—Creo... —An Xiaxia se mordisqueó los dedos y exprimió sus sesos. Después de mucho dudarlo, por fin asintió—, que todavía me gustarías.
Esa respuesta superficial no complació para nada al Sr. Sheng y ahora la miró con resentimiento.
—Xiaxia, no esperaba que fueras tan superficial.
—Mm... solo estaba pensando que, para cuando nuestras apariencias cambien, ya habrán pasado muchos años. Después de estar juntos por todo ese tiempo, nuestro amor se habría convertido en el cariño que hay entre familiares, ¿no? No habrá que hablar de "gustar" o "disgustar".
—No —la escuchó en silencio y luego se inclinó y le dio un suave beso en el borde de la boca—, no es así.
El amor era amor. El amor verdadero no desaparecía con el paso del tiempo. Sería como hacer vino. El amor se acumularía y sería más fuerte.
—En ese caso —se acurrucó en sus brazos y se movió hasta encontrar la posición más cómoda—, tendrás que quererme por el resto de mi vida.