—Yo te doy una flor... ¡tú me das un chocolate! —Songsong le pasó la flor cautelosamente de nuevo, luego sacó un regordete dedo.
Sheng Yize desvió la mirada como un tsundere y ella se desanimó de inmediato. Él le lanzó una mirada de reojo. Se había puesto un vestido limpio y su piel lucía pálida y suave. La trenza corta en su cabeza le daba una apariencia bastante boba.
No pudo evitar voltear a verla. Sin embargo, cuando su mirada se posó sobre sus pies descalzos, su rostro oscureció. Ella percibió su disgusto. Había venido con Er Fu a visitar al lindo hermano mayor a pies descalzos... Estaban tan sucios. Y la cama del lindo hermano mayor estaba tan limpia... Intentó esconder sus piececitos.
—I-iré a lavarlos...
Antes de que pudiera saltar de la cama, él había agarrado sus querúbicas piernas, sacado un pañuelo húmedo y limpiado cuidadosamente sus pies.
—Me da cosquillas... —curvó los dedos de su pie.