Sabía que esto pasaría, después de descubrir la traición y encararlos no les quedaba otra más que eliminarme.
Sin embargo los muy idiotas olvidaban que ella era una Guerrera Jaguar y más que eso, ella había entrenado a Oselo y forjado la hoja con la que luchaba y pese a estar desarmada no tenía miedo por dos razones:
1. Era su maestra y conocía todas sus debilidades como combatiente.
2. Había perdido todo en una noche ya no le importaba morir.
Cuando se lanzó hacia ella solo tubo que hacer tres movimientos para desarmarlo y usar su filo contra él.
-Si te mueves te rebano la cabeza- lo dijo con toda la ira que sentía en ese momento y sin embargo sabía en el fondo de su corazón que no podía matarlo, el amor que le tenía sobrepasaba todo lo demás y en ese preciso momento observando la cara de Oselo como la de un enemigo una lágrima se fugó de sus ojos y se deslizó por su mejilla izquierda hasta tocar el filo del arma que había tardado meses en fabricar como un regalo para su amado.