Decidí ponerme en forma debido a que tengo un problema de espalda, tengo la columna ligeramente desplazada y por ello debo cuidarme.
Suena mi alarma que me indica el inicio de la clase de spinning, voy a cambiar me al vestuario y de paso lleno mi botella de agua, cuando llego la profesora todavía no había llegado así que me coloqué en mi sitio de siempre, al fondo a la derecha y me pongo un auricular hasta que llega con paso acelerado, en ese momento se sube a la bicicleta estática y empieza la clase.
¡¡¡VENGA CHICOS QUE VOSOTROS PODÉIS!!!– Grita desde el centro de la clase.
Empecé a pedalear a toda prisa pero calmadamente, oh no, pienso mientras veo cómo el chico pelirrojo clava su mirada en mi, ¿qué estará haciendo?,¿Porqué me mira? Pasan todas estas preguntas por mi mente mientras pedaleo más despacio cada vez para terminar la clase.
¿Porqué me mirabas?– Pregunto con mucha curiosidad.– No te miraba, te intentaba seducir.– Responde en una carcajada.– Que sepas que serás mía.– Continúa dirigiéndose a los vestuarios.
Que chico más raro, me digo para mis adentros. ¿De verdad me ha dicho que seré suya? Este chico sueña.
Me dirijo yo también a los vestuarios y me lo encuentro abrazándose con una chica, en ese momento un sentimiento de rabia me invade, no sé por qué pero me molesta, es algo nuevo que no había experimentado antes, es como si viese a mi novio engañando me, no se lo que es pero no me gusta nada.
Continúo mi camino y me doy una ducha, me cambio de ropa, colocó las cosas de mi mochila y cuándo voy a salir me encuentro con unos ojos verdes de frente, no son los de Tony, no, son los de... Mierda, se me olvidó preguntarle su nombre.
¿Quieres ir a tomar algo mañana a las 20?– Dice sin quitar la vista de mis ojos.– Lo siento, ha venido mi hermano y se quedará hasta el lunes.– Respondo rápidamente.– ¿A qué hora se va?– Pregunta con intriga– A las 23:35 ¿por?– Digo para que me deje salir– Me temo que si no te das prisa se le irá el vuelo– Responde en una carcajada– ¿Qué? ¿Cómo? ¿Hoy es lunes?– Digo corriendo al parking para coger mi coche.
Cuando estoy llegando a casa recibo una llamada de Tony.
¡¿¡¿¡¿¡DÓNDE DEMONIOS TE HAS METIDO!?!?!?!– Me grita.– Oh, Tony de verdad que lo siento, ya estoy en la puerta de casa.– Me disculpo mientras subo las escaleras.– No te molestes en venir ya estoy volando– Responde mientras veo la nota que me ha dejado.– De verdad que lo si...– Cuelga y me quedo destrozada.
De verdad que me he despistado, no sabía ni en qué día estoy.
Bueno, ahora me gustaría quedar con el chico pelirrojo pero no tengo su número. Pero, espera un momento, ¿qué es esto?, miro mi llavero de Luffy y veo una nota pegada a la parte trasera, es un número de teléfono, y debajo pone, llámame, mi nombre es Christian, rápidamente cojo mi teléfono y marco.
Pi..... un tono, pi..... Dos tonos, pi..... Tres tonos.
¿Hola? ¿Quién es?– Comienza a decir una voz– ¿Christian?– Pregunto a la misteriosa voz.