Por alguna razón, An Xiaxia se sintió... frustrada. Se quitó las manos de Qi Yanxi de la cara y se secó la frente con la manga.
—Está bien, ¡sé que Sheng Yize es tu verdadero amor! ¡Entonces ve a besarlo!
—No es como si no lo hubiera hecho antes —de pronto él le sonrió con timidez.
Ella se horrorizó. Maldición... Qi Flor de verdad era un chico tan aterrador...
—¿Podrías al menos considerarme como una opción? —preguntó con un tono engreído, pasando un brazo por encima de sus hombros.
Ella sacudió la cabeza con determinación.
—Entonces supongo que, por ahora, somos hermano y hermana... —dijo con una voz apenada—. Si alguna vez cambias de parecer, llámame. Prometo estar ahí tan rápido como pueda.
—¿Vas a alguna parte? —desconcertada, se olvidó de su irritación.
—Sip. No me puedo quedar en 1° año por siempre, ¿o sí? Ya tengo 19. Chss, chss, todo ese tiempo que perdí contigo y Sheng Yize... —suspiró con dramatismo.