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Chapter 10 - Inesperada batalla en el palacio de Amaxac [Miktlan]

Al entrar en el palacio vi al despreciable Rey capaz de vender a su mejor subordinado para asegurar su poder. Verlo me dió tanto asco y me recordó el por qué quería destruirlo, sin embargo sabía que no era tonto y sería mejor despojarlo de todo antes de aniquilarlo.

Caminé sin detenerme al ritmo de la pequeña tekuani notando una pequeña vacilación cuando vió a dos personas a la derecha del Rey, al pasarlo enderezó su postura y caminó aún más decidida con tal mirada de decepción y odio que le hizo entender que por fin le había creído, estaba bastante divertido sobre la situación.

-¿Por qué diablos están ustedes dos aquí, se suponía que te la llevaras- me gritó el Rey de Amaxac.

Ante dicho acto alcé una ceja arrogante y avancé hacia él con la mano en la espada, notando el estremecimiento y encojimiento de esa sabandija, lo cual me hizo bufar.

-Y te llamas a ti mismo Rey, la pequeña takuani junto a mi tiene más valor que todos tus otros guerreros juntos.

-No te burles de mi, me juraste que nos dejarías a cambio de Uitsilin y ahora aquí estás, tú palabra no vale nada- dijo en un tono mediocre el Rey.

-Y en lugar de decírmelo me tratas como traidora.- El tono de la takuani o Uitsilin como se llamaba estaba más lleno de decisión y convicción- ¿qué demonios estabas pensando?- dijo mientras se acercaba a tres metros de su antiguo Rey y se volteó hacia la pareja que se había mobido junto al trono- y ustedes dos lo sabían.

El hombre empezó a avanzar mientras desenvainaba una hermosa espada de un metal con subtonos morados a los que no les encontraba sentido.

-La decisión fue tomada y no tienes derecho a reclamarle a tú antiguo Rey ya que eres una simple traidora- En ese momento los guerreros águila a mi alrededor cambiaron sutilmente su posición alrededor de mí para protegerme ya que no mancharía mis manos con la sangre de esa escoria. Uitsilin no tenía armas, estaba herida y con fiebre y sin embargo le plantó cara, en cualquier momento empezaría una pelea que dejaría solo a uno de ellos en pie.