En ese entonces, Sheng Yize y Qi Yanxi eran de familias adineradas, de edades similares y tenían intereses en común. Al crecer juntos, se consideraban mejores amigos. ¡El pequeño Qi Yanxi era un niño adorable y torpe, que pasaba sus días reiteradas veces siendo engañado y ridiculizado por Sheng Yize!
Dio la casualidad de que Sheng Yize había sido una cosita manipuladora desde que era niño y Qi Yanxi siempre caía en su trampa por voluntad propia. Por lo general le tomaba un largo rato darse cuenta: ¡mierda! ¡Sheng Yize me engañó de nuevo!
Por ejemplo, Sheng Yize lo había convencido de que los niños también usaban faldas... y de que crecería si dejaba de bañarse... y también estaba esa vez en que le puso lápiz labial y sombra de ojos...
Había demasiadas historias humillantes para Qi Yanxi como para contarlas. Siempre que recordaba su infancia, quería hacer pedazos a esa niñito.