Esa fue un desagradable sorpresa para An Xiaxia.
—¿Yo?
—Sip.
El Director Yue se rio de buena gana.
—¡No tengo ningún problema con eso!
Jiye no tenía muchas escenas, sin mencionar a la pequeña sirvienta. Sheng Yize fue a cambiarse nuevamente para ponerse su propia ropa. An Xiaxia lo siguió, dando pisotones con irritación.
—¡No quiero ser la sirvienta!
—Entonces, ¿qué quieres ser? No hay una protagonista femenina en el programa —dijo Sheng Yize con toda tranquilidad.
—¿¡Por qué me hiciste hacerlo en primer lugar!?
Sheng Yize se frotó la barbilla.
—Porque me dará la excusa perfecta para darte órdenes.
—¡Debería darte vergüenza!
Él sonrió.
—¿Estás segura de que te vas a quedar aquí?
—¡Sí! —An Xiaxia gritó.
—Has lo que quieras —dijo Sheng Yize sin prisa, luego comenzó a quitarse la ropa lentamente.
An Xiaxia: ... ¡¡¡!!!