Abuela Sheng: ¡¡¡!!!
—¿Esposo? —lo miró con incredulidad—. ¿Te refieres al significado común de esposo?
—Me voy a casar con ella —el niño asintió.
—Querido, ¿cuántos años tienes? —preguntó la abuela con la voz temblorosa.
—Dos y medio.
—Je... Hoy en día, los niños son más sabios de lo que aparentan... —Abuela Sheng rio torpemente. Sheng Yize lo miró de reojo.
—¿Si Bai? ¿Pensé que habías regresado a Ciudad Ying?
—Vine con mamá para ver a Pepsi... —parecía un poco tímido cuando respondió. Le había tenido que rogar a la Sra. Si que lo trajera.
—Está bien. Ya la viste. Ahora te puedes ir —dijo Sheng Yize, impasiblemente.
Si Bai no había esperado esa respuesta. Paseando la mirada entre él y Pepsi, le entregó la cajita a la Abuela Sheng en silencio y volteó para irse rápidamente. Era obvio que el corazón del joven amante estaba herido.