Ryo Lee estaba apoyado en su escritorio, con una pila de documentos hasta arriba, todos los días erá igual, le encantaba su trabajo como CEO del mayor centro comercial de la ciudad, pero también su familia tenía otros negocios que el administraba, y para colmo no se le daba nada mal, así que en el tiempo que llevaba enfrente de la empresa sus activos habían aumentado, uno de los motivos por los que cada vez entendía cada vez menos a su familia y sus ganas de casarlo, y como no podía ser de otra manera ya a esa hora su madre lo había llamado para averiguar que pareja iba a llevar a la cena benéfica que ella organizaba todos los años, y a la cual asistirían la mayoría de familias pudiente de la zona.
Al final por la insistencia había contactado con la modelo que los promocionaba en la última campaña de el centro comercial, pero no tenía ganas de aguantar a una mujer que hacía todo lo posible para impresionarlo, pero que no le aportaba nada, que solo estaba interesada en ampliar su contrato o en intentar seducirlo por su dinero, era un hombre demasiado ocupado para estar con esas cosas, pero su madre no lo entendía y lo presionaba continuamente.
No muy lejos de allí Anna se ponía al día de la empresa, por fin podía ver que estaban haciendo mal, habían ampliado demasiado su catalogo de telas y aunque había algunas de muy buena calidad, habia otras que definitivamente tenían que dejar de producirse, se había ampliado demasiado la oferta y eso hacía que mas que vender calidad, hubieran perdido clientes, tendría que haber una reorganización completa en la producción, todavía le quedaba ver que clientes tenían y como trabajaban con ellos, que productos realmente estaban vendiendo y cuales eran una perdida de tiempo y dinero, tendría mucho trabajo por delante, pero de todos modos para la gente con la que hablaban solo era la hija del jefe viendo la empresa, ya que llegaba mucho tiempo fuera de casa. Le dio mucho gusto ver las sonrisa sinceras que le daban la gente de la empresa, otra cosa diferente fue cuando fueron a la oficina, ahí si se encontró con mas de una mirada envidiosa y hasta de odio, al final los años de observar a la gente le había dado una visión bastante clara de como una mirada podía mostrar los sentimientos de quien mira. Intento recordar los nombres de aquellos que expresaron su descontento o no fueron sinceros en sus respuestas, los tendría que vigilar de cerca, si quería que las cosas que pensaba hacer salieran adelante.
Finalmente dejo a su padre en su oficina, y prometió que en un par de días le presentaría un plan con sus ideas, pero que de todos modos en la siguiente semana vendría a su oficina, para ver mas detalladamente las cosas y así poder empezar a mover los cambios.
Decidió caminar un poco por el centro de la ciudad, habían muchas cosas cambiadas, pero otras muchas estaban iguales, ella tenia la sensación de no haberse ido nunca y otras que estaba en un lugar desconocido, y mientras caminaba encontró una casa antigua, que aunque la fachada estaba un poco descuidada, era preciosa, y se imagino su tienda allí, no tenia mala localización, no estaba en el centro pero tampoco era mal lugar, y el tamaño podía ser perfecto, para en la planta baja tener la tienda y en la parte alta tener el taller. Fue un amor a primera vista, no se pudo resistir a tocar la puerta, tras esperar unos minutos salió una señora mayor.
- Buenos días señora, perdone que la moleste, ¿esta casa es suya?- dijo Anna
- Buenos días muchacha, no la casa no es mía, solo la cuido.- respondió, inspiraba mucha ternura, le recordó a su Nana.
- Bueno si es así le voy a dejar mi tarjeta, si puede contactar con el dueño, deseo alquilarla o comprarla, me dedico a la costura y deseo poner en ella mi tienda y mi taller.
La buena señora le sonrió. - Por supuesto que se lo diré, yo en mis tiempo también me dedicaba a la costura.
Cuando siguió caminando se sintió llena de energía, siguió mirando lugares, pero ninguno le pareció tan bueno como esa casa. Cuando se cansó , volvió a casa con tiempo suficiente para ir a la gala benéfica con sus padres, quería crear un gran impacto, así a lo mejor entre las clases altas podría encontrar clientas potenciales.