Con el rostro oscuro, Sheng Qingyi estiró la mano hacia las costillas agridulces.
Fshhh
Sheng Yize tomó el último bocado y lo puso en el tazón de An Xiaxia.
—Xiaxia, este es tu favorito. Come un poco más —dijo con suavidad.
La mano de Sheng Qingyi se congeló con torpeza en el aire.
Sheng Qingyi:
—... Hijo, sí te das cuenta de que soy tu padre, ¿cierto?
Con un contratiempo tras otro, casi ni comió. Después de la cena, Abuelo y Abuela Sheng llevaron a un lado a An Xiaxia para conversar de nuevo. Sheng Yize se les acercó y vio que ella le estaba enseñando a la pareja de ancianos a usar la internet.
—Abuela, este ícono que parece un ojito se llama "Weibo". Puedes publicar fotos y vídeos ahí... —An Xiaxia sostenía un iPad mientras instruía a la Abuela Sheng.
Ella era como una niñita mientras tocaba la pantalla. Con las instrucciones de An Xiaxia, se convirtió en seguidora de Sheng Yize.