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Lorena estaba en el auto de Manuel, habían ido a Secret &discreet Company a informar el incidente ocurrido con Carol, además habían registrado a Manuel en la empresa, ahora también era parte de la empresa, después de hacer todo esto, Carol se fue a su casa, aunque lucía preocupada por algo que no quiso decir, cuando Carol se fue, Lorena iba a tomar un taxi a casa de su hermano, pero entonces Manuel se ofreció a llevarla a casa e inconcientemente dio la dirección de su madre, que en realidad quedaba más lejos que la casa de su hermano, internamente se decía a si misma que debía pasar más tiempo con Manuel. La mayor parte del viaje estuvieron hablando de cosas triviales, lograron conocerse un poco más; cuando llegaron a la dirección, Lorena iba a bajar del auto pero escuchó que él la llamaba:
- ¡Espera!
- ¿Si?
- Mañana es domingo, no tengo que trabajar y... me preguntaba si...
- ¿Si?
- ¿Te gustaría ir al cine conmigo?
Los ojos de Lorena parecieron incendiarse, sus mejillas se pusieron rojas, con su voz tímida respondió:
- Me encantaría.
- Te recogeré a las cinco de la tarde. Descansa, buenas noches.
- Buenas noches - respondió ella mientras se giraba y caminaba lentamente hacia la casa de su madre.
Manuel se quedó mirando la pequeña espalda de Lorena, sonreía de oreja a oreja, sus ojos negros estaban llenos de ternura y cariño, no arrancó el auto hasta que vio que Lorena entraba en la casa, se sintió ansioso de poder pasar tiempo con ella, contaba las horas hasta el siguiente día.
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Al día siguiente, Lorena estaba ansiosa, andaba de un lugar a otro sin descanso, y sonreía tontamente, esto alertó a su madre, ella se acercó a Lorena y dijo:
- Pequeña flor, llevas dando vueltas todo el día, ¿por qué estás tan ansiosa?
- Ay Madre, estoy nerviosa, es que un hombre me invitó hoy al cine, de verdad me encanta, espero gustarle está tarde.
- ¿Un hombre? ¿Quién es?
- Recuerdas que el viernes, mi hermano y yo fuimos a un evento.
- Si, lo recuerdo, ¿lo conociste allí?
- Si, ya había oído de él por parte de una amiga, pero él es... aún mejor en persona.
- Siempre y cuando seas feliz. Sólo te pido que seas prudente, no hagas nada de lo que puedas arrepentirte después.
- Lo entiendo, no te preocupes Madre, tendré cuidado.
Gabriela sonrió ante la emoción de su hija, ella ya había tenido novio antes, pero jamás la había visto tan nerviosa y emocionada por algo así, este hombre sin duda era alguien especial, Gabriela sólo quería que su hija fuera feliz.
La tarde llegó casi a velocidad del rayo, aunque Lorena lo sintió como una eternidad. A las cuatro de la tarde empezó a prepararse, se ducho y se vistió, se puso una falda hasta encima de la rodilla color crema, uso una camiseta ajustada color fucsia y se puso un suéter delgado color crema, también uso unas zapatillas aguja color chicle. Peinó su ondulado cabello castaño claro, largo hasta la cintura, en un moño usando todo su cabello, lo ajusto con pasadores negros y uso fijador para que no se deshicieran. Uso un maquillaje ligero y completo su conjunto con un par de zarcillos y una gargantilla. Cuando terminó, todo su atuendo le daba una exquisita elegancia y una coquetería sutil, cualquier hombre que la viera caería rendido a sus pies con tan solo verla. Mientras daba los toques finales a su atuendo, escuchó a su madre llamar a la puerta.
- Pequeña flor, ha llegado el Señor Narváez.
- ¡Oh, Dios mío, se me hizo tarde!
Lorena tomó su bolso rápidamente, salió de la habitación casi corriendo, lo que hizo reír a su madre. Cuando llegó a la sala de estar vio que Manuel estaba hablando por teléfono, cuando ella llegó a su lado, él colgó la llamada y la miró de arriba a abajo, haciendo que Lorena se sonrojara.
- ¿Nos vamos?
Lorena asintió y lo siguió, despidiéndose de su madre con una sonrisa, subió al auto de Manuel, él le ayudó a ponerse el cinturón de seguridad, lo que hizo que ella se sintiera tímida y se sonrojara levemente. Lorena ya sentía mariposas en el estómago y hormigueo por sus delgadas manos, estaba feliz de estar con él a solas, pero a la vez estaba nerviosa.
Manuel llevo a Lorena a un cine cercano, estando allí le dijo a ella:
- Puedes elegir la película tú, en realidad no me importa cual sea siempre y cuando pueda pasar tiempo contigo.
- ¿De verdad puedo?
- Si.
Lorena sonrió y compro las entradas, era una película estrenada hace poco, de comedia romántica, ya que él le había dado a elegir la película, ella eligió algo que le gustaba, al ver que él seguía sonriéndole, le pareció bien seguir con el plan.