—¿Quién rayos eres? Te haces el héroe salvando a las bellezas, ¿cierto? —gritó uno de los chicos.
—Así es. En realidad, estamos grabando una escena y estás bloqueando las cámaras —He Jiayu mintió sin siquiera pestañear. Luego uno de los chicos lo reconoció.
—Ey, ¿acaso no eres ese muñequito de ese grupo que mi prima pequeña solía seguir?
Él asintió para saludarlos y gesticuló que bajaran la voz.
Esos chicos no eran tan irracionales y se iban a ir después de eso. Sin embargo, Su Xiaomo estalló de repente, gritando.
—¿A quién rayos trataste de muñequito? ¡Tú eres el muñequito! ¡Toda tu familia está llena de muñequitos!
—Cielos, hermana, ¿sigues actuando? —el hombre al que le gritó se frotó la nariz. De verdad había creído que ella era una actriz.
—¡Jum! ¡No eres lo suficientemente lindo para ser un muñequito! —Su Xiaomo cambió a modo combate—. ¡Eres un muñeco de lodo! ¡Lodo, lodo, lodo!