré mi portátil y me senté mientras aflojaba la corbata de mi traje, al fin había terminado todo mi trabajo del día, me sentí emocionado de que tenia tiempo para hablar con Sasha. Guardé los documentos y se los entregué a mi secretaria para que se los diera a mi hermano. Entre a mi oficina y me senté, tomé mi teléfono y marqué su número.
-¿Hola? ¿Quién habla?.- Era la voz de un hombre, ¿Quién había contestado por ella?.
-Hola, ¿puedo hablar con Sasha?.- Dije tranquilamente pensando que podría ser algún familiar de ella.
-Oh, si claro aguarda.- Escuché como arrastraban cajas, creí que estaban mudándose o trabajando ¿Pero que no era muy noche para eso?.
Después de unos segundos oí como esa persona que me había contestado le llamaba por un apodo, muy cariñoso para mi gusto, seguido de eso ellos tuvieron una platica en donde según entendí eran pareja y bromeaban acerca de casarse, ignorando por completo que yo estaba al teléfono oyendo todo, me sentí molesto y muy enojado.
Me quedé pensando y reflexionando sobre su conversación, cuando escuché que ella por fin me contestaba, no quería responderle, y no era para menos porque de escuchar su plática tan amena no me sentía de humor. No me atreví a colgarle así que contesté, pero creo que fui muy expresivo en cuanto a como me sentía por lo que ella terminó por descubrir que no me encontraba bien, cuando me dijo que tenia una reunión con sus amigos me sentí un poco más tranquilo... pero también quise saber algo más.
-¿No tienes a alguien que te guste?.- No sé la razón de porque le pregunté eso ¿Qué quería lograr?, sin embargo esperé con ansias a que me respondiera, ella dijo que no.
La molestia y frustración me hizo enloquecer que terminé diciendo que ella me había dicho que le gustaba, yo sabía que no era verdad pero quería que ella no lo negara, sin embargo lo único que conseguí fue ponerla nerviosa, así que usé el pretexto de que estaba ocupada para colgarle y tratar de calmarme.
Mi hermano entró a mi oficina y me miró, mientras se sentaba en silencio frente a mi.
-No fue mi intención escuchar tras la puerta. Sé que te rechazaron, puede ser difícil pero ya llegará alguien, si quieres puedo presentarte a alguien...-Dejé de escucharle casi al instante que comenzó, lo ultimo que quería era oír una platica donde mi hermano me hablaba de como afrontar un rechazo, pasaron varios minutos, y cuando pensé que ya nada podía ir peor llegó Sebastián.
-¿Qué tienen? ¿Por qué esas caras tristes? Vámonos mi esposa les invita a cenar.- Dijo mientras señalaba la puerta.
-Rechazaron Louis...- Miré a mi hermano queriendo lanzarle mil dagas para que se callara.
-¿Qué? ¿En serio?.- Su cara reflejaba completa confusión y sorpresa.
Joseph se levantó y le llevó a una esquina tratando de hablar en voz baja para que no escuchara, pero eran muy malos para hacerlo. Poco después los dos se me acercaron y comenzaron con la segunda ronda de platicas motivacionales acerca de como afrontar un desamor, me levanté, les tomé del hombro y los saqué de mi oficina para después cerrarla con seguro.
Necesitaba refrescarme así que decidí lavarme la cara en el baño que se encontraba en la habitación en donde dormía cuando no iba a mi casa. Me quedé mirando como las gotas descendían por mi rostro hasta impactarse contra el lavabo. Esto no había salido como yo esperaba. No quería que ella pensara mal de mí, ni que se alejara. Quería conocerla más, sabía que todo estaba yendo más rápido de lo usual. Lo que menos quería es presionarla a que me aceptara en su vida. Todo era muy confuso para mí, era la primera vez que experimentaba esto. Recordaba como mi hermano y Sebastián conquistaban a las chicas que les gustaban, pero yo era lo opuesto a ellos. No tenia ni la menor idea de como acercarme a otros. Pasé mi mano por mi rostro, ¿Porqué no podía hacer bien esto? Sequé mi rostro con una toalla y regresé a mi oficina para apagar las luces para intentar ir a dormir. Escuché mi celular sonar y contesté sin verle pensando que sería mi hermano o Sebastián intentando sacarme de la oficina.
-¿Hola?.- Dije caminando a la habitación mientras me quitaba la corbata y la colocaba sobre una cajonera.
-Tienes razón...- Miré la pantalla y vi que era Sasha, puse la llamada en altavoz y me dirigí a cerrar la puerta del cuarto con seguro.
-¿Qué? ¿Sobre qué?.- ¿De qué hablaba Sasha? Me quité el saco y me senté en la cama.
-¡Me gustas Louis!.- Me quedé congelado cuando le escuché decir eso ¿Había escuchado mal?, pero estaba en altavoz, era imposible...
-¡Me gustas mucho!.- Escuché cuando colgó, bajé poco a poco mi teléfono, entré al registro de mis llamadas y sí, ahí estaba su nombre dos veces, al parecer me había llamado pero yo no estaba, y después volvió a llamarme para decirme que...
-Le gusto.- Dejé mi teléfono en la mesa de noche y me recosté en mi cama para ver el techo, llevé mi mano a mi pecho, ¿Cómo se supone que iba a dormir después de escucharla decir eso? Mi corazón comenzó a latir con fuerza y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Aunque esto era algo desconocido para mi, yo creía que era posible lo intentaba. Tenía que cambiar muchas cosas y mejorar otras, pero era posible. Necesitaba prestar más atención a lo que quería expresar. Yo era muy sincero y directo con lo que quería al momento de hacer negocios, pero me costaba abrir mi corazón y expresar mis sentimientos. Era algo nuevo el que yo hiciera esto, pero si era con ella, no me importaba hacerlo.