—¿Cómo te atreves a poner tus sucias manos en mi madre? — debido a la rabia, sentía dificultad para respirar y apreté mi pecho.
—No era precisamente la mano lo que iba a poner.
—¡Voy a matarte, infeliz!— me disponía a golpearlo, cuando Emily se paró delante de mí.
—Cuidado con lo que haces, Kevin. Si hay que matar a alguien, es a tu zorra madre que se ha metido con la persona que no debe— giró su brazo en dirección a mi madre y su papá se levantó de la cama.
—No armen tanto alboroto por algo tan simple y normal. Al final de cuentas, era algo que deseábamos los dos, ¿Cierto, preciosa? — miró a mi mamá y temblorosa se levantó de la cama.
—Hablemos sobre esto, hijo.
—Creo que estás bastante grandecita como para tener que darle explicaciones a este mocoso— soltó Caden con ese tono arrogante, que me hizo hervir la sangre.
—Caden, permíteme hablar con mi hijo a solas, por favor— miró al padre de Emily y él luego de unos instantes sonrió.
—Sé buena, ¿De acuerdo? — se arregló los botones de la camisa y salió de la habitación con Emily.
No sabía cómo debía afrontar la situación con mi madre, ya que aún sentía mi pecho oprimido y debido a lo ocurrido, seguía faltándome el aire.
—Lamento mucho lo que acabas de presenciar, hijo. Todo tiene una explicación.
—¿Qué explicación podrías tener para abrirle las piernas a ese desgraciado? — cuestioné entre fatiga.
—¿Qué es lo que te sucede, hijo? ¿Te encuentras bien? — trató de acercarse y sacudí mis manos.
—De maravilla, madre. Acabo de ver a la mujer que me parió con un hombre entre las piernas, ¿Puedo estar mejor?
—Caden y yo nos conocimos hace tiempo, hijo.
—¿Qué?
—Yo no sabía nada, hasta que la policía que está ahí fuera me informó. Lo que hice estuvo mal, pero lo hice para que no me hiciera nada y porque supuse que como era amigo de ustedes, con delatarlo a él, los arrastraría también; además estaba sola con ese criminal aquí, hijo. Tenía mucho miedo.
—¿Miedo? ¿Qué miedo? Yo te vi de lo más normal, hasta me parecía que lo estabas disfrutando— me dio una bofetada y lágrimas bajaron por sus mejillas. Caí en cuenta de lo que había dicho segundos antes y abrí mis ojos en sorpresa—. Espera, ¿Acaso ya sabías lo que era ese tipo y aún así casi te acuestas con él? ¿Qué demonios ocurre contigo, mamá? — jamás imaginé hablarle de esta forma a mi propia madre, pero estaba tan herido, molesto y desesperado, que no estaba midiendo las palabras.
—Es una larga historia, pero lo más importante aquí es; ¿Qué hace un hombre como ese en tu casa, hijo? ¿Lo estaban encubriendo?
—Es el padre biológico de Emily— al decirle esto, tapó su boca y desvió la mirada.
—Ahora entiendo. ¿Esa niña te tiene amenazado para que no le digas a nadie de que ese sujeto está aquí? Eso explicaría la actitud extraña que has tenido hoy.
—No, a mí nadie me está amenazando.
—¿Qué te ha sucedido en la cara? ¿Fue esa niña?
—No podrías comprenderlo, mamá. No quiero hablar de eso. Necesito que te vayas de aquí ya. No regreses a esta casa nunca más.
—¿Qué? ¿Y tú qué?
—Yo me quedaré con Emily.
—No puedo permitirlo. A su padre lo están buscando y si lo encuentran aquí, te van a arrestar también a ti. La policía está ahí fuera, ¿Por qué no nos vamos y le contamos a la policía que ese sujeto aquí y que nos tiene amenazados? Así podrías salir bien de esto, mi amor.
—No, mamá. Lo siento, pero eso no va a suceder.
—¿Qué te han hecho, hijo? Luces tan cambiado. ¿Qué ha pasado mientras yo no he estado? Sabes que puedes hablar conmigo, mi cielo.
—No pasa nada, madre. Quiero que te vayas y no regreses a este lugar. No te quiero cerca de ese hombre, ¿Me escuchas? Realmente espero que haya sido algo del momento y que verdaderamente no tengas ningún interés en ese hombre. Ese tipo que está ahí fuera es un peligro y está loco— vi que mordió su labio como símbolo de estar nerviosa y desvió la mirada—. Mamá, ¿No me digas que ese tipo a ti te gus...?
—No me voy a ir— me interrumpió con actitud.
—¿Qué?
