—Puede que al niño no le importe llamarse Pepe... Pero Linda Gracia... ¿Estás segura de que no le importará a nuestra hija?
Sheng Yize hizo lo posible por hacerla entrar en razón, esperando que cambiara de parecer.
—Entonces llamémosla Lila Luna —se burló.
Casi se partió de la risa con la expresión en su cara. «¿Por qué mi esposa tiene un gusto tan peculiar?»
—Bueno, bueno. Solo estoy bromeando —An Xiaxia no pudo evitar reírse. Luego hizo una mueca por el dolor punzante de la incisión en su vientre—. El niño será Cola y la niña Pepsi. ¿Qué tal?
En efecto, los nombres que pondría una glotona...
—¡Genial! —temiendo que se le ocurrieran nombres como KFC o Burger King, tomó la decisión final—. ¡Entonces será Cola y Pepsi!
Los demás pensaron que los nombres eran bastante pegadizos y la alabaron por ellos. Pequeña Cola y Pepsi tronaron los labios en la incubadora y siguieron durmiendo.
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