Melani retrocedió con su rostro pálideciendo rápidamente, estaba sinceramente asustada, esa expresión en el rostro de la mujer no solo era demasiado parecida a la de Anaconda, sino que fue como un refractor que le hizo sentir la misma intensidad de su intensión asesina, fue como un espejo, pero Melani sabía que ella ni siquiera había hecho ningún esfuerzo, solo había sonreído.
...Una simple sonrisa...
Una sonrisa que desde que era niña le aterraba hasta hacerla temblar y sudar frío, una sonrisa que aparecía con frecuencia en sus pesadillas, una sonrisa que pagaría cualquier cosa por poder olvidar, una sonrisa que aunque quisiera jamás podría dejar atrás, ella solo quería borrar esa sonrisa de su mente, ella solo quería borrar de sus recuerdos esa sonrisa que nunca desapareció el día en que Anaconda mató a sus padres con sus propias manos, esa que nunca se desvaneció cuando le enseñó a matar, esa que la perseguía cuando a su mente regresaba una de esas noches en las que él la violó... si, era una asesina sin corazón, pero tenía que elegir, su vida o la de sus víctimas... la vida es algo que el ser humano valora por sobre todo, pero con el paso de los años a Mia Olson casi dejo de importarle hasta su propia vida, de no haber sido por la aparición de la pequeña Leidy Flórez.
Kira se aclaró la garganta para llamar la atención de Carol, su expresión cortés jamás abandonó su rostro y sus ojos tenían un brillo peculiar.
Carol respiró profundamente antes de que su actitud volviera a tener su calidez y amabilidad habituales, ella le sonrió radiantemente a la mujer morena y dijo con su voz suave:
- Buenos días, Gerente K A.
Kira asintió suavemente y analizó a la joven de pies a cabeza, la chica era muy joven en opinión de Kira pero tenía una actitud extremadamente interesante, parecía más madura que las mujeres de su edad y eso le gustó a Kira, también se dio cuenta que sus gestos eran bastante naturales a pesar de ser nueva en la empresa... estaba bastante satisfecha, no esperaba menos de alguien que fue elegida por esa chica alegre y elegante llamada J B.
- ¿C N, cierto? - preguntó Kira amablemente.
- Si, señora - respondió Carol sonriendo de vuelta, un rayo astuto cruzó sus ojos color verde esmeralda.
- Es un placer conocerte - Kira le extendió la mano en un saludo cortés, al que Carol correspondió - Sé que eres nueva por aquí, me sorprende que en pocos días te hayas adaptado tan fácilmente... Bien, entiendo que ya conoces a Mía Olson y Sarah Peterson...
- ¿Mía Olson? - Carol miró de reojo a Melani quien no se atrevió a verla a los ojos, Carol rió suavemente - Ya veo, lo sospechaba desde hace algún tiempo...
- Que inteligente... Cómo decía ellas están aquí para... enmendar parte de sus errores... - Kira le lanzó una mirada de reojo a Sarah quién sólo sonrió con su habitual aire de tristeza.
- Señora ¿un asesino en serie puede enmendar sus errores? No quiero ser irrespetuosa con la Gerente K A pero... una muerte no se enmienda, cientos de muertes aún menos... la vida es invaluable, la muerte es un paso sin retorno, nada puede enmendar eso... - Carol habló mientras mantenía una sonrisa tensa en sus labios y una mirada sería en sus ojos con un rato de tristeza en el fondo de sus pupilas.
- Entiendo eso, el valor de una vida no se compara con nada material, también sé que la muerte es irreversible, pero... si alguien que no reaccionaba ante el dolor ajeno ahora siente compasión, ya no vale la pena discutirlo más... además, cuando sientes la necesidad de proteger a una persona, a una sola entre millones que hay en el mundo, eso ya te vuelve humano... - Kira le respondió bajando un poco el tono de su voz al final de la frase.
Carol miró fijamente la firme mirada de Kira, se dio cuenta de que no tenía como refutarla, no encontró ni rastro de duda en su mirada, al final fue Carol quién desvió su mirada para mirar sus zapatos, luego suspiró suavemente y se giró para mirar hacia Melani:
- Yo no te perdono por lo que le hiciste a mi familia... pero voy a permitir que comiences de nuevo sin interferir en ello... una segunda oportunidad, todos la merecen, sólo espero que tú no la desperdicies...
Carol terminó de hablar y saludó por última vez a la Gerente K A antes de darse la vuelta y regresar por donde vino con L L a su lado, cuando la puerta se abrió y estaba a punto de salir su perfil amable quedo a la vista de Melani, ella no sabía que pensar pero de lo único de lo que estaba segura era de que no quería traicionar la confianza que, por primera vez, una de las personas a las que hizo daño le había dado.