—Achuu —no pudo contener un estornudo.
—¿De nuevo rinitis? —Sheng Yize frunció el ceño.
—Nah, solo un estornudo —An Xiaxia no le daba muchas vueltas.
Sin embargo, él llamó al doctor como si se estuviera enfrentando a una enfermedad terminal. Mientras la revisaban, esperó justo afuera de la puerta, que hizo voltear a varias de las enfermeras que pasaban por ahí.
—Son una pareja tan adorable —el doctor la molestó mientras la revisaba.
—Hum, todo está bien —sonrió—, solo que es muy meticuloso.
—Jo, jo, me temo que no aprecias lo suficiente a tu preocupado esposo —el doctor sonrió amigablemente—. Por ejemplo, tu rinitis. Supongo que no crees que sea importante, ¿cierto? La mayoría de la gente piensa lo mismo y sufre recaídas una y otra vez. ¿Tengo razón al suponer que nunca la has tratado apropiadamente?