—No puedo irme y dejarte aquí solo. Eres mi hijo, lo único que tengo y es mi deber protegerte.
—No sabes lo que dices. No puedes quedarte. Aquí corres peligro, y no hablo solo de ese tipo.
—¿Hablas de Emily? Entonces ¿Ella también es mala?
—No vuelvas a decir eso. Mi Emily no es mala, solo está pasando un momento difícil con la situación de su padre, pero ella no es mala— mi cabeza estaba doliendo y alguna especie de rabia recorrió todo mi ser al escuchar esa pregunta que mi madre hizo de Emily. Cada vez que alguien habla mal de ella, es como si me estuvieran hiriendo a mi. Lo mismo ocurría cuando estábamos en la universidad, pero de alguna manera, las cosas se han intensificado a un nivel indescriptible—. Vete, mamá. Huye lejos de aquí, por favor.
Emily
Fui directamente a mi cuarto con mi padre y cerré la puerta.
—Así que no hay que dar explicaciones, ¿Eh? ¿Qué rayos hacías con esa vieja, papá?— cuestioné furiosa—. ¿Ella trató de seducirte? Fue ella, ¿Cierto?
—Dulzura, es incómodo hablar de estos temas con mi propia hija.
—¿Incómodo? ¿No me digas que esa mujer te gusta?
—Chiquita, ¿Qué te ha pasado?— acarició mi mejilla y su sonrisa se pasmó—. ¿Ese tipo te hizo esto en la cara? Además, ¿Por qué demonios estabas cojeando cuando entramos a la habitación?
—No quieras evadir mi pregunta. ¿Te gusta esa vieja? — apreté mis puños y lo miré fijamente.
—Estas muy pálida, hermosa. No has comido y debes alimentarte. Siempre has sido una glotona, ¿Qué ha pasado con mi pequeña?
—¡¿Cómo te atreves a engañar a mamá?! ¿No te has puesto a pensar en ella? Tú dijiste que no querías a nadie que no fuera mamá. ¿Ya lo olvidaste? — me sentía afligida y me tapé la cara.
—Hay cosas que no sabes, amor. Quise y amé mucho a tu madre, pero ella ya no está; aunque duela admitirlo, hay que aceptarlo y dejarla ir.
—¿Así que tienes pensado reemplazarla? — quité mis manos de la cara y lo encaré—. ¿Vas a reemplazar a mamá por esa zorra?
—Tu mamá siempre tendrá un espacio especial en mi corazón. Han pasado muchos años y debes comprender que las cosas cambian. Es momento de rehacer mi vida y de buscar una compañera. ¿Sabes? Yo también me siento muy solo. Por otra parte, la niña que quería encontrar ya es toda una mujer, y por más que sea, siempre serás mi pequeña y dulce muñeca— acarició mi mejilla y sonrió.
—Entonces estás admitiendo que te gusta esa mujer. ¡Acabas de conocerla! ¿Cómo puedes cambiar a mi madre por una vieja que acabas de conocer?
—Ya la conocía de antes, Emily.
—¿Qué?
—Creo que es tiempo de decirte la verdad, pequeña. Antes de casarme con tu madre, existía otra mujer, la cual amaba tan intensamente que hasta el sol de hoy sigue ocupando un espacio muy grande en mi corazón. Por cosas del destino, se esfumó por mucho tiempo de mi vida y aún no puedo olvidarla. Han pasado muchos años donde solo la he tenido a ella presente en mi mente. No importa lo que haga, ella sigue aquí conmigo; es como una sombra que me acompaña a dónde quiera que voy. Esa mujer es lo más cerca que tengo para sentir que Noah está aquí a mi lado, ¿Lo entiendes? Su aroma, su dulzura, todo de ella me hace sentir algo que no experimentaba hace mucho tiempo y por nada del mundo estoy dispuesto a renunciar a ella.
—¿Qué demonios estás diciendo, papá?
—Lo que escuchas, mi niña. Estoy seguro de que mi Noah está ahí dentro de ella. Por eso hizo que me reencontrara con esa mujer. No creo en las casualidades.
—¡Primero muerta, antes que permitir que mi padre esté con esa vieja! ¡Te ha lavado el cerebro mientras no estaba, así que haré que reacciones de una maldita vez!— me dirigí a la puerta, pero mi padre me agarró el brazo fuertemente. Él nunca se había atrevido a tratarme así.
—Le tocas un solo pelo a ella y olvidaré que eres mi hija— lo miré fijamente y me di cuenta de que su mirada esta vez sí era profunda. Jamás lo vi tan molesto como ahora, ni tampoco tan retante. ¿Cómo se atreve a defender a esa bruja?