—Estoy de vuelta —dijo An Xiaxia relajadamente y entró a la sala de estar, como si nada hubiera pasado.
El Sr. Song se sorprendió. ¿Acaso Chu Zhiyun no había dicho que An Xiaxia escapó de casa?
—Xiaxia, tú... —estaba confundido.
—Xiaxia —una mirada sorprendida cruzó los ojos de Chu Zhiyun, pero volvió en si misma en cuestión de segundos y dijo en voz baja—, volviste. ¿Comiste?
Ella sonrió con frialdad, actuando como si nadie hubiera hablado.
—¿Dijiste cosas malas de la Señora Chu? —él frunció el ceño.
—No —parecía muy inocente cuando volteó hacia ella—. ¿O sí?
—Je... —derrotada, Chu Zhiyun fingió una sonrisa.
—¡La señorita trató a la señora de amante esta mañana! —una de las sirvientas no pudo mantener la boca cerrada.
—Habría sido un insulto si hubiera usado esas palabras con otra persona —pestañeó y volteó hacia el Sr. Song—, pero estaba hablando de esta vieja bruja. ¿No decía la verdad? Si es así, ¿por qué era un insulto?