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Chapter 40 - Hawái (2ª parte) (Derek)

Salí de la casa rumbo a la oficina del investigador y de ahí a la notaria, debía ser cauteloso y discreto para no despertar demasiado el interés de las personas involucrados.

Conduje hasta donde estaba el investigador, aunque el ya no se encontraba en la oficina le había dejado el sobre a su asistente así que solo tuve que intercambiarlo por el sobre con el cheque.

Llegar a la notaria tomo mas tiempo de lo que pensaba por lo que encendí las noticias, estaban reportando lo acontecido en el juicio, al parecer según palabras de los reporteros la actuación de Elaine había sido simplemente brillante, ella y el fiscal habían logrado una condena de seis años para el tipo ese. Me sentí orgulloso de ella, la confianza en mi decisión se vio acrecentada. Al llegar a la notaria Arthur me esperaba tranquilamente sentado en su oficina, al verme entrar se puso de pie y apretó afectuosamente mi mano en modo de saludo.

—Mi querido muchacho—dijo mientras observaba mi rostro —. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Casi nueve años… luces igual.

Le sonreí y le di un codazo leve en las costillas.

—Mira quien lo dice—dije y él se soltó a reír.

—Pasa… aquí tengo tus documentos, solo una firma aquí y aquí y podrás venir a recogerlos ya con los sellos listos en dos semanas.

Estaba a punto de discutirle el tiempo cuando mi teléfono sonó, al ver el identificador conteste de inmediato.

—Hola, cariño—dije con mi mejor voz, y tratando de ignorar la sonrisa burlona que se dibujo en el rostro del anciano.

—Hola… cariño—saludo Elaine y suspiro—. Derek… hubo un problema—dijo intentando sonar casual.

—¿Qué sucede?, ¿Te encuentras bien?—

—Alguien irrumpió en el departamento de mi clienta y… asesino a su perro, no lleves a los niños a mi departamento por ahora, estoy en la patrulla y los oficiales me llevaran a casa.

Mire el reloj y comencé a pensar en que ruta tomar para evadir el transito.

—De acuerdo, dejare a los niños con Carter y salgo para allá—dije intentando reprimir la culpa por mentirle.

—Gracias—susurro—Te quiero—dijo en tono dulce, por alguna extraña razón sus palabras me hicieron suspirar.

—Y yo a ti—respondí, me gire hacia Arthur—. Debo irme, le pediré a Katy que se ponga de acuerdo con tu asistente para la entrega de los documentos, solo te pido que estén listos lo mas pronto posible, te veo luego.

Salí de la notaria sin despedirme de forma adecuado y conduje usando cuanto atajo conocía para llegar lo mas pronto posible al edificio de Elaine, aun no entiendo como lo logre pero todo parecía indicar que había llegado antes que ella, pues al estacionarme no veía ni su auto ni la patrulla. De pronto las luces azul y rojo de una sirena captaron mi atención. Me baje del auto y camine hacia la puerta, entre y espere pacientemente junto al elevador. La vi entrar buscándome con la desesperación reflejada en sus ojos, la cual desapareció en el momento en que nuestros ojos se cruzaron, la observe caminar mas rápido hacia donde me encontraba y se arrojo a mis brazos. Enterró su rostro en mi pecho, parecía aspirar mi aroma, la rodee cerrando mis brazos alrededor de ella, use mi mano derecha parar presionar el botón del elevador con el dorso. Las puertas se abrieron de par en par. Sin soltarla camine guiándola hasta el fondo del elevador. En cuanto las puertas se cerraron ella se separo un poco y me observo.

Me sonrió con ternura, parecía buscar desesperadamente el modo de calmar su ansiedad y de paso la mía.

—Estoy aquí… ¿Te encuentras bien?—pregunte mientras acariciaba su mejilla con mis dedos. Elaine se puso sobre las puntas de sus pies y apretó sus labios contra los míos, le devolví el beso de inmediato haciéndola suspirar.

—Ahora si—respondió y me observo—. Lamento haberte pedido que vinieras, definitivamente fue un locura, estoy poniéndote en riesgo—dijo. Le sonreí y volví a besarla con suavidad.

—No querría estar en ningún otro sitio—respondí.

Las puertas del elevador se abrieron y tras tomar su mano y entrelazar mis dedos con los suyos, ambos salimos rumbo al departamento. En cuanto estuvimos cerca, ambos nos detuvimos de golpe al ver que la puerta estaba entre abierta y en el piso había una caja de cartón cerrada. Elaine apretó mi mano cuando hice el intento de soltarla para acercarme a la caja.

—No—pidió con un susurro.

—Esta bien—dije y camine rápidamente hacia la caja, primero le di un golpe con la punta de su pie. Al ver que no ocurría nada me agazapo y abrí la caja, al ver lo que contenía no pude evitar retirar los ojos con sorpresa.

—¿Qué es? —pregunto con un hilo de voz. Levante el rostro y la mire claramente preocupado.

—Es un gato—dije en tono grave —Un gato descuartizado… con gusanos— tome mi celular, debíamos llamar a la policía, Elaine me detuvo.

—No, no podemos dejar que nadie se entere, te pondrás en riesgo—dijo en tono suplicante.

—Elaine, la persona que hizo esto… esta demente, no me importa, no voy a permitir que te hagan daño. Llamare a la policía y si se enteran que estamos juntos, sonreiré y diré que soy afortunado de que la gran abogada Elaine Tullor este conmigo.

Sus ojos se llenaron de lagrimas.

—Esta bien— respondió y ella misma llamo a los oficiales, de hecho aun estaban esperando abajo, subieron enseguida, y debo decir que se sorprendieron bastante al verme acompañándola, aunque ninguno dijo nada y se limitaron a inspeccionar la caja y el departamento. Podía sentir la curiosidad que emanaba de ellos.

Elaine y yo entramos detrás de ellos, el departamento era un desastre; mire los papeles que estaban en el piso y mis ojos se detuvieron en lo que parecía ser un catalogo de donadores de esperma. Elaine apretó mi mano, pero no dijo nada.

—Señorita Tullor… creo que debería quedarse en otro sitio, comenzaremos con el levantamiento de pruebas—informo la oficial.

—No hay problema—dije en tono seguro—. Se quedara conmigo— afirme con voz grave.

—Muy bien, le informaremos al fiscal Williamson para que inicie los preparativos para su ingreso al sistema de protección.

—Eso no será necesario, la señorita Tullor se ira de viaje conmigo a Hawái y partiremos mañana mismo, permaneceremos allá hasta que ustedes y el fiscal nos indiquen que es pertinente regresar.

La oficial parpadeo pero asintió. Ambos salimos del departamento tomados de la mano.

—No quiero que mal interpretes el catalogo—dijo.

La miro y le sonreí.

—Confió en ti—dije mientras besaba su frente—. Por ahora, lo único que quiero desesperadamente es sacarte de aquí y ponerte a salvo. No bromeaba con aquello de irnos mañana mismo a Hawái.

—Hare como dices. Solo que necesitare pasar a casa de mi tía por ropa.

Negué con la cabeza.

—Compraremos lo necesario una vez lleguemos allá, por ahora, creo que será bueno que le informaras a tu familia sobre lo ocurrido y pidas protección para ellos, mas vale cubrir todos los flancos.

Sonrío y me abrazo.

Elaine me narro el juicio completo mientras conducía a casa.

—¿Crees que ese hombre orquesto no solo los asaltos sino también la irrupción a los departamentos? —le pregunte mientras giraba en una calle.

Ella miro por la ventana, supongo que estaba intentando aclarar su mente, era algo lógico después de todo lo ocurrido. Pues fuera quien fuera el autor, sus actos hablaban de alguien capaz de hacer cualquier cosa, y además de poner en evidencia su retorcida y peligrosa mente.

—No lo sé, he tenido clientes iracundos antes… pero ninguno se había atrevido a tanto jamás, amenazar es una cosa, pero cumplir las amenazas es algo a lo que no cualquiera se atreve.

Coloque mi mano suavemente sobre la suya.

—No mentí hace un momento cuadro dije que nos iríamos a Hawái de forma anticipada, pero, no quiero que sientas que estoy imponiéndote nada, si quieres quedarte para ver como va el rumbo de las investigaciones permitirme acompañarte y cuando no pueda estar presente deja que te ponga un par de guardaespaldas.

Sonrío por mi comentario y tras moverse en el asiento del copiloto beso mi mejilla.

—Vamos a Hawái… no quiero ponerte en riesgo o a los niños, Stephen y Alex pueden hacerse cargo de todo, además no tengo mas clientes… había dejado mi agenda libre para el viaje de la próxima semana así que…

Sonrió y al ver que el semáforo se ponía en verde puse la velocidad y avanzamos. Continuamos conversando, por el resto del camino, continúe escuchando con calma y atención cada una de las palabras que ella decía.

—¿No te aburre escucharme hablar de mi trabajo? —pregunto en tono suave, le sonreí.

—No, de hecho lo encuentro fascinante.

Gire para tomar la vereda.

Al llegar a la entrada de la casa, Adrien y Cassie nos esperaban con emoción en sus rostros, ella bajo primero del auto después de que estacione el auto junto a la puerta de la casa. Los niños corrieron hacia ella y se agarraron cada una de sus piernas. Carter estaba con ellos y no lucia muy feliz por la reacción de mis hijos hacia Elaine.

—Vieron las noticias en la escuela—susurró.

Ella se agazapo y los abrazo a ambos.

—Estoy bien—dijo en tono bajo y beso sus pequeñas cabezas. Ambos sonrieron y sin decir nada corrieron a saludarme.

Entramos a la casa seguidos de cerca por Carter.

—Nos iremos mañana a Hawái, habla con el director y dile que las escenas que faltan las grabare cuando regresemos de las grabaciones en las locaciones. También necesito que arregles el asunto del hotel y los boletos de avión.

Carter miro a Elaine, pero al ver que lo fulminaba con la mirada simplemente asintió y se fue.

—Elaine… ¿te duele? —pregunto Cassie y se acerco a ella intentado tocar su pómulo. Ella negó con la cabeza y le sonrío.

—¿Qué quieren cenar? —pregunto mientras se subía las mangas de la blusa. Los niños la miraron con ojos soñadores y corrieron hacia ella.

—¡Pizza! —gritaron al unísono haciéndonos reír a ambos.

—Bueno, entonces pizza… doble queso y champiñones—dije riendo mientras los niños corrían a decirle al ama de llaves que comeríamos pizza.

Los observamos irse, antes de que ella intentara decir algo pose mis labios sobre los de ella con suavidad.

—Mi hermana vendrá a verte—informe, debía encontrar un modo de justificar la visita de Jocey—. Me preocupa mucho ese costado, ¿crees que no he notado que respiras con dificultad?— Elaine se encogió de hombros y sonrió—… Le pedí a Carter que arreglara que tu clienta sea entrevistada por nuestra agencia.

Ella me miro fijamente y se arrojo a mis brazos con efusividad haciéndome retroceder un par de pasos.

—Realmente, te amo—susurro.

Al escucharle decir aquello la estreche mas fuerte, coloque mi frente en la suya y suspire.

—Realmente… me encanto escucharte decir eso… dilo de nuevo—musite.

—Te amo—susurro contra mis labios antes de besarme.

Cenamos con calma viendo televisión, los niños se acurraron a sus costados y se quedaron dormidos, Adrien estaba aplastando un poco sus costillas y ella parecía adolorida, me puse de pie y cargue primero al pequeño para acostarlo en su cama, ella me ayudo llevando a Cassie con lentitud, una vez que acostamos a los niños bajamos de nuevo a la sala, estábamos a punto de sentarnos en el sillón cuando el timbre sonó, camine hacia la puerta para abrirla. Jocey sonrió alegremente, tuve que gesticular para impedir que dijera algo que descubriera la verdadera razón de su visita.

—Jocey, pasa. —dije mientras me hacia aun lado para dejarla pasar —Elaine, ella es Jocelyn mi hermana mayor… Jocey ella es Elaine, mi… mi novia.

Jocey entro y se acerco a Elaine para estrechar su mano.

—Es un placer conocerte—dijo Jocey mientras admiraba las facciones de Elaine.

—El placer es todo mío.

Jocelyn se acerco a ella y comenzó a examinar su pómulo con detenimiento para después mirarme por el rabillo del ojo.

—Sal de aquí, necesito examinarla y me pones nerviosa.

Levante los brazos en signo de rendición y tras darle un beso en la frente a Elaine, salí de la sala rumbo a la cocina. Mi hermana podía ser sumamente dominante si se lo proponía. Comencé a preparar café para poder conversar con calma, después de todo estaba seguro de que Jocey iba a insistir en quedarse para poder conocer mejor a Elaine. Y sinceramente deseaba que Elaine también conociera un poco mejor a mi hermana.

Comencé a entrar y salir de la cocina para colocar en el centro de la mesa la azucarera y el recipiente con crema, la cafetera era realmente rápida por lo que mientras goteaba poco a poco el café podía escuchar a hurtadillas la conversación entre ellas.

—Me alegra que aparecieras en la vida de mi hermano… él es mas sensible de lo que aparenta y no quisiera que volvieran a usarlo como lo hizo Abigail—dijo Jocey, por un momento me preocupo que mencionara a Abigail frente a Elaine pero al ver el rostro tranquilo de ella, respire aliviado.

—Yo jamás haría nada para herirlo—dijo en tono bajo —. Yo también me alegro que el apareciera en mi vida, solo me preocupa que mi presencia le afecte de forma negativa, después de todo soy la bogada que lo divorcio y acabo de hacer que altere su itinerario.

Sonreí al escucharle decir eso, me alegro saber que estaba feliz con nuestra recién iniciada relación, y que en cierta forma le preocupaba la situación debido a la forma en que nos conocimos.

—Yo no creo que eso sea un problema, siempre y cuando tu no sientas mal de tener que aceptar a los hijos de otra mujer.

Al escuchar a Jocey decir aquello estuve a punto de salir y tomar parte en la conversación. ¿cómo se le ocurría decirle algo así?, ella sabia mejor que nadie la relación entre Elaine y Adrien.

—¿Adrien y Cassie?. Los amo mucho mas que a su padre—dijo en susurro, haciendo que Jocelyn se riera aun mas fuerte y que yo me sintiera total y completamente embelesado con ella.

—Me alegra escuchar eso, pero no se lo digas o se sentirá delegado.

Ambas voltearon a verme al ver que yo también sonreía al escuchar su conversación. Y que había preparado café para los tres.

—Derek, esta es la lista de medicamentos para Elaine—Jocey me ofreció una hoja de papel al principio pero antes de entregármela fingió percatarse de algo y comenzó a re buscar en su bolsa—. Lo lamento, había olvidado que para que te surtan en las farmacias analgésicos tan fuertes, necesitas entregar la receta en un sobre membretado.

Torcí el gesto por su pobre argumento; sin embargo, al ver que Elaine preparaba animadamente su café añadiéndole azúcar y crema, tome el sobre y observe como Jocey me guiñaba el ojo en signo de complicidad, regrese a la cocina y abrí el sobre con desesperación, leí el contenido rápidamente hasta llegar a la parte de los resultados, no es que pusiera las palabras de mi hermana en tela de juicio, es solo que a una parte de mi, todavía le costaba trabajo aceptar que el destino nos hubiera juntado de esa forma tan misteriosa.