—¿La conoces? —preguntó Yin Ruge, percibiendo su sorpresa.
—Nos hemos visto un par de veces —An Xiaxia fingió una sonrisa.
Bueno, como ya estaba ahí, simplemente se dejaría llevar. Solo ignoraría a esa mujer.
—Ya veo… La Señorita Song es una celebridad aquí en País F. Su origen sigue siendo un enigma y ha sido muy generosa —Yin Ruge se estremeció—. Hablando de eso, fue gracias a un primo lejano que pude entrar. Ven, te lo presentaré.
Hizo una seña a alguien a poca distancia y un excepcionalmente guapo jovencito se les acercó. Luego asintió educadamente.
—Buenas tardes, hermana.
—Este es Yin Qinghan, mi primo. Esta es An Xiaxia —Yin Ruge sonrió.
An Xiaxia levantó la vista hacia Yin Qinghan. El mundo era tan pequeño.
—¿Eh? —él la reconoció también. Levantó una ceja y preguntó—. ¿Conoces a mi hermana?
—Je, es mi profesora de violín antigua... —sonrió con torpeza, mientras el rostro de él se iluminó